viernes, 30 de julio de 2010

Nada mejor para este verano que la compañía de...

-¡Una puta de lujo!
- No, bestia, ¡un puto de lujo!
- Pero seréis cazurros, ¡un burro de lujo!

... un libro.

- Pues vaya decepción...
- Pues sí... y yo que esperaba un poco de sexo gratuito.
- ¿Con un puto de lujo?
- No, con mi Platero, ¿a qué sí guapo?
- IAAAAAAAA IAAAAAAAAAAA

Porque el verano es época de libro gordo y pendiente, de promesas incumplidas de que de éste verano no se acaba sin leerme un libro y de buenos propósitos de este año sí que me acabo el libro que me compré hace tres años. Elegir un libro para las vacaciones es complicado y para todos esos afortunades que se pillan ahora unas semanas de descanso y perrera cabrones ojalá os llueva todos los días y os entre un cólico y os aburráis y justo esté tapada la fachada del monumento ese que tantas ganas teníais de ver por reformas aquí unas recomendaciones literarías. Porque un libro hace mucha compañía en verano y quita espacio en la maleta para un regalo hortera.

Adios, ratita de Gerónimo Stilton, ed. Destino, 2010.
Adéu, rateta de Gerónimo Stilton, ed. Destino, 2010.

Por fin la noticia literaría más esperada de la temporada. No estamos hablando del hallazgo de la inédita y sorprendente segunda parte de El guardian en el centeno donde Holden Caulfield lleva su furía y desazón hasta las impresionantes ruinas mayas donde desarticula una banda de nazis comunistas con afición a la ropa interior de seda. No, tampoco es la visión eróticofestiva que Benedicto XVI hace del Apocalípsis de San Juan en su Alegria que el Apocalípsis no es tan malo. Nos estamos refiriendo a que por fin se encuentra en nuestras librerías la colección para adultos de nuestro ratón periodista favorito: Gerónimo Stilton. ¿Y de qué va esta nueva obra maestra ratonil comparable a Un ratón educado no se tira ratopedos o El extraño caso del calamar gigante?

Son malos tiempos en la isla de Ratonia. La crisis global ha afectado muy seriamente a esa anteriormente paradisíaca isla de rodeodres y más en concreto a la familia Stilton, que dominaba el 90% de sus negocios. El eco del roedor se ha convertido en un periodicucho de tres al cuarto que se alimenta de las bajezas morales de los famososo, buscando en la basura y publicando fotografías comprotedores de sexo interracial entre el último famoso ratón de turno y la gatita en celo correspondiente. Gerónimo Stilton vive sumergido en una tormenta de alcohol y drogas recordando viejos tiempos y buscando una segunda oportunidad. ¿Pero dónde encontrarla cuando él mismo condujo a su hermana Tea a prostituirse por un trozo de Camembert? ¿O en los remordimientos por su primo Trampita, acusado y condenado por distribución de pornografía ratonial extrema donde las jovences ratoncitas y las ratoneras eran las protagonistas? Pero una llamada diciéndole que han encontrado el cadáver de Lánguida Tenebrax y que su sobrino Benjamín, reconvertido en el cabecilla de una peligrosa pandilla de asesinos preadolescentes, es el principal sospechoso llevará a Gerónimo Stilton a emprender una investigación para limpiar el poco honor que le queda a su familia sin saber que el infierno siempre está dentro de nosotros, en los demás y en los ojos de una peligrosa ratita de ojos grises.

Y la crítica ha dicho: "Una novela perfecta que le habría llevado a decir a Stieg Larsson si se hubiera traducido al sueco o si el autor sueco supiera leer castellano u otra lengua en la que está traducida esta novela , pues vaya novela, es perfecta".

¡Ponte en forma con Carol Huesca, hostia ya!, ed. De Vecchi, 2009.

Por fin ha llegado el manual de ejercicios definitivo para perder esos kilos que seguro que te sobran, persona amorfa que estas leyendo estás líneas. La deportista de élite Carol Huesca nos revela en esta páginas los secretos de belleza y los mejores ejercicios físicos que han hecho de ella una deportista de élite, un cuerpo adorado por todos los michelineros y un rostro que ha adornado las mejores portadas de todas esas revistas que recuerdan a los gordis los mundos donde jamás de los jamases podrán acceder a menos que sean como miembros de grupos de humor o como ejemplos del antes. Con este sencillo manual de ciento ochenta páginas increible y abusivamente ilustrado, podrá intentar conseguir en quince días y con quince minutos diarios lo que Carol Huesca, la espectacular deportista y modelo a la que todos admirados y que tiene premios tan importantes como Pezón más simpático en camisa accidentalmente mojada, ha tardado veinte años en conseguir gracias a siete horas diarias de intenso ejercidio físico, seis preparadores físicos que viven y mueren por conseguir que ese culito tan rico de Carol siga siendo considerado por el premio Guinness como el Culo que más muertes ha provocado por sus posturas lascivas en los anuncios de carrtera, dietas basadas en la ingesta masiva de alimentos sin sombra y sin vocales, operaciones de extirpación de costillas e higados inútiles.

