Dos carteles, dos títulos, la misma película.
Naturalmente, la película me ha encantado.
Es una maravilla del terror y la ambigüedad y una película preciosa (maravillosa la fotografía de Arthur Grant).
Sí, he dicho preciosa.
En el mismo sentido que es preciosa Quien puede matar a un niño, No profanar el descanso de los muertos y Mil gritos tiene la noche o esa preciosidad el terror contemporáneo que es Oculus.
Pero de esta concepción de la belleza cinematográfica ya hablaremos otro día.
Y una vez acabada la película me he sorprendido volviéndola a ver y capturando momentos. Buscando esas imágenes y miradas que aún ahora recuerdo y que creo que es lo que me llevaré de la película.
Esta última se va directa a fondo de pantalla.
1 comentario:
todo lo qu edices es apetecible, así que la veré este verano de seguro :D ¡GRACIAS!
Y hablando de capturas de pantalla hermosas, hay una película nueva al estilo de las antiguas que se llama "The love witch" y es un poco rollo de ver, pero bonita de mirar ;)
un abrazo fuerte!
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