domingo, 29 de septiembre de 2013

Cri cri cantaba el grillo

Tenemos un vecino nuevo. Vive en el árbol enfrente de nuestra habitación. Es un grillo soltero y sin compromiso que por las noches de once y media a cinco de la madrugada busca novia.

Solo busco a alguien que me quiera.

Canta y canta. Cricri y crici durante horas y más horas. A mí no me molesta. La verdad es que el canto del grillo me relaja y desde que nos ofrece una serenata cada noche duermo mejor. Pero A., mi querida A., no lo lleva tan bien.


Y resulta curioso, porque A. es capaz de dormir hasta en un concierto de black metal al lado del batería. Pero desde hace cinco noches, nada. Da vueltas y vueltas, bufa, se cabrea y amenaza con incendiar los árboles de la calle y supongo que más rabia le debe dar verme a mí bien dormidito, con mi parecido con Cary Grant, roncando de forma sensual y atrapado en mis sueños de zombis, krakens y heroínas de imposibles armaduras.

¿Y por qué atormenta el grillo tanto a A.? La teoría que barajamos es la venganza. Hace unos días A. estaba barriendo uno de los balcones, creyó ver una cucaracha, odia las cucarachas y escobazo para la calle. A partir de esa noche, el grillo que canta. Tres opciones.
1. O es el mismo grillo que dijo ahora te vas a enterar cabrona por intentar matarme, o
2. Era la futura novia del grillo y por joderle el plan, canta que te canta hasta provocar la locura de la asesina.
3. Es el fantasma del grillo que ha vuelto del más allá grillesco para atormentar a A.

Sea como sea, empieza a estar desesperada.

Seguiremos informando.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Resumiendo la Odisea. Segunda clase

- Buenos días, alumnos.
- Buenos días, señor profesor.
- Después de más de tres años perdidos en una dimensión plagada de monstruos y batidos de banana caníbales porque alguien no supo estarse quieto y no juguetear con portales que no son suyor... y no miro a nadie...
- ¿Y yo qué sabía?
- ... continuamos con nuestra clase resumiendo la Odisea para que tengáis las herramientas necesarias para hablar de ella sin necesidad de haberla leído.
- ¡Bieeeeeen!
- El profe sigue igual de guapo.
- Diría que se ha engordado.
- Sí, pero de un modo sexi.
- Apetecibles lorzas sensuales en las que untar mayonesa y frijoles para jugar al arbitro y la doctora.
- Uuuuuuuh.
- De acuerdo. Abrid el libro por la página cuarenta y seis y dibujad un pene en la frente de Shakespeare. ¿A qué queda gracioso?
- Sí.
- ¡Qué bueno!
- ¡Shakespolla!
- Pues ahora cerradlo y pinchad sobre el enlace para recordar la clase anterior.

- Mialos que guapos los novios.
- Sí, sí, sniff, sniff.
- ¿Y quiénes son?
- Ni puta idea.
- ¿Ya está?
- ¡¡¡¡Sí!!!!
- ¿Os ha quedado claro todo hasta ahora?
- Sí.
- ¿El qué?
- Que Homero estaba como un puto dios.
- Exacto. Continuamos. Antecedentes de la Odisea. El juicio de Paris.
- Como la ciudad.
- Pero sin acento.
- ¡Qué listo!
- ¡Cómo habla!
- Pos enresulta que en Grecia, ese lugar sobrevalorado e innecesario para la historia de la humanidad así en general, había muchos dioses. Pero muchos. No se sabía muy bien de dónde venían. Unos dicen que eran viajeros del futuro con habilidades mejoradas genéticamente. Otros que sencillamente eran unos jetas que se aprovechaban de que los griegos en general fueran tontos. Sea como sea, eran los putos amos.
- Profe...
- ¿Sí, niño con cara de rata?
- ¿Cómo Los sopranos?
- No digas gilipolleces. Son dioses, no una serie de la HBO con guiones de hierro, brutales intepretaciones y una complejidad moral heredera de Dostoievski. Eran dioses. Inútiles que solo follaban, castigaban o mataban.
- Vale, vale...
- Pues eso, que como todos los dioses se aburrían y se dedicaban a meterse en absurdas discusiones. Una de las más famosas es la que implicó a tres diosas: Atenea, Hera y Afrodita.