Como dice la misma Carlo Huesca en su prólogo, "con este método serás como yo y dejarás de ser como tú, asqueroso o asquerosa, repugnante e innecesario o innecesaria amigo o amiga".

Un libro imprescindible para los que se sienten avergonzados de ser ellos mismos cuando llega el verano.

Asesinato asesinado por un asesino asesinador, Svein Munthelsönn, ed. Roca, 2010.

Ahora sí que de verdad de la buena y no de esa que no es buena sino todo lo contrario, la novela sueca definitiva y el heredero definitivo del legado de Stieg Larsson como rey de la novela sueca de gente correcta a la que matan de forma cruel.

Una cabina de teléfonos abandonada vete a saber tú donde. Tres personas atrapadas en ellas. Una está muerta, una de ellas es un asesino y la otra es el retirado agente de policia Lief Gunter Handricksönn que se verá obligado a tomar parte de una enrevesada y complicadísima investigación para determinar quién es el culpable. Ochocientas páginas de tensión continua, de emociones fuertes y de suspense casi continuo en este primer volumen de la aclamada por la crítica sueca como la Trilogía de la Cabina que abrirá más dudas al lector y lo llevará a un carrosel de emociones encontradas y contradicctorias porque el lector nunca sabrá quién es quién.

Un juego fascinante de identidades cruzadas, soluciones improbables, persecuciones imposibles, sexo lujurioso, armamento de última generación, trasvestismo, estallidos de violencia cada dos o tres palabras y sorprendentes giros argumentales que harán exclamar al lector: ¡Pero qué c**o estoy leyendo!

Ahora hablo yo. Autobiografía de una víctima. Satanás, el príncipe de las tinieblas, ed. Planeta, 2010.

Sólo el grupo Planeta podría publicar la autobiografía de uno de los personajes más contradictorios y polémicos del panorama mundial. Satanás, el principe de las tinieblas, Lucífer, el Ángel negro, el malo de los malos, la serpiente, Anticristo, demonio, diablo son solo algunos de los apelativos que ha recibido esta criatura que estuvo en lo más alto y que por un error conoció en el sentido literal el inifierno en vida.

"Un error en mi vida y a esto me he visto reducido, a ser vilipendiado por el resto de los restos, joder. Yo que era un príncipe y de los guapos y con más novias que tenía... y ná, por cuatro o cinco cosas que le dije a ese, a mi papi pues me castiga y me manda fuera del paraiso. Pues estoy harto, ahora me toca a mí, ahora hablo yo. La víctima".

Un sorprendente testimonio fantástico que revelará millones de cuestiones teológicas que nos han estado torturando desde que empezó el verano. El libro contará con una amplia difusión en televisión y el autor visitará los platós de conocidos programas del corazón donde ha prometido hacer unas declaraciones "que ya verá el barbas".

Amor plastificado, Claudia del Moral, Nefer, 2010.

Roland es un vampiro highlander que viaja en el tiempo con barba de cuatro días que trabaja como espia de la reina y que es más bien duro porque una mujer le rompió el corazón y lo utilizó como cenicero y orinal de ancianos incontinentes y con pésimo gusto para vestir, que por una maldición que le lanzó una antigua novia gitana tan hermosa y rotunda en sus formas como peligrosa y vengativa se ve obligado a vivir dentro de una lujosa y muy elitista burbuja de plástico condenado a no sentir una tierna y apasionada humedad acariciando y rodeando su más peligrosa arma para amar.

Dorotea es una sexi y muy atractiva cazadora de vampiros no highlanders que tiene una amiga vulgar de muy buen corazón y conduce un coche espectacular de los setenta que le dejó en herencia su padre cuando lo mataron unos hombresladilla a la que encomendan la misión de sonsacar una información vital a Roland, el único vampiro higlander que ha prometido matar porque según le ha dicho un compañero de agencia que fuma, mira de lado y siempre susurra y del que no se acaba de fiar, estuvo implicado en la muerte de su padre. Pero una vez que se encuentra frente a frente solo separados por una fina capa de plástico, Roland y Dorotea se ven inmersos en un apasionado romance lleno de humedad, plástico que suda y sexo mucho más que sugerido.

La nueva novela de Claudia del Moral, sólo la cuarta que publica este mes, promete un sinfín de emociones, lágrimas, suspiros, tensiones y ropa interior sucia. Una nueva obra maestra del género de vampiros highlanders atrapados en burbujas artificiales.

lunes, 26 de julio de 2010

Si un viajero cualquiera...

Si un viajero cualquiera...

- ¡Yo!
- No, tú no que eres muy feo y, además, te dan miedo los melocotones y eso es ridículo.
- Pues yo.
- Tú, vale.

Pues si un viajero cualquiera que no es el raro ese que le dan miedo los melocotones...

- Es que son extraños, peludos y con forma de culo.

... llega a Igualada buscando la torre Eiffel, las pirámides, el buda tumbado ahí todo pachorro el gordo o el gran cañón del Colorado no lo encontrará (no porque no estén, que no están, pero estuvieron, pero nos lo robaron como robaron todo nuestro patrimonio y los jardines colgantes y la mezquita de Córdoba y esa piedra rara que hay en mitad de Australia porque todo es igualadino, todo, absolutamente todo y punto y pelota que para algo reescribo yo la historia), pero encontrará otras cosas como mínimo igual de vanales y aburridas. Y si se sienta en un bar y escucha a los igualadinos hablar entre ellos oirá múltiples historias que no tienen nada que ver con lo que estoy escribiendo; historias que hablan de apariciones, de cuerpos incorruptos, de extrañas criaturas arrancadedos y dejacondones, de portales dimensionales, de buitres flamigeros y detritus danzarines, vocabulario y anécdotas del día a día en esta ciudad. Pero si entre esas personas en el bar que hablan de aspiradoras con ansias suicidas y periquitos carnivoros que cuando prueban la sangre humana ya no quieren nada más y se han convertido en una plaga más que preocupante, se encuentra con mi madre a lo mejor le explica que soy muy especial y que desde que tengo dieciocho años ya casi no me salgo de la línea al pintar, pero no le explicará el tema central de la entrada de hoy...

- ¿Qué es? Mira que es cansino el tío cuando quiere...
- Y el problema es que quiere siempre.

... que no tiene nada que ver con ese cuarto pezón que me está saliendo en el cogote o esa muñeca que desde hace unos días vive con nosotros y que se pone a cantar cuando dice que ha hecho pipí en el water, pero no hecho que no tiene nada y ni se ha acercado al water o que desde hace unos días A. y yo tenemos nuestro primer y único armario (lo montó A., como ya imagináis, yo me dediqué a aguantar las puertas, atornillar lo fácil y largarme a hacer la comida cuando una de las maderas casi arde), sino que, hoy, por primera vez en meses... he salido de la cueva.

También conocido almacen.

Si un viajero cualquiera viene a Igualada estos días, nadie le dirá que he salido de la cueva porque, sinceramente, a nadie le importa. Bueno... a casi nadie. A mí me importa.

Esta mañana he entrado en el almacén, he mirado a mi alrededor y no había paquetes por entrar, no había cajas llenas de libros de texto o peor, repletas de pequeños cuadernitos que se parecen todos entre ellos y cuya única diferencia es un pequeño e insignificante número justo en el centro del cuaderno lo que impide comprobarlos en abanico sino que hay que mirar uno por uno para ponerlo en su pila y siempre descuadra el albarán por culpa de uno de eso cuadernos porque donde dice 52 tú has sumado 51 y vuelta a empezar malditos malditos malditos sean todos los cuadernos y ese primer tipo que un día se levantó y dijo, mirá voy a inventar algo que se llamará pequeño y ridículo cuaderno de cálculo de matemáticas porque los niños no tienen bastante con lo que tienen en los libros gordos y pesados y destrozaespaldas sino que le pondremos más para que las mamás y los papás digan mira nene tienes tres días de vacaciones y los vas a dedicar a hacer más sumas y sumas y sumas antes de que descubras que existe algo que se llama calculadora.

Pues no había cajas, ni cajitas, ni cajones, ni esas cajas imposibles de abrir de Anaya de las que corre la leyenda que si las abres sin soltar un taco y a la primera puedes reclamar el trono de Prusia, mi Prusia... aquellos bosques, aquellos lagos, aquellos tiempos, oh mi Prusia, ¿dónde estás que no te encuentro en los mapas? Así que he salido a tienda... El aire cálido de los libros, el sol en mi cara... He pasado mis manos por las tapas de las novedades, por mis queridos libros de la sección infantil, por todos esos libros para listos que un día de estos leeré si recupero parte del buen funcionamiento de mi cerebro (la parte de pensar, porque la parte de reírme con vídeos tontos me funciona de maravilla), mi pupilas nariztivas se han llenado de las olores de la hierba recién cortada, de la tierra húmeda después del agua que los bomberos han tirado en aquel orfanato que se incendió accidentalmente, ¿lo recuerdas, amor?, del gas de aquella mina donde trabajé buscando a Dios y sólo encontré problemas y deudas... La librería estaba como la recordaba salvo... salvo por....


Los primeros clientes en busca de los libros de texto.
Y, de propina, reacción del librero.


Porque así ha sido este día... corriendo del mostrador a la cueva, de la cueva al mostrador, del mostrador a la cueva, de la cueva al monstrador... Mucho trabajo, mucha gente, mucho calor.

Pero por un día he sido libre... no he estado en la cueva... he dejado por unas horas de ser un sosías del fantasma del Paraíso, para jugar a ser librero. Vale, en época de texto que no es lo mismo que en Navidad, pero menos da una piedra si no le pides las cosas con educación.


- ¿Y ya está?
- ¿Tanta tontería para decir que hoy no ha trabajado en el almacén?
- Parece que no le conozcáis ya.
- ¿Por qué lo complica todo tanto?
- Es que de pequeño lo abducieron unos extraterrestres.
- ¿En serio?
- Es la única explicación que se me ocurre... o eso o tiene un parásito viviendo en el cerebro.
- ¿Un francés?
- Por ejemplo...

martes, 20 de julio de 2010

lunes, 19 de julio de 2010

Cuidado, rana peligrosa.

Mientras A. enseña a los nenes a descuartizar un pollo (muerto eh, que si estuviera vivo montaría un ruído insoportable y me sería difícil escribir... eso me recuerda cuando yo era pequeño y mataba animales... No, no penséis que en plan psicópata encendía las colas a los perros o descuartizaba periquitos con unas tijeras u obligaba a las moscas a satisfacerme sexualmente mientras me tomaba un baño de espuma, sino ayudando a mi abuelo los días de matanza de pollos y conejos... esto lo explicaré otro día porque aún no he decidido el tono, no sé si ponerme rollo bucólico recordando mi infancia o rollo ultragore recordando mi infancia), escribo cuatro líenas sobre lo que hice ayer. Volví al mismo escenario de hace un mes:



donde había una estructura parecida a ésta y donde rondaban cerca de cincuenta niños sobrexcitados en un lugar repleto de colchonetas donde pese a saltar mucho, mucho, mucho y caerse aún más no se hace uno daño. La diferencia es que ayer sólo había siete niños. Y como se nota... No es el mismo ruído el que producen cincuenta niños chillando que siete niños chillando. Me agencié un café con leche, abrí el libro y estuve leyendo tranquilamente mientras los nenes saltaban por ahí y A. saltaba con ellos.

Yo no salté. ¿Por qué? Bueno, el motivo oficial es el tema narcoléptico. Estoy cansado, debo evitar los movimientos bruscos y los grandes esfuerzos físicos (aquí os ahorrais las risitas, ¿vale?) porque si no tengo grandes posibilidades de quedarme frito.

La razón oficial de porque no salto es muy sencilla... me da miedo la rana.


O el dragón, según A. y N. niño.

No es una rana de verdad, vale. Es un enorme hinchable con forma de cabeza de rana con la boca abierta. Los niños que miden menos de 1,45 metros suben por lo que es la lengua y se deslizan por un tobogan. Vamos, la monda lironda. Pues, bueno... a mí me da miedo. Mucho miedo. Porque es enorme, porque el paladar de la boda de la rana queda muy cerca de la lengua y me da la sensación de que en un momento cerrará la boca y moriré allí encerrado mientras un montón de niños saltán encima de mi hermoso y muy atractivo cadáver. Es la estrechez, el hecho de que durante una micromilésima de segundo no se vea el final del tobogan y todo a mi alrededor es colchoneta y el miedo a quedarme atrapado allí dentro.

Y no es paranoia, ¿de acuerdo? Lo probé, respiré e hice eso tan estúpido de enfrentarse a los propios miedos. ¿Y sabéis qué pasó? Que no funcionó. Me dio miedo. Y no me avergüenza explicar que tuvo que ser N. niña de tres añitos de edad la que me sacó de la atracción de la mano y me dijo que no pasaba nada.

Así que señoras y señores ya podemos añadir un nuevo miedo a la colección de los terrores de Jorge: encerrado en un chikipark con cincuenta niños chillando, atrapado en un hichable con forma de animal, con sueño y sabiendo que la invasión zombi que llecvaba tanto tiempo anunciando está a las puertas.

¿Y sabéis qué? Que conociéndome, lo seguiremos complicando. Porque en unos días os explicaré por qué les tengo pánico a los imitadore de:


Y esto no es broma. Sí, soy un tipo complejo.

domingo, 18 de julio de 2010

Escena de cama

Como bien a dicho A., ésta sí que es una verdadera escena de cama.


Monkey Kung Fu, 1979

Una de esas escenas que me recuerdan a mi infancia, unos años plagados de películas de chinos, películas del oeste italianas, pajares y estesos varios, humprey bogart, películas de espadeo, duos dinámicos, manolos escobares, telenovelas brasileñas, extraterrestres con cremalleras, fruittis, delorians y varias y muchas cosas más metidas a presión en un cerebro en formación.

Por cierto, escena encontrada viajando por las redes infinitas del imprescindible El blog Austente.

jueves, 15 de julio de 2010

Informáticos

Si ya por naturaleza soy tonto (y pronto explicaré el origen de mi tontura) esta serie está provocando suicidos masivos de mis neuronas y colapsos cerebrales que impiden una correcta circulación de la sangre y el oxígeno.


Una de esas series basadas en un humor absurdo, fácil, surreal y, en ocasiones, escatológico con el que me siento tan identificado.

lunes, 12 de julio de 2010

Resumiendo La Odisea. Primera clase.

Entrada recuperada, ampliada y espero que mejorada del difunto blog Ceniza sobre papel.

- Buenos días, mis apreciados alumnos.
- Buenos días, señor profesor.
- Bienvenidos a la primera, pero no única clase de literatura universal en fáciles resúmenes.
- Bieeeeen.
- El objetivo de esta clase...
- Perdón, señor profesor.
- Sí, alumna de espectacular físico que desde ya está aprobada.
- Le he traído una manzana para desayunar...
- ¿Me traes un tubérculo? ¿Sólo un tubérculo? Estás suspendida...
-... pero se me ha caído dentro de los pantalones y no puedo sacarla.
- No importa. Quédate después de clase y hablaremos de tu comportamiento.
- Sí, señor profesor. He sido una niña mala.
- Y tanto... ¿Por dónde iba?
- Por la tercera rayola a la izquierda a punto de dar el giro de ciento ochenta grados y volver sobre sus pasos.
- Cierto, cierto... pues como decía, está asignatura, que proporciona diez créditos de libre elección, puntos canjeables en las librerías adheridas y tres bulas papales que exhonera de pecados de la carne, es proporcionar herramientas a sus alumnos para poder mantener conversaciones sesudas e interesantes sobre libros que no se han leído.
- ¡¡¡Oh!!!
- Esto se conseguirá mediante resúmenes de las obras elegidas, apreciaciones críticas y algún que otro comentario pseudointelectual si lo que les apetece es que le consideren énfants terribles de la crítica literaria.
- ¡Qué interesante!
- Y qué bien habla...
- Y qué atractivo que es el profesor.
- Con ese culo.
- Y esas piernas.
- Lo sé, alumnos, estoy bueno, soy atractivo y me desean, pero no solo hemos venido para que babeen por mí. También estamos aquí para llenar su cerebros de datos inútiles, así ques saquen sus bolígrafos, libretas y cosas de ésas y empiecen a apuntar mis sapientísimas palabras. Tú no, muchacha de la manzana, tú puedes seguir dando saltitos para ver si la manzana cae de sus pantalones.
- ¡Qué dominio del lenguaje!
- ¡Qué precisión!
- ¡Qué culo!
- La Odisea será el objetivo de nuestro primer resumen ya que se trata del origen de la literatura occidental y, con seguridad, la obra literaria que mayor influencia ha ejercido en su historia. Influencia indiscutible que deberán poner en duda si quieren pasar por listos en las reuniones sociales. Primer dato que deben conocer, aunque existe una ligera polémica al respecto, la tradición dice que La Odisea la escribió un señor llamado Homero.
- ¿Quién?
- Homero.
- ¿Cómo se escribe?
- Sin jotas.
- ¿Y como era este tal Homero?
- Así. Pon la diapositiva, pelota.
- Sí, amo.

- Vaya con Homero.
- ¡Cómo está!
- ¡Y qué cantidad de talentos!
- Tranquilas y tranquilos. Pues Homero nació y murió en un lugar llamado Grecia...
- ¿Qué es Grecia?
- Es un país de Europa famoso por un plato a base de berenjenas, un yougur, las viejas cejijuntas, las casas blancas y porque las prostitutas no trabajan nunca en domingo.
- ¿Nada más, señor profesor?
- Nada más.
- Pues mi padre dice que la cultura griega ha sido una de las más importantes de la historia.
- ¿Y quién es tu padre?
- Pues un señor que se puso encima de mi madre y sufrió estertores y tiene tres carreras y es muy listo y dice palabras como "ergo", "yuxtaposición" y "bolardo".
- Pues tu padre habla mierda, niño.
- Sí, señor.
- La cultura griega es seguramente la cultura más sobrevalorada de la historia. ¿Qué ha aportado a la historia? A parte de la filosofía, una idea de democracia muy sui generis y la sodomía, ¿qué más a aportado Grecia a la cultura occidental? ¡Pero si la mayor parte de su tradición artística la robó a los egipcios! Sus dioses son de origen egipción, su sistema político inicial, su escultura, su afición por pintarse como fragatas en plena decadencia...
- Pero...
- ¡Pero nada! Si todo lo tiene roto y es una lástima. Todo, hala, destrozado. Suerte que los ingleses y los franceses se llevaron parte de sus edificios para mantenerlos limpios y conservados. Pero bueno... no podemos cambiarlos... por algo están como están... por incompetentes... "La cultura griega es importante", sí claro. Montárselo con jovencitos y despreciar a los que no son griegos los hace muy importantes, muy guais y modernos.
- Señor profesor...
- ¿Sí, pelota?
- Su medicación, amo. Y la cabeza entre las piernas dentro de esta bolsa de papel y ya le voy yo abirendo vetas en la piel...
- Gracias, pelota.
- Las suyas, amo.
- ¡Qué pasión!
- ¡Qué genio!
- ¡Qué culo!
- Ya estoy mejor... venga... siga saltando, manzanita, no lo deje... bien... céntremonos... La Odisea... Pues bien, La Odisea es un poema épico...
- ¿Qué es un poema épico?
- Un poema épico es algo que explica cosas muy importantes.
- ¿Cómo mi facebook?
- No, cosas importantes sobre gente que está muerta.
- ¿Cómo el facebook de mi abuelo?
- Sí, pero en verso.
- Que rollo...
- Y es muy largo. Mucho. Y se divide en partes llamadas Cantos y cada canto pues explica una cosa diferente que le pasó al protagonista, Ulises.
- ¿Tiene facebook Ulises?
- No, no tiene facebook. Es un personaje ficticio.
- Dios también es un personaje ficticio y tiene facebook.
- ...
- Y el otro día puse google en el google y no provoqué una bucle infinito que destruyese internet y por añadidura todo el mundo conocido.
- Bueno, continuemos. Pues La Odisea narra la aventuras de ese tal Ulises, que no tiene facebook ni blog ni twitter ni mierdas de ésas, después de La guerra de Troya.
- ¿Qué es la guerra de Troya?
- Buff... es verdad... si os tengo que poner en antecedentes... a ver... La guerra de Troya fue una guerra que se entabló entre griegos y troyanos...
- ¿Por qué?
- Porque el príncipe troyano Paris...
- Como la ciudad.
- Sí, pero sin el acento. Pues Paris se lio con Helena que estaba casada con Menelao.
- ¿Por qué?
- Pues supongo que se casaron porque se querían, o ella buscaba un buen partido, o él una buena dote...
- No, ¿por qué se liaron Paris y Helena?
- Porque Helena según parece estaba buena que te cagas y se lo había prometido una diosa.
- ¿Por qué?
- ¿Y qué diosa?
- A ver... había tres diosas que participaron en un concurso de belleza... ¿y si esto lo dejamos para la próxima clase?
- Vale.
- Seguiremos con los antecedentes antes de ponernos con el resumen de La Odisea.
- Es muy interesante todo esto, ¿verdad?
- Sí... ¡y el profesor es tan guapo!
- Deberes... para el próximo día me traéis un mapa donde aparezca localizada Grecia, un termo de café y fotos de las muchachas que creáis que son las más hermosas de la historia.
- ¿Y eso por qué?
- Porque lo digo yo. Hasta el próximo día. Y ahora...
-¡FIESTA EN LA PLAYA!


sábado, 10 de julio de 2010

Sobre la optimización

Llevo un tiempo disperos. Demasiadas cosas que escribir en demasiados sitios distintos. Por eso, y con un dolor enorme en el costado que no es producto de la flecha que me he clavado jugando con un gato de peluche (no preguntéis) he decidido borrar el blog llamado Ceniza sobre papel. ¿El motivo? Pues el expuesto más arriba. No llego, no tengo tiempo y era un blog mal planteado y que no sabía qué hacer con él. Rescataré algunas de las entradas que en él escribí porque me siguen haciendo gracia, pero con dos blogs y medio es suficiente.

Así que he decidido opmitimar mis escasos recursos mentales y centrarme en ofrecer dos blogs. Uno el poti poti general que siempre ha sido este y el de las reseñas sobre literatura juvenil. Y ya está. Bueno, y las colaboraciones en el blog de La partida del lunes, claro. Durante un tiempo estuve de subidón y pensé que podía con todo. Y no puedo. Mejor poco y bien, que mucho y mal. Rectificar es de sabios y dar explicaciones no es necesario, pero se agradece. Sobre todo para los que seguían aquel blog.

Así que el blog ya está eliminado, todo rastro fuera de circulación y a las mariposas que ya tenía. A cuidarlas y engordarlas. Mañana engordaré este blog con una de las entradas del ya difunto Cenizas. Aquella en la que hablaba de Homero y la Odisea.

martes, 6 de julio de 2010

A punto de cabreo

Hoy he sido casi, casi, casi muy desagradable con una clienta. Y no ha sido nada premeditado, ni que tuviera un mal día, ni que sea clienta a la que se le tiene ojeriza, ni que ella ha tenido que pagar el pato de haberme enterado de la muerte de mi compañero en tantas guardias a manos de unos narcotraficante justo cuando sólo le quedaban tres horas para la jubilación y que fue como un padre para mí y me enseñó todo lo que sé sobre cómo sobrevivir en las calles y desarticular familias enteras de narcos sólo con la belleza de mi cuerpo ya que gracias a él perfeccioné hasta el escándalo mi papel de chica del ganster y mi dominio de seiscientas técnicas sexuales diferentes para alcanzar el goce extremo sin necesidad de tocarse mutuamente y las trescientas formas de matar a alguien con un dedal, un chococrispi y una escopeta de cañón recortado cargada.

Foto de mi etapa como chica florero de ganster aunque en verdad agente policial encubierto. Fue una etapa muy rara y muy confusa de mi vida.

No. Ni siquera estaba de mal humor porque me hubieran rallado el coche o puesto una multa.

No tengo coche.

Estaba como se está un martes por la mañana; deseando que llegue el día de fiesta, pero con relativo buen humor. Entraba los primeros libros de texto que nos están llegando e intentando obviar el desorden que domina e impera el almacen (le tengo unas ganas de meterme ahí dentro con bolsas y papeles para tirar...) cuando alguien ha entrado en la sección infantil. Era Silvia, compañera librera, con una madre y su hijo. Buscaban lo que se busca en esta época: un libro en catalán y un libro en castellano para hacer las fichas de las lecturas obligatorias de verano. Al menos, en esta caso, el chaval podía elegir lo que quisiera. ¿He dicho que podía elegir? Ja.

Porque la madre desde que ha entrado en la sección que ha empezado con una serie de perlas que estaban acabando con la paciencia de Silvia y que luego agotó en un plis la mía. A ver, es que al chaval no le gusta leer. Así lo ha declarado solo entrar.

- No me gusta leer. Algo corto.

Y Silvia le buscaba algo corto y le preguntaba qué le parecía, o qué le gustaba, o qué le apetecía. Pero el chaval no contestaba. ¿Y por qué? Porque la madre ha empezado a contestar por él.

"Este no, este tampoco, muy largo, no lo va a enteder, ¿de estos de ir para adelante y para atrás? muy complicado, si es que es tonto, si no le gusta leer, ese no, mira que a ver si luego me van a decir algo en el colegio, ese no, ese es feo, ¿no tienes más?, ¿sabes cuál le gustaría? los que me gustaban a mí, o los cinco o genoveva de brabante, es que no le gusta leer, que este no, muy largo, demasiada letra, poco dibujos, muy largo, diez euros, demasiado caro, muy largo, si es que el hijo mío es tonto, tú calla que me ha preguntado a mí, muy largo, no, no, no, no, no, no, no, no, no, muy largo, si es tonto, si no le gusta leer, otra vez este, demasiado largo, no me estás ayudando mucho, largo, muy largo, demasiado largo..."

Decidí salir a echar una mano a Silvia (a la que veía que empezaba a desenfundar su katana mataclientesquenosedeciden).

- Oye, chaval, ¿pero tú qué tipo de libro quieres?- dije pasando de la madre que seguía repitiendo lo de que no le gusta leer y que es tonto.
- De intriga, que sea divertido.
- ¿Qué te parece éste?

Del gran Roberto Aliaga con ilustraciones de genial Roger Olmos.
Novela estupenda de las estupendas de verdad y unos de mis libros para el verano, el otoño, el invierno, la primavera y el verano.

- ¿No es muy corto? - interviene la madre - es que no quiero que luego en el colegio me llamen la atención las profesoras con que el niño no lee.

Vamos... hasta aquí... Ahora es corto... ahora es corto...

- Mire, señora, es que nos lo está poniendo muy difícil. Quiere un libro que sea corto, pero no demasiado para un niño de doce años que no le gusta leer, pero que salgan dibujos, pero no demasiados, que no sea caro, que le guste a su hijo y con el que no le llamen la atención a usted. No nos deja mucho margen. Este es un muy buen libro de aventuras y por si no ha escuchado a su hijo, ha dicho que sí, que le gusta.
- Pero es que claro luego no quiero que digan que soy una mala madre y que su hijo no lee...
- Bueno, pero el libro lo tiene que leer él y le tiene que gustar a él.
- Ya, pero que sea apropiado... no quiero que luego vayan diciendo las profesoras cosas de mí. Parece que no me querais ayudar.

Uy, uy uy lo que m'ha dicho.

Entonces, cuando ya estaba a punto de sacar mi lengua afilada y mi famoso ingenio destructor a paseo, cuando iba a empezar a hablar de silencio y de que dejase hablar a su hijo, de que si tuviera otra madre seguro que al niño le gustaría leer, se me apareció mi ángel de la guarda para poner orden y cordura y propiciar una salida tranquila por el foro.


- Joder, ángel, como has cambiado desde mi infancia.
- Es que los tiempos cambian y tu cerebro se llena más de mierda y sustancias extrañas. Yo me encargo. No abras la boca, todavía la vas a cagar.

Y vaya si se encargó. La señora se calló, el niño salió contento con el libro y otro más, Silvia respiró tranquila y yo volvía a mi cubil en el almacén.

Señor, señor... y pensar que si hubiera dejado hablar a su hijo lo hubieras resuelto en tres minutos y no los VEINTE que nos llevó toda la historia.

viernes, 2 de julio de 2010

Solo un sueño o el sentido de mi vida

Ya sabéis que mis sueños suelen ser complicados, cinematográficos, detallistas y extenuantes. Ahora, a todo eso se le debe añadir un nuevo adjetivo que dejo a vuestro discernimiento. ¿A qué viene esto? Pues nada, el lunes por la noche tuve un sueño.

Soñé que Natalia, amiga, misántropa y librera,

Como no tengo permiso para poner una foto suya, pongo una de Anne Sexton esperando que no le moleste. Es que al pensar en una escritora, pues me ha venido a la menta ella.

junto con G.K. Chesterton, escritor, crítico, genio y padre del Padre Brown,


junto conmigo mismo
Yo versionado por el gran Pablo Auladell.
Pablo, ¿tú me has visto, no?

estábamos sentados en el suelo de una gran sala con enormes ventanales, tomando café y discutiendo amigablemente. Bueno, Natalia y Chesterton discutían y yo intentaba llamarles la atención. ¿El tema de la discusión/debate/intercambio de ideas?

El sentido de mi vida y mi existencia.

O sea, si yo, Jorge Jiménez del Moral, tengo sentido o no. Si mi vida y mi existencia tiene algún significado profundo, algún sentido real en el marco del mundo contemporáneo, o si en verdad mi vida es absurda y carente de todo propósito.

Natalia defendía que, aunque ella desconocía si mi vida tenía sentido, estaba segura de que algún propósito o razón para existir tenía porque algo tan absurdo como yo no podía ser solo azar en un universo donde se había demostrado que hasta lo más abyecto y repulsivo tenía una lógica y un significado.

Chesterton decía que yo era algo absolutamente absurdo en un mundo con sentido. Que en el momento actual en el que todo tenía sentido, en el que se habían desvelado los grandes misterios de dios, el tiempo, la física y el propósito último y verdadero de todo, mi vida, mi existencia y mi sentido eran lo único que quedaba por descubrir. Que yo no era más que una aberración sinsentido. Simpática, pero carente de lógica.

Por mi parte, yo no sabía si sentirme halagado porque dos personas tan ilustres como esas discutieran sobre mi vida, u ofendido por todo lo que implicaba.



Por cierto, me desperté antes de que llegaran a alguna conclusión.