martes, 2 de abril de 2013

Despedida, que no cierre

Después de algo más de cinco años de blog y casi ochocientas entradas, ha llegado del momento de dejarlo descansar una larga temporada. Como habéis podido ver, el ritmo de actualización ha descendido mucho y el interés que podía tener todo esto, también. ¿Cuál es el problema? El peor.

Escribir el blog ya no es divertido.

Y si algo he repetido en estos años es que cuando dejara de ser divertido, bajaría la persiana, echaría la llave y a otra cosa.

El problema es que el tiempo pasa, he ido cambiando y no he sabido acompasar estos matices a mi cambio convirtiendo el blog en algo que me daba la sensación de estar fosilizado. Quizá cinco años son demasiados. Toca renovarse, pero no sé como renovarlo sin que acabe siendo lo mismo. Supongo que se ha agotado la fórmula.

¿Esto es un adiós? No, porque el blog no se cierra. Se suspende, se crioniza, se va de vacaciones indefinidas al caribe a beber ron, pasear mucho, conocer gente y buscar algún tesoro pirata. El blog y quien esto escribe volverán, pero de otra forma. ¿Cuándo? Puede que dos días, puede que dos meses, puede que dos años. Ya veremos.

Hasta pronto, y gracias por el pescado.