 y a un príncipe que hacía honor a todos los príncipes, Paris.
- Como la ciudad.
- Pero sin acento. Y como vuelvas a hacer el chiste te comes tus piernas.


- Pues todo empezó en la boda de Peleo y Tetis...
- Ji, ji, ji. Tetis ha dicho...
- ... a las que se invitó a un montón de gente y todos borrachos y tal. A los dioses también. A la única que no se invito fue a Eris, diosa de la discordia a la que gustaba malmeter e ir diciendo eso de tas enterao de lo que dicen de ti, pues anda que esa va fresca, mira yo no sé nada, pero yo que tú...
- Qué mal rollo.
- Mucho. Eris era malrrollera de naturaleza. De ir mirando por las ventanas, escuchar lo que dicen en la peluquería y comentar en la cola del pan. Pues a la boda no la invitaron y se dijo, pues vais a ver tos vosotros, dioses de mierda.
- Profe, profe, profe.
- Dime, espectacular pelirroja*.


- Que digo yo que esos Peleo y Tetis muy listos no son.
- Justifica tu respuesta.
- Que puestos a no invitar a alguien, pues no invita al dios del perdón, al dios de los pues no pasa nada o al de a mí me da igual. Digo yo que mejor invita a los que te pueden joder.
- Claro. Porque siempre pasa igual. En otra historia unos reyes invitan a todas las hadas que conocen, menos a la que si no invitan se va a resentir y putear. ¿Y eso qué nos enseña?
- Que dioses y reyes son idiotas.
- Muy bien. Hoy tendréis treinta segundos más de patio.
- ¡¡¡Bien!!! El profe es cojonudo.
- Y tan guapo.
- Bueno, pues que estaban todos en la boda que se besen, que se besen, y bebiendo, y los niños correteando y la abuela bailando encima de la mesa con las enaguas al aire y todos diciendo qué guapa la novia y tal, cuando aparece Eris y dice pues sus voy a joder la fiesta. ¿Y qué creéis que hace? Venga, braaaaaaaainstorming.
- Le quema el vestido a la novia.
- Se mea en el ponche.
- Contrata a una tuna para que cante durante tres horas.
- Tira el pastel al suelo.
- Mata a la abuela a golpes y luego obliga a la novia a comérsela mientras el novio sodomiza a un caribú.
- Grandes ideas, pero no. Lo que hace es ir a la mesa donde estaban los dioses y les lanza...
- Una bomba.
- Una cagada de cabra.
- Una cabeza humana.
- No, alumnos. Una manzana de oro.
-...
-...
- Pues vaya mierda. Eso no sangra ni nada.
- Los dioses se la quedan mirando mientras murmuran qué coño hace esta. Entonces Eris se los queda mirando y dice, la manzana es una regalo. Para quién, preguntan los dioses. Bueno, lo preguntan todos menos Baco que estaba ya como una cuba y dormía entre sus orines en el suelo. ¿Para quién?, dice Eris en plan interesante. Pues la manzana será pa la diosa más guapa. Y se larga.
- Menuda chorrada.
- Chorrada, sí. Pero efectiva. Recordemos que los dioses son idiotas. Así que se ponen y quién es la más guapa de las diosas.
- ¿Y a quién importa?
- A nadie, pero los dioses se interesan por temas intrascendentes. Háblales de agricultura o de curar enfermedades y la la la la, aquí no estamos. Pero diles que participen en un concurso de belleza, y todos a hostias.
- ¿Y al final quién es la más guapa?
- No se pusieron de acuerdo y tras mucho discutir y pelear quedaron tres finalistas. Atenea, Hera y Afrodita. Y estas tres se pusieron delante de Zeus y le dijeron, venga elige la más guapa.
- ¡Qué marrón!
- Pero Zeus mostró inteligencia y dijo que él las encontraba guapas por igual.
- Cobarde.
- Prudente. Piensa que se enfrentaban su hija, esposa y tía rara.
- Mejor no ponerse por medio.
- Imagina lo que serían las cenas de navidad. Así que Zeus decidió pasarle el marrón a otro. ¿A quién? A un príncipe que para matar el tiempo y dilapidar la fortuna familiar jugaba a ser pastor. Paris, hijo de Príamo rey de Troya. Así que Zeus dijo, Hermes te buscas a Paris y que se venga. Y así lo hizo y Paris se presentó y tras una larga deliberación eligió a la más guapa.
- ¿Quién?
- Eso en la próxima clase. Ahora, ensayo en el gimnasio del musical de fin de curso.
- Oooooooooo
- Sus calláis y a mover el culo.


*¿Mejor, Jordi?

domingo, 15 de septiembre de 2013

Inicio de curso

El principio del curso escolar siempre es duro.
Y lo es más cuando un distribuidor de libros te deja pendientes mucho más de trescientos libros de texto con fecha aproximada de entrega unos días antes de volver al cole.
Esto implica más de trescientos lotes de libros incompletos.
Más de trescientos niños que puede que no empiecen el curso con todos los libros.
Lo que lleva consigo a unos cuantos progenitores que...

... bueno, lo de todos los años.

Pero este año se juntó en la misma tarde
* Ingentes paquetes llenos de libros que HABÍA que entrar.
* Inmensas colas que se formaron a las cinco de la tarde y no disminuyeron hasta las nueve de la noche.
* Libros que desaparecen y que vuelve a aparecer cuando el cliente ya se ha ido.
* Tres niños pequeños en plena pataleta llorando a la vez. Repito, a la vez.
* Niños que gustan de reproducir el rodaje de Apocalipsis Now en la sección infantil.
* Padres enfadados porque no ha llegado el cuadernito del tercer trimestre de su retoño que empieza P3.
* Un cd rayado que nadie tiene tiempo de quitar.
* Continuas discusiones de quién va ahora, voy yo, no voy yo, se ha colado, narices he pedido tanda y nadie ha contestado, lo que diga, que sí.
* Adolescentes masculinos que hablan para adentro y cuyo cerebro va leeeeento y procesa despaciiiiito.
* Adolescentes femeninas que discuten con los mensajes que reciben en el teléfono y muy serias si van solas, pero si van acompañadas se ríen de todo (o de nada).
* Tipos que buscan un libro que vale 16,95, creo. Pero no recuerdo ni título, ni portada, ni color, ni editorial, ni dónde lo vi. Pero no habrá tantos libros de esos, ¿no?
* Abuelas que dicen "Nen, nen, nen, nen, nen" y te tocan con un dedo huesudo.
* Algunos gritos, alguna bordería por ambas partes, algún momento en que los nervios empiezan a torcerse.
* otros.

y acabé el día deseando tener cargadores infinitos, agilidad demoníaca y un infinito cansancio que me hacía llegar a casa, quitarme los zapatos y fusionarme con el sofá para olvidar por unos breve momentos que en la librería el inicio de curso dura hasta mediados de octubre.

domingo, 8 de septiembre de 2013

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Russell, Belmonte y Haendel

El sueño que tuve anoche.

Después de tener una fuerte discusión con el fantasma de mi abuela por no querer integrarse con los fantasmas de las otras abuelas que había en la playa, me voy casa y me pongo a trastear por youtube. De vídeo en vídeo acabo viendo un making-off de una película de Ken Russell

El señor Russell en 1971

que no conocía. No es raro porque tampoco soy un gran fan de la obra de Russell aunque tiene cositas interesantes y simpatizo con los provocadores. La película desconocida era uno de sus biopics excentricos, exhuberantes e irritantes. ¿Sobre quién? Sobre el torero Belmonte

También conocido como El Pasmo de Triana.

Me quedo fascinado con el making-off y la fuerza excéntrica de Ken Russell, pero lo que me pasma más y me deja anodadado ante la pantalla es que a Belmonte lo interpreta una actriz. Y no era Glenda Jackson, si no que para mi asombro era una adolescente A. Sí, mi A. trabajando en Inglaterra a las órdenes de Ken Russell e interpretando a Belmonte. Y el pasmo era mayor cuando veo que la escena en la que trabaja es una fantasía onírica en la que Belmonte se siente desplazado del mundo y hastiado del mundo de los toros se va a vivir con una familia de perros dálmatas convirtiéndose en un cachorro más

Mismamente como estos.

Todo aderezado con una cámara epiléptica y música de Haendel.

En concreto, esto.

Mientra alucinaba viendo a A. hablando con Ken Russell y Jeremy Irons, que interpretaba al apoderado, pintada como un dálmata con capote y montera, la A. que vive conmigo me pregunta qué estás viendo.
- ¡Te estoy viendo a ti en una película de Ken Russell!
- Ah, sí, qué gracia, ya no me acordaba de mi etapa como actriz juvenil en el cine inglés.
- ¿Por qué no me habías dicho nada?
- No sé, no me acordaba.  ¿Vamos a hacer la cena?

Y me desperté.

Y no, no recuerdo que cené, pero no fue algo pesado, ni denso, ni de mala digestión. Las cositas que tengo en la cabeza que me suelen formar sueños con trama, secundarios, banda sonora, subtítulos y ahora making-off. Hay momentos que me comería a besos a mi subconsciente.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Entre otras cosas...

... estos quince días hubo una fiesta mayor. Y si el concepto fiesta de por sí ya me parece horrible, si al lado le pones un "mayor" me provoca rictus, dolores, cansancio y mal humor. Sobre todo porque vivo en el centro de la ciudad, en el meollo, en el propio cogollo con todo lo que supone de música, lugar de paso, cercavilas, conciertos, pseudocantautores, karaokes populares, diables, borrachos, cantantes improvisados, el estridente y molesto sonido de las grallas a las ocho de la mañana y a las dos de la noche y la alegría popular de una semana de celebraciones. A A. y los nenes les encanta la algarabía y el jaleo. En cambio, un servidor en algunas ocasiones solo soñaba con tener un par de pistolas de esas tan chulas con cargadores infinitos que salen en las películas de Hong Kong.

... ha empezado la temporada de texto de verdad y ya he recibido la primera amenaza.
- Como no me traigas el libro antes de que empiece el curso te acordarás de mí, ¿me oyes? Te acordarás.
Y es que no llevar un cuadernito el primer día de P3 marca a cualquiera para toda la vida. Es un estigma que el pobre crío no podrá quitarse de encima y lo perseguirá siempre. Nada de una buena carrera, nada de conocer el amor verdadero más allá de la barra del bar y una mamada de tres euros. No llevar el cuadernito de lectoescritura del tercer trimestre el primer día de clase convierte a cualquiera de forma inmediata en un fracasado con muchas posibilidades de no aprender a atarse el botón de los pantalones en la puta vida.

... se me ha caído el teléfono móvil al suelo y se ha roto. Y, oye, qué descanso más grande es no estar conectado todo el santo día.

... uno de los gatos se cayó por el balcón de casa. Unos doce metros. ¿Resultado? Una pata rota, un poco de daño en el morro y un susto para todos del cagarse. Veterinarios, operaciones, carreras. Al final, el gato bien. Roba, abusa y mangonea como siempre.