martes, 27 de abril de 2010

Sobre el oscuro mundillo teatral

Buenas,

las devoluciones bien, gracias. Acabamos de empezar y no sé si algún día acabaremos. Con el tema de la lluvia en Sant Jordi nos han sobrado más libros de los que esperábamos y las devoluciones serán mucho mayores. Más cajas, vamos. Hoy hemos empezado y...

pero no era de esto de lo que quería hablar. Hoy toca teatro. Por dos motivos.

UNO

En estos últimos días me he tragado más de cuarenta obras de teatro en formato DVD o formato raro de la hostia que sólo se puede ver por ordenador. ¿El motivo? Los amigos del Teatre de l'Aurora de Igualada me pidieron si podía ver esas obras y votar las que me gustaran más y que podían programar en el teatro. Estas obras se presentaron en el concurso que organiza la RED (¿qué es la RED? Pinchad aquí y os lo explican muy bien) llamado el Circuito. Vamos, que se presentan las compañías y si salen las más votadas pues tienen un número de bolos asegurado. Pero para votarlas alguien tiene que ver esas obras. Y sí, me toco a mí junto con el buen compañero de Lluis. En total nos tragamos entre los dos un centenar. Y llegamos a algunas conclusiones:

1. Ninguna obra nos entusiasmó. Algunas gustaron bastante, otras un poco, la mayoría dejaron indiferentes, algunas aburridas y otras repugnantes.
2. Hay una gran afición en que los hombres aparezcan con corpiño, zapato de tacón alto y mariposeen por el escenario.
3. Hay un abuso enorme de la proyección y los recursos multimedias. Ya basta.
4. Ver un espectáculo donde un actor se orina en escena, llena un bote con su pís, le pone un dosificador y lo esparce por la sala para acto seguido hacerse una paja y dos hombres lo entierran no es agradable. Será teatro experimental, pero es desagradable.
5. Mucha tierra. Mucha. Cantidades industriales de tierra en escena. ¿Es que nadie piensa que luego alguien tiene que limpiar el teatro?
6. La provocación por la provocación no es provocación es tontería.
7. Ver un espectáculo donde una chica aparece desnuda llena de sangre (supongo que falsa, pero con estos del experimental nunca se sabe) y empieza a chillar o algo así y a llenarse de tierra (creo) y de tinta, tampoco es agradable.
8. El espectáculo que más gustó es ese en el que los actores eran actores, el texto era un buen texto y procovaba una reacción maravillosa en el espectador.
9. Muy interesantes las propuestas de las primeras compañías. Sobre todo las chicas.
10. Ver a un actor sentado en una silla durante una hora y media soltando un rollo increíble mientras lo enfocan y desenfocan es aburrido.
11. Basta de monólogos sobre madres e hijas. En serio, todos dicen lo mismo.
12. A pesar de lo que temía, no he sufrido grandes daños mentales. Alguno hay y creo que un par no son del todo irreparables.
13. A algunos actores. Hay una cosa que se llama clases de dicción. Otra que se llama impostar. Otras que se llama utilizar la voz. En serio, funcionan. Que la obra sea pretendidamente naturalista no obliga a mascullar, hablar flojito y atropellar las sílabas. El oído del espectador lo agradece.
14. A las compañías. Las grabaciones con calidad, por favor. Cambiad de cámara. Y no os paséis con la post-producción. Que esto es teatro y no una telenovela.
15. Eso sí, de vez en cuando te encuentras con espectáculos como éste. Y con actrices como ésta.



Y sólo por eso merece la pena ver tanta obra.

DOS

Por segundo año consecutivo me voy para Lleida para ser jurado en La Fira de Titelles que se celebra en dicha ciudad. Repito lo mismo que el año pasado: soy altamente corruptible así que acepto todas las ofertas. Ya pasaré la correspondiente crónica del evento y de la fantástica e irrepetible actuación de Pere el Grande y un servidor. Si nos han vuelto a invitar es que no lo hicimos tan mal. De jueves a domingo. 30 obras de teatro. Espero que el nivel sea más alto que el anterior, que no nos encontremos obras de genios teatrales y que haya muchas risas, algunas cervezas y sobredosis de patatas bravas. Y un espectáculo como éste. El mejor del año pasado.


domingo, 25 de abril de 2010

Pequeña crónica de Sant Jordi de un librero narcolépsico

¿Qué cómo fue Sant Jordi? Bueno, supongo que quien más o quien menos habrá visto las películas de El señor de los anillos. ¿Recordáis la segunda parte? ¿La escena de la batalla del Abismo de Helm cuando los uruk-hai están sitiando la fortaleza y los héroes no pueden salir y está lloviendo de la hostia y todos están empapados y sus armas también y sólo tienen ganas de que se acabe el día y llegue Gandalf con su palo de luz y todo los malos se vayan y los héroes puedan quitarse la ropa mojada y meterse en la cama y dormir hasta que sea moralmente deleznable?

Pues Sant Jordi fue más o menos así.


Llovió.

Que es lo tercero peor que le puede pasar a un librero el día de Sant Jordi.* Pero vayamos por partes que el día empezó a las ocho de la mañana.

Bueno, mentira. A las siete y veinte que es cuando sonó el despertador. Levantarse. Pipí. Ducha rápida. Vestirse y para la libreria. Cargar las cajas en la furgoneta. Ir a la Plaça de Cal Font que es donde se colocan las paradas con los libros. Descargar cajas... Bueno, lo del año pasado, pues igual.

Un calor horrible. Mal presagio. Cierro la primera venta. Un tebeo de Mortadelo y un libro de economía. Y no, no envolvemos para regalo. Acabámos de montar la parada. Algunos se quedan y algunos se van a la librería. Y a pasar el día. Mucho calor. Y lo agoreros también llamados los listos. Estos no faltan en ninguna parte. Son ese tipo de gente que va en el Titánic y se pasa el viaje diciendo que anda que si esto se hunde y que cuando se hunde dicen eso de si ya lo decía yo. Vamos, la gente que se para a hablar con el librero y dice lo de pues anda que si empieza a llover. Y no uno, sino tres, cuatro, cinco, siete, catorce. Y tanto deseo junto de listos para que llueva provocó que a las cuatro empezara a llover.

Y que todo se fuera a la mierda.

Las ventas iban bien. El día prometía. A. me había traído a la parada un termo enorme de café con leche para ir dosificando la cafeína y que el sueño no construyera un campamento de verano en mí. Lo estaba pasando bien. Se iban vendiendo los libros esperados y alguna sorpresa muy agradable. Sobre las dos me fui a comer a casa y a las dos y cuarenta estaba de nuevo en la parada porque si me llego a quedar un minuto más sentado en la butaca no me levanto. Se van a comer los compañeros y a las cuatro...

- ¿Qué está lloviendo?
Una chica que estaba al otro lado de los libros me mira, veo en sus ojos un atisbo de pena y me dice mientras levanta ambas manos.
- Sí.
- Joooodeerrr.....
Salgo corriendo para el bar donde estaba comiendo el jefe.
- Llueve.
El jefe se levanta. Agarramos los plásticos, los colocamos como buenamente pudimos encima de los libros.Las gotas de lluvia aumentaban en velocidad. Me refugié bajo la carpa. El jefe me dice que en el momento en que deje de llover quitemos los plásticos con cuidado. Claro, le digo.

El único problema es que no dejó de llover. Toda la puta tarde lloviendo con lo que supone eso:

1. Descenso de las ventas.
2. Libros mojados.
3. Cajas de reposición anejadas de agua.
4. Libreros mojados.
5. Y clientes que compran libros.

Sí, porque pese a la fuerte lluvia la plaça de Cal Font estaba llena de gente que deambulaba con sus paraguas chorreantes, se acercaban a las paradas y sin permiso y consideración, alzaban los plásticos que protegían los libros y miraban, tocaban y husmeaban con sus manos mojadas. Alzaban a sus niños y los incrustaban bajo los plásticos para que buscaran el libro que el niño decía querer. Si advertías que vigilaran, que los libros se podían mojar te miraban como quien mira a un esclavo castrado al que le quedan pocas horas de vida y no decían nada, sólo metían al niño más adentro de los plásticos.

¿Y por qué la gente estaba en la calle con lo que caía? Bueno, es que el catalán es un animal de costumbres y una de ellas dice que por Sant Jordi se tiene que salir a la calle a comprar un libro. No importa si llueve, nieva, truena, hay lluvia radiactiva, francotiradores, monstruos gigantes, extraterrestres, soldados romanos perdidos en un tiempo que no es el suyo y que con la confusión se lanzan a una matanza descabellada y ligeramente sobredimensionada. No importa. Hay que salir a la calle y comprar un libro.

- ¡Dios mío! Un kraken está saliendo del río Anoia y amenaza con destruir toda la ciudad de Igualada. - No me importa. Aun no me he comprado el libro más vendido de Sant Jordi
- Entonces te acompaño. No creo que venga de un par de minutos.

Cuando todo parecía perdido, el inefable Capitán Chistorra se abistó por la plaza y soltó uno de sus chascarrillos.
- Tranquilo, esto es solo un chirimiri un poco fuerte.
Abusando de la confianza que tengo con el más grande superhéroe (en todos los sentidos) que jamás de los jamases ha habido le digo si no podría utilizar su superaliento o su superpeo o su superalgo para alejar las nubes de lluvia. Pone cara de concentración y dice algo así como...
- Es que... no sé...
- Por favor, eres un superhéroe.
- Si hacerlo podría hacerlo, pero... es que ahora... bueno... que mi superoído capta que los hermanos Fregona y Fregoneta están atracando una tienda de ultramarinos. ¡Capitán Chistorra al rescate!
Y lo vio alejarse con esa ágil forma de correr que le caracteriza. El agua no sólo le tocaba, sino que llegaba a encharcarse en él.

Las horas iban pasando, la gente comprando, el agua cayendo y los libreros calados. La mala leche, el cansancio y el mal humor se iban convirtiendo en la tónica general. Libros amontonados, agujeros en los plásticos, zapatos que se rompieron, ganas de salir de allí e irse a casa a tomar un chocolate caliente, poner a Billie Hollyday y olvidarse de todo. Lluvia mía, que jodidamente irritante que eres.

Uno de los clientes habituales. Hablamos.
- Si resulta que es sólo una pequeña nube que nos ha tocado de pleno. En el resto de Cataluña no llueve. Por aquí y por Girona.
Encima eso. Dios mío... ¡y para eso el sacrificio de cinco vírgenes la noche anterior para tener el favor de los dioses y que no lloviera! ¡Para eso las marcas de tiza, la sangre de cabra, el fuego purificador y los bailes ancestrales desnudo ante una cámara de vídeo! ¡Para esto tanto esfuerzo, tantos delitos, tantos crímenes y tanta música hortera! Joder... ahora si que estoy cabreado. Hago los sacrificios pertinentes, me porto bien, estoy de humor y se me recompensa con lluvia... Muy bien dioses en los que no creo, la habéis cagado. Me tendré que vengar.

Va pasando la tarde. Una chica pide un libro para su novio que sea muy chorra y que vaya de como hay que tratar a las mujeres. Pero que sea muy chorra, repite una y otra vez. Un señor pregunta si tenemos un libro donde salga un menorquín. Otra señora nos piden el libro Fundamentos de calculo computacional y se sorprende de que no lo tengamos en la parada. Otro señor nos pide una novela larga, pero donde no haya mucho que leer. Un chico me pide una novela de aventuras con un poco de fantasía y le doy una novela de aventuras con un poco de fantasía (sí, a veces las cosas son fáciles). Alguien me pregunta donde tenemos los libros en inglés. Y si no hay en inglés, dónde están los de portugués. Una señora me pide le libro más vendido de Sant Jordi, pero el más vendido de verdad. Tentado estoy de decirle que el libro más vendido es El hombre sin atributos de Robert Musil, pero que aquí no lo tenemos que pase por la tienda. Ocho veces me piden un libro para alguien que no le gusta leer.

Y llueve. Mucho. En algún momento ha aparecido mi madre y me ha traído un chubasquero. Me lo pongo y parezco una versión sin sentido del humor de Bruce Willis en El protegido. Los libros parecen a cubierto y no habrá males mayores, pero la gente no se va. Los libreros de la parada estamos empapados, cansados y de mal humor. Pero poco a poco vamos recuperando el humor. No mucho, pero lo suficiente para acabar de pasar la tarde. Sobre las nueve de la noche deja de llover y empezamos a recoger la parada.

Pocas veces se ha visto en la historia de la humanidad recoger una parada de Sant Jordi de forma tan rápida. A. aparece y nos hecha una mano con las cajas y los bartulos. Sobre las once de la noche está todo recogido y estamos A., mi hermana Mo y yo sentados en una terraza comiendo un bocadillo y quejándonos de que nos duele todo.

Otro Sant Jordi ha pasado. Ahora sólo queda:

1. Deshacer la parada.
2. Hacer albarán negativo y entrar el estoc sobrante de parada en la tienda.
3. Reponer.
4. Hacer las devoluciones.
5. Visitas de los representantes.
6. Comentar cómo ha ido.
7. Oir los mismos comentarios sobre la lluvia.
y sobre todo y muy especialmente la frase,
8. "Pero me harás el descuento de Sant Jordi, ¿no? Sólo han pasado dos días."

Pero de todo eso ya hablaré.

Jorge contemplando con su chubasquero a un gilipollas que seguro que se ira a mirar libros a la parada y los dejará todos bien mojaditos.

* Lo peor es morir. Lo segundo peor es haber montado la parada y darse cuenta de que se ha olvidado los libros.

jueves, 22 de abril de 2010

miércoles, 21 de abril de 2010

Conversación imaginaria entre libreros donde entre otras cosas se habla de ratones

- Librería El orco que lee, ¿dígame?
- Buenas, soy X, de la Librería Odradek. ¿Está Y?
- A ver... un momento...
-...
-...
-...
- Dime X.
- Oye... ¿puedes hablar? ¿no te pillo en mal momento?
- No, tranquilo, está todo tranquilo. La gente se espera al viernes para comprar.
- Dios te oiga, porque si no compran el viernes la cagamos.
- Ya. ¿Y dime, qué querías?
- Pues es delicado... un poco personal... resulta que últimamente...
- Espera... ¿has mirado en ensayo? Perdona, si acaso me pongo en el teléfono del almacén. Hasta ahora.
- Vale.
-...
-...
-...
-...
- Vale, dime.
- Pues mira... me da un poco de apuro...
- Venga suéltalo.
- A ver... esto es confidencial, ¿de acuerdo?
- Sí.
- No lo cuentes a nadie.
- Que no.
- Pues mira... Joder... es que me resulta incómodo.
- Tranquilo coño, que soy yo. A ver... es por algo del trabajo... ¿va mal la librería?
- No, me va como a todos.
- Entonces... ¿la familia?
- No... verás... si ni siquiera es importante... es que me tiene algo obsesionado.
- Dime.
- Verás... estoy teniendo fantasías eróticas con una persona del mundo del libro.
- ¿Una comercial? ¿La de LibrosQueVuelan?
- No, no es una comercial.
- ¿Con una autora? Joder... es normal... a todos nos ha pasado. Viene una autora a firmar libros a la tienda y... vamos... no puedes evitar que la imaginación vuele... me acuerdo cuando vino a firmar libros Laia Fàbregas. Luego las chicas de la librería me dijero que llevaba una cara entre perro apaleado y mono salido. Y a ellas les pasó lo mismo con...
- No, no es eso. Lo de las presentaciones lo tengo superado...
- Pues una autora...
- No...
- Vamos, ¿no has pensado en ninguna autora nunca?
- Sí, claro, en Hitomi Kanehara, por ejemplo. O Pola Oxiamac. O Aixa de la Cruz.
- ¿Quién?
- Publicó una novela con 451.
- O Camilla Lackberg. Me la presentaron cuando estuvo en Can Fanga por lo de la semana negra.
- ¿Conocistes a Camilla Lackberg?
- Estuve semanas obsesionado... mi mujer estaba empezando a perder el sentido del humor... pedazos ojos que tiene... y el morbo que da pensar que puede estar pensando como puede matarte.
- Exagerado.
- Lo que quiero decir es que no te preocupes. Que seas librero no quiere decir que estes muerto. ¿O es que no te fijas en tus clientes?
- Claro, pero no es lo mismo que me pasa a mí.
- Dime.
- No es una autora... Es... bueno, no está viva.
- Una autora muerta. ¿Silvia Plath? ¿Anais Nin?
- No, joder... no es una autora.... es un puto personaje literario.
- Y, ¿y qué? ¿Quién no ha tenido fantasías con personajes? Yo mismo. Me acuerdo de las noches que pasé con...
- Es de cómic.
- ¿Y qué? ¿Te tengo que volver a enseñar mi colección de comics? Tormenta, Pícara, Power Girl, Red Sonja...
- Paulina.
- ¿Quién?
- Paulina... sale en las novelas y los cómics de Tea Stilton.
-...
- La ratita peruana. La que lleva la coleta y le gustan los ordenadores.
-...
- Sé que es raro, pero cuando llegan a la librería los cómics o los libros no puedo evitar buscar los dibujos donde sale y... bueno... me imagino cosas con ellas. No solo cosas sexuales, sino, no sé... que creo que si yo fuera el dibujo de un ratón librero me entendería con ella... Oye, ¿estás ahí?
- Es una rata.
- Es una ratoncilla.
- Te la estás machacando pensando en una rata.
- No me la estoy machancando pensando en ella.
- ¿Por qué? ¿La respetas demasiado?
- Joder...
- Una rata. De literatura infantil. Joder...
- No tendría que haberte explicado nada.
- Joder... una rata... Eres un puto pervertido... ¡Mi hija lee esos libros! Ahora cuando la vea leyendo algo de la Stilton pensaré en ti dándole que te pego.
- ¡No es eso!
- Joder... una rata...
- Bueno, te dejo, ya hablaremos... No esperaba esta reacción.
- Una rata.
- Que pases un buen Sant Jordi.
- Sí... eso... oye...
- ¿Qué?
- Perdona mi reacción, es que me he quedado un poco parado. No sé... ya se te pasará... Sant Jordi provoca mucho estrés.
- Sí, será eso.
- Venga, hasta pronto.
- Adios.
- Una puta rata...
- ¡No la llames puta!
-...
-...
-...
- Feliz Sant Jordi.
- Feliz Sant Jordi.


Las opiniones de esta entrada no tienen que coincidir necesariamente con las opiniones de su redactor. ¿Jugamos a adivinar?

martes, 20 de abril de 2010

Algunas frases...

... que estoy harto de oir estos días (por no ser maleducado y decir que estoy hasta los huevos de oírlas). Estas frases son:

1. ¿Cuál será el libro de este Sant Jordi?
2. ¿Qué, preparando Sant Jordi?
3. ¿No tenéis este libro? Y yo que pensaba que para Sant Jordi tendríais todos los libros que se publican.
4. ¿Y cuál será el libro que más se venda este Sant Jordi? (paráfrasis de la primera pregunta)
5. ¿Tenéis algún libro que sea un éxito?
6. ¿Y qué libro será el que más se venda este Sant Jordi? Es que es para avanzarme a todos esos que lo compran cuando ya es el más vendido (versión algo patética de las frases 1/4).
7. ¿Tenéis el libro que más se venderá este Sant Jordi? (versión profética de las frases 1/... ¡ba!, ya sabéis cuáles son).
8. ¿Tenéis algún libro que enganche?
- ¿Con resina?
9. ¿Trabajas aquí?
10. Perdona, ¿eres de aquí?
11. Oye, ¿atiendes o te paseas?
12. Mucho follón estos días, ¿verdad?
- Sí.
- Y, por cierto, ¿cuál será el libro más vendido este Sant Jordi?
13. ¿Tenéis este libro?
- No.
- ¿Podéis pedirlo?
- Sí.
- ¿Estará para Sant Jordi?
- Ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja.
14. ¿Y qué? ¿Cuál será el libro más vendido este Sant Jordi?

Ains... si es casi todo es lo mismo... pues claro que sé cuáles serán los libros más vendidos este Sant Jordi, pero mi boca no dirá ni mú. Me niego. Porque si lo digo esos títulos pasan a vuestro subconsciente, se queda en un rincón y corréis el riesgo de comprarlos bajo la coacción de que ese es el libro más vendido y, por tanto, es el libro que debéis comprar. Porque funciona así. Dicen que un título es el que más se vende y todos como locos detrás de ese libro. De parada en parada, chillando, gritando, preguntando y pidiendo. Olvidando que en una parada hay más libros.

Según datos que he encontrado por ahí, en España en el año 2009 se publicaron 74.521 libros.
Contando esto, los libros publicados el año anterior (86.330) y los libros que se mantienen de fondo, respondiendo a la pregunta 3, es difícil tener por Sant Jordi todos los libros.

Las listas de los más vendidos deberían estar prohibidas. Son elementos de coacción. Eliminan la sorpresa y la libertad de elección porque esos libros serán los que lleven a la tele, los que ocupen páginas de los periódicos, los que te encuentres en todas partes.

- O sea, que esos libros no merecen vender mucho.
- No es eso. Se lo merecen igual que otros. Pero que estén en igualdad de condiciones. Sin presiones mediáticas. Que la cultura sea libre, pero que la elección de la cultura sea también libre. Que no nos impogan desde todas partes unos libros en concreto, una elección prediseñada. Y esto sirve para todos. Ya sea para los libros comerciales, los culturillas, los supuestamente marginados, los intelectuales.
- Pero gran parte de tu trabajo es aconsejar libros...
- Sí.
- Entonces entras en una contradicción. Tú también orientas la lectura al señalar un libro y no otro. Al decir este sí lo aconsejo, este no.
- Ya... pero la elección final es del cliente. No impongo una lectura. No digo este libro tienes que leerlo porque si no morirás.
- ¿A no?
- No. No creo en que existan libros que uno tiene que leer. Uno lee lo que quiere, desea y le apetece. Pero tú ya sabes como pienso...
- Sí... anda, pon algo de música y cállate.


domingo, 18 de abril de 2010

A cinco días...

... y llega el día de Sant Jordi con sus paradas, sus rosas, sus libros, sus gentes y su librero atractivo con gafas perdiendo la cabeza y bailando merengue a las siete de la tarde. No se lo pierdan porque es un espectáculo.

La verdad es que no me puedo permitir ser un exagerado. Está siendo una entrada de Sant Jordi inusualmente tranquila, por lo menos aquí en Igualada. Supongo que por el tema de la manida crisis que la gente se queda en casa para aprovechar el día de Sant Jordi para lanzarse a la calle a la busca y captura del libro que al mediodía TV3 ha anunciado como el más vendido de la jornada. Ya sé que no todo el mundo hace eso, pero en gran parte de los casos, sí.

Así que de momento en la librería se respira apatia y tranquilidad. Las grandes carretadas de libros ya han llegado, están etiquetados y muchos ya reposan en las cajas que iran a la parada. Ahora entrenemos el tiempo diseñando la parada, buscando la gente que trabaje esos días unas horas, mirando el cielo para que no llueva y pensando en cómo aguantar el día. Recozco que por esto de la narcolepsia y el cansacio que siempre llevo encima estoy un poco asustado.

Pero bueno, eso el viernes ya se verá. Naturalmente habrá crónica de ese día. Y esta vez sí estará completa.

Supongo que es por esto que tengo el cerebro medio embotado y escribo tan poco... y supongo que hay también una parte de... no sé... de sensación de camino que se acaba donde estos matices que escribo deben renovarse o morir. Tengo la sensación de que voy dando palos de ciego y que empiezo a repetirme... como si este blog hubiera ya dado todo lo que tiene de bueno.

No sé... que pase Sant Jordi y veremos en qué acaba todo.

jueves, 15 de abril de 2010

Crónica de una obra XVI

Resumen de lo publicado: Continuamos nuestro camino sin más incidentes que la depresión amorosa del yesero. Aún no se había recuperado de ver a su amada Aldana como se convertía en un amasijo de excrementos. Paramos a cenar y el paleta amenizó la velada con anécdotas de la mili. Nos dormimos. El mimo hizo guardía y nos avisó que había avistado un carromato conducido por un enano de aspecto poco amigable. Naturalmente, el yesero se fue de la boca y me vi inmerso en una pelea. Cuando estaba a punto de saber qué sentía en el patíbulo María Antonieta, una hermosa enana barbuda interrumpió la pelea y nos invitó a desayunar. El enano se presentó como Cindarm, aunque sus amigos le llamaban Chistorra.

Nos acercamos al destartalado carromato. Parecía a punto de caerse y una tela de color turquesa chillón lo cubría.
- ¿Hay tenemos que entrar? - preguntó el paleta -. Pero si no cabe ni un peo más.
- Por dentro es más grande de lo que parece. Id entrando.
Y así hicimos. Y sí, por dentro era más grande de lo que parecía por fuera.

Nos encontramos con un amplio recibidor adornado en sus laterales por una interesante colección de antiguas armaduras de guerra enanas y seis gigantescos tapices elficos que relataban con profusión de detalles la historia del héroe enano Ragman el arrancahigadillos. Dos amplias escaleras de marmol conectaban con los pisos superiores. Chistorra nos condujo a la cocina diciendo que el comedor principal sólo se abría cuando había reuniones familiares o alguna conferencia. Eso sí, antes de ir nos enseñó su casa. Pasamos por la biblioteca pequeña y la biblioteca grande, el salón de música, el centro termal, el gimnasio de guerra, la habitación de los niños, la segunda habitación de los niños y el cuarto de los juguetes. Nos enseñó orgulloso su colección de esculturas de titanes a tamaño real (más bajitos de lo que dice la leyenda) y, por fin, y después de saltarnos cuatro alas de la casa llegamos a la cocina.
- Bueno, ¿qué os parece la casa?
- Es grande. ¿Cómo es posible?
- Bueno, el carro es un regalo de un mago élfico al que una vez salvé el culo de una secta de adoradores de langostas cantarinas. Una historia muy violenta llena de sangre, fantasmas y traiciones que a los críos les encanta que les explique antes de ir a dormir. En agradecimiento el elfo me hizo este regalo. Me explicó que se debe a una distorsión del espacio/tiempo y que gracias a la dimensiónB y a obviar todas las normas físicas y matemáticas se puede conseguir cualquier cosa. Me dijo que las ciencias, la matemática, la química y la física limitan la percepción de la realidad de los seres vivos, inmobilizan la imaginación y provocan que las cosas que podrían suceder no sucedan porque las contreñimos en los límites de lo posible.
- Me gusta esta teoría, Chistorra.
- Así funciona este mundo.
Realmente la casa es preciosa... y muy bien decorada.
- ¿Quién dijo eso? - preguntó chillando Chistorra mientras enarbolaba su hacha.
Yo.
- ¿Y quién eres tú?
Jordi.
- ¿Dónde estás?
En todas partes y en ninguna.
- ¿Eres Dios?
Sí... soy Di...
- Es un gilipollas - dije -. Ni caso. Lo que pasa es que se aburre.
No sabes como.

Nos acomodamos en las sillas. La esposa de Chistorra se presentó como Tolantra, aunque le gustaba que le llamaran Tolo.
- Y allí, jugando con los cuchillos están nuestros nenes. Fyrlynn y el pequeño Shalagha. Y aquí tenéis la comida.
Y nos plantó delante siete ciervos rellenos de alondras y perdices, veintitres jarras de cerveza enanil y un pastel de frutas silvestres de cuatro pisos.
- Siento no ofrecer más, pero es que nos habéis pillado de improviso.
- Y bueno - pregunté mientras le arrancaba una pata a un ciervo y me la ponía en el plató - ¿adónde vais?
- A Piltas de Rio Abajo a la Derecha. Nos mudamos allí. He oído que se traspasa una taberna y hemos decidido dejar de vagar de un lado a otro, de guerra en guerra, de escaramuza en escaramuza y sentar el culo en un sitio y empezar una nueva vida. Además, venderemos este carro y compraremos una casa más pequeña.
- Las mudanzas son un rollo - dijo el paleta con la boca llena de lo que parecía era uno de los corazones del ciervo.
- Sí, un follón. Pero si uno quiere que sus dos pequeños... ¡Niños! ¡Dejad de tirar dagas al mimo! Tranquilo, señor, dejará de sangrar en un momento. Que sus dos pequeños tengan un futuro y vayan al colegio y no se pasen todo el día por estos campos matando a un mago maligno, ahora a un orco, ahora a un ejercito de elfos oscuros armado sólo con un palillo de dientes... pues, bueno, que...
- Oiga, enano - dijo el yesero.
- ¿Qué?
- Que perdón por lo de enano de mierda y eso... que es que se me calienta la boca... y eso...
- No pasa nada, chaval. Ardor guerrero y eso.
Y una boca grande.
- ¿Quién ha dicho eso? ¿Quién? ¿Hay un brujo?
Que no, que soy bulímico y por eso la telepatía...
- Muestrate y pelea, brujo.
Paciencia hay que tener, coño.
- Criatura del infierno te voy a hacer...
- ¡Cindarm, basta! Deja de golpear la cabeza del pobre electricista. Tómate tu medicación, anda guapo. ¿Y vosotros? ¿Cuál es vuestra historia?
- Es una larga historia.
- Tranquilo, tengo tiempo y el sueño fácil.
Y le explicamos nuestra historia.
Bueno, mejor dicho le explicaste tú la historia y como tú quisistes.
- ¿Qué quieres decir?
Todo eso de la pelirroja que te dio la espada, y lo que tú solito luchaste contra seis minotauros y que eres el más guapo y los demás una panda de inútiles y...
- ¿Quién ha dicho eso? - dijo Chistorra despertándose.
No sé ni para qué me esfuerzo.
- Así que las amazonas... niños iros a jugar fuera... peligroso es, si señor. Y eso de salvar el universo... - Tolo hizo una pausa.
- Eso no es nada mujer... ¿cuántas veces lo he hecho yo?
- Sí, Cindarm, tú lo has hecho por lo menos siete veces, pero eres un guerrero. Estos son unos pobres inútiles, dicho con cariño.
- No pasa nada.
- No se preocupe.
- Si es que somos unos inútiles.
Nariz alzada, labios para afuera.
- ¡Inútil lo será tu put...!
Cuatro pares de manos agarraron los testículos del yesero y lo hicieron callar.
- Si queréis os daré algunos consejos cuando os enfrentéis a las amazonas.
- Sería de gran ayuda.
- Pues bien - erupto - el punto debil de las amazonas es la cabeza. Si se la cortas, se acabó el problema. Y ya está.
Vaya mierda de consejo.
- ¿Quién ha dicho eso?
- ¿Algo más? - intervine rápido para que Chistorra no se perdiera.
- Nada más. Corta la cabeza del enemigo y se acabó el problema. A no ser que sean jinetes descabezados, que entonces tienes que cortarle los pies. Cuestión de equilibrio.
- Lógico.
- ¿Y qué caminos seguís?
- Todo recto.
- Tardaréis mucho. Mejor si cortáis camino por los páramos.
- ¡Heathcliff, Heathcliff!
Me miraron como si hubiera perdido el juicio.
- Lo siento - dije -. Es un tic.
- Pues eso, que si cruzáis por los páramos...
- ¡Heathcliff, Heathcliff!
-... que si cruzáis por los par... por el sitio ese que ya he dicho, recortaréis tres días de viaje. Eso sí hay peligros en cada esquina, monstruos increíbles, amenazas, horror.... y en los páramos...
- ¡Heathcliff, Heathcliff!
-...vive la terrible bruja de los páramos...
- ¡Heathcliff, Heathcliff!
-... la que se conoce como el nombre de Leola, la bruja de los para... ¡Cómo vuelvas a decir eso te corto el gaznate!
- Hombre - dijo el paleta -, si se recortan tres días de viaje.
- Pero hay peligros.
- ¿Qué podemos hacer?
- Papá, papá... - desde el exterior se oyo la voz de la pequeña Fyrlynn - nos atacan un puñado de goblins a lomos de lobos huargos. ¿Podemos luchar contigo? Shalagha ya ha cogido su hacha.
- Claro niños, bueno, señores, atacan los goblins y hay que matarlos. Son mis invitados y no puedo obligaros a luchar conmigo. Yo defenderé vuestras vidas de la amenaza. Eso sí, sería un detalle que vuestros rostros acabaran salpicados de sangre globlin. ¿Qué decidís?

Si queréis que nuestros héroes peleen contra los goblins en una desigual batalla y, además, decidan ir por el sendero de los páramos...
- ¡Heathcliff, Heathcliff!

... dejad un comentario que incluya la frase "Pero Jorge, qué guapo eres."


Si queréis, en cambio que nuestros héroes se queden en la comodidad del carromato y vayan por el camino más tranquilo donde no sucederá nada interesante en las próximas seis entregas, pero que les supondrá una tranquilidad de espíritu y el peligro alejado de sus cuerpos dejad un comentario que incluya la frase "Mi madre se olvidó de comprar ternera."


Cocina del carromato. Acorde con la decoración del resto del hogar.

miércoles, 14 de abril de 2010

Renacer y reformulación y cuentos de hadas

Buenas a todos. Esto será una breve reflexión sobre la naturaleza de este vuestro blog. Reconozco que estos últimos tiempos este blog ha sufrido una especie de paranoia en la que se ha despistado, ha ido dando golpes de ciego y ha iniciado un montón de cosas que luego no ha sabido, podido o querido acabar. Podría aducir un montón de motivos que serían más o menos creíbles (desde pereza, sueño o trabajo hasta invasiones, misiones secretas u reoperaciones mentales de sexo), pero sería caer en la justificación y ya nos justificamos demasiado en nuestro día a día. He estado varios días sin actualizar reflexionando (no mucho, no vayáis a creer) en este tema y he llegado a algunas conclusiones:

1. Últimamente ha habido una trayectoria errática fruto de tener la cabeza en demasiados sitios.
2. He perdido el nivel de autoexigencia que tenía antes cuando me sentaba delante del ordenador. Y eso no puede ser. Aunque mis entradas son en su inmensa mayoría "tontás", eran "tontás" muy trabajadas y pensadas.
3. He perdido, pero muy poco, el sentido lúdico del blog y entre las brumas aparecían las orejas a ese terrible monstruo que era el compromiso y la obligatoriedad de la actualización. Vamos, que he caído en la misma trampa de la que siempre he querido huir. Malo. Mejor que me haya dado cuenta ahora.
4. Por momentos no me divertía escribir el blog. Malo, muy malo.

Recuerda, un blog no es una obligación. Es una diversión.

Así que volveremos al principio. Volveremos a los inicios de este blog donde las actualizaciones salían solas, donde todo era más fácil y donde me lo pasaba teta. Y, quizá, pondré un ojo más atento a la actualidad.

Como por ejemplo, lo siguiente.

Ayer martes lei como viene siendo habitual la columna de opinión que en el Periódico de Catalunya (periódico que para mí cayó en desgracia el día que dedicó dos páginas de su sección de cultura a informar que a Javier Bardem no le gusta el mar) tiene la periodista catalana Najat el Hachmi sobre el nuevo plan de actuación del Ministerio de Cultura. Lei atentamente. Me informé por mi cuenta. Y reflexioné yo solito.

El Ministerio español de Igualdad (sí, tenemos uno de esos) con la ministra Bibiana Aído a la cabeza, ha presentado un plan para vetar (no se utiliza esta palabra, pero creo que es la intención) en los colegios los cuentos infantiles clásicos (léase Blancanieves, Cenicienta, Bella durmiente) por sexistas, machistas y relegar a las mujeres a planos pasivos. Buscar cuentos no sexistas donde no haya distinción de roles o readaptar los cuentos clásicos para eliminar esa carga sexista de sus historias.

A ver... por donde empiezo para herir las menos susceptibilidades posibles.

1. Considerar que es en los cuentos infantiles donde está el origen y la raíz del sexismo y del machismo que nos rodea creo que es hacer una lectura muy simplista de un problema grave.

2. Vetar tiene un significado parecido a censurar. Ya sé que vetar ciertos cuentos por una posible carga sexista que pueda molestar se hará por nuestro bien (los censores siempre actúan por nuestro bien para evitar que ideas pecaminosas lleguen a mancillar nuestros cerebros debiles sin capacidad para pensar por ellos mismos), pero abrirá la puerta a nuevas recomendaciones sobre lecturas en el colegio. Quizá próximamente se deban vetar a los tres cerditos porque una parte de la población considera que el cerdo es un animal impuro o reformular la historia de Caperucita porque los lobos no son malos, sino parte de nuestro ecosistema. Seguramente la ministra Bibiana fue de las que se rieron de esos americanos que prohibieron en sus bibliotecas Las aventuras de Huckelberry Finn por contenidos racista. Pues lo que propone el ministerio es igual. Una estupidez y un atentado a la cultura.

3. Se cae en una contradicción, como muy bien apunta Najat. Dejar de explicar cuentos donde un principe restaca a una muchacha y la lleva a vivir una vida de lujo y posibilidades infinitas en los colegios choca directamente con la realidad de la sociedad española. Me explico. Hace unos años nuestro principe azul particular (que tiene el nombre de los peores reyes que ha habido en la historia de españa, con permiso de los fernandos) se enamoró de una pobre chica plebeya, la subió a los altares y la convirtió en princesa. Naturalmente, esta nueva princesa con nueva nariz, pómulos y un par de cosas más ha sido objeto de vasallaje, dobladuras de cintura por parte de los últimos gobiernos y los medios de comunicación convirtiéndola en un ejemplo. ¿Por qué Leticia sí y Blancanieves no?



4. ¿De verdad los mensajes sexistas que desprenden los cuentos calan tanto? Quiero decir... una niña de tres años dice después de ver una película que quiere ser princesa. Cuando ve la siguiente quiere ser Totoro. Y cuando vie la siguiente quiere ser pirata. Esa niña crece, estudia, socializa y se convierte en escritora, científica, piloto de rallys o lo que quiera ser. Hasta ministra. Esto me recuerda cuando en TV3 empezaron a emitir Bola de drac y empezaron a oírse voces de que esos dibujos harían de los niños seres violentos y bestias que irían por la calle provocando destrozos. Bueno, mi generación es tan violenta como cualquier otra.

5. Sí, algunos cuentos infantiles son sexistas o las mujeres tienen papeles pasivos. En esto estoy completamente de acuerdo. De igual forma, en las obras de teatro de Shakespeare hay personajes femeninos pasivos que esperan ser rescatados u obras de un profundo sexismo (pienso en La fierecilla domada, por ejemplo). O, en otro ejemplo, en Otelo se habla continuamente de un moro/negro (depende de la traducción) violento que acaba matando a su mujer. ¿Debemos reescribir estas obras para que no influyan en los jóvenes? ¿Reescribir el sesenta por ciento de la obra de Calderón de la Barca?

6. ¿Por qué llegan siempre a los medios este tipo de trabajos desde el ministerio? ¿Dónde están las denuncias a empresas que discriminan y donde las mujeres cobran menos? ¿Dónde están las multas a empresas que no renuevan contratos a mujeres embarazadas o que no las contratan?

7. ¿Por qué se atacan a los cuentos infantiles y en la televisión pública se emiten series donde las mujeres son o putas o santas y donde están suspirando por la aparición de un hombre fuerte, valeroso y viril que las rescate?

8. ¿Por qué me parece que todo lo que se hace contra el sexismo se quedan en campañas de imagen, frases de famosos y símbolos?

9. ¿Por qué se da enfasis al trabajo en el colegio y no se dice nada de un trabajo social y familiar? Supongo que porque los profesores ya están para eso.

10. ...

Tengo más preguntas que hacerme, pero lo dejo aquí que en poco empiezo a trabajar. Como siempre no se si me he explicado bien... lo que tenía en mente se ha quedado en poco con lo que he escrito, pero es lo que tiene la inmediatez. Nos vemos por aquí.

Ah, y supongo que ya matizaré alguna de las cosas que he escrito aquí.

sábado, 10 de abril de 2010

Las cosas de la semana santa

Mañana acabaré el origen histórico de la leyenda de Sant Jordi. Ahora quiero recuperar un poco del tiempo perdido. Así que cuidadito que nos vamos de flashbacks (u sea, que nos vamos para atrás).

Resumen de la semana santa:

Jueves 2 de abril de 2010 -- A las nueve de la noche dan inicio mis minivacaciones de semana santa. Para no perder la tradición, un vídeo donde demuestro mi estado de ánimo:



Prácticamente no he leído nada. Temas de sueño compaginado con películas y otras cosas por hacer.

Escapada del lunes a casa de campo de mis padres para comer la mona. Juegos con mis sobrino. Cada día está más listo. En serio... pensad que con un año y medio casi dos ya anda, balbucea, se pelea, se cae y llora, entra en los ordenadores de la CIA, mantiene un romance con una modelo de mini-lencería y sabe decir papa con total claridad. Como dice mi madre... es más listo.

Ir al cine a ver Furia de Titanes. ¿Qué me pareció? Pues un guión endeble, un actor caricontenido, unos buenos actores como Liam Nesson y Ralph Fiennes haciendo el ridículo, un vacio estructural, una dirección errática. ¿Si me aburrí? Pues claro que no, ya sabía que iba a ver una birria de película y me dio lo que esperaba de ella. Que es:

- Una chica bien guapa correteando por la película.
- Monstruos.
- Más monstruos.
- Muchos más monstruos.
- Y una de las mejores frases que se pueden escuchar en el cine. Ya sabéis cual, ¿no? Sí, exacto.

Liberad al Kraken.

Lástima que la diga un Liam Nesson peinado por un enemigo acérrimo. Además, esta película demuestra que los remakes pueden ser tan malos como los originales. Porque en aquella película de los ochenta teníamos todos los mismo elementos que en ésta (un guión endeble, una chica guapa, una dirección errática, actores importantes haciendo el ridículo - que estaba Laurence Oliver en plan Zeus - y un protagonista con cara de estreñido). Eso sí, tenía muchos monstruos creados por Ray Harryhausen y es un punto a favor.


El viejo y el nuevo.

El martes me pegué una siesta espectacular con congelación de pies incluida.

Escribir más bien nada, pero revisión de dos cuentos para enviar a un lejano país. Perdón, perdón, perdón por el retraso.

Mails a amigos que hace tiempo que no hablo, mails en preparación a amigos que hace tiempo que no hablo.

Algo de música y alguna película más que ahora no recuerdo.

Una explicación sobre malos olores que me dio un futuro científico de ocho años:

"Cuando meas, las manos te hacen peste a meados. Cuando te tiras un peo, hace peste a peo. Pero si juntas la peste a meados y la peste a peos lo que te sale es peste a caca. Es así."

¿A alguien le extraña que acabáramos la conversacion hablando de peos reptantes que atacan a abuelas desprevenidas?

Comí carne el viernes. Lo siento, mamá.

Vi cerca de treinta obras de teatro en dvd. Esto requerirá una detallada explicación cuando acabe de ver las veinte que me quedan. Secuelas psicológicas aseguradas.

Y ahora vuelvo al presente y me voy a trabajar que ya voy tarde...

Si es que no se pueden hacer las cosas con prisas y sin tiempo.

lunes, 5 de abril de 2010

La leyenda de Sant Jordi. La historia detrás del mito II

Jordi del Moral estaba en las cuadras cuando uno de sus criados le dio el aviso que gente importante de la ciudad pedía verlo con insistencia y premura. Jordi suspiró. Desde que había vuelto sano y salvo de las lejanas tierras de oriente que no quería verse inmiscuido en asuntos de poderosos. Su único deseo era trabajar en su casa, casarse con su prometida y llegar a viejo sin que la conciencia le pesara demasiado. Aun recordaba aquellas noches en Jerusalen donde la sangre de los muertes le llegaba a los tobillos.
- ¿Señor?
- Diles que ahora voy. Que esperen en la sala principal.
El criado salió de las cuadras y Jordi permaneció un momento acariciando a su hermoso caballo negro. Como me gustaría poder rezar de nuevo, pensó. ¿Qué querrán los señores? Pero ya se lo imaginaba. Algo relacionado con la bestia que azotaba últimamente los campos de Igualada.


Los señores de la ciudad se habían repartido por la estancia. Jordi los saludó cortesmente y ofreció agua o vino. Los señores rechazaron el ofrecimiento y fueron directamente al tema que los había llegado allí.
- ¿Habéis oído hablar de la bestia que amenaza estos campos?
- No es una bestia, es un hombre.
- ¿Hemos de volver a discutir ese punto, maese Roc?
El aludido alzó las manos como pediendo perdón por expresar su punto de vista.
- Sí, algo he oído decir a los criados - dijo Jordi. Había oído mucho más, claro, pero no quería dejarlo claro.
- Entonces dejadme que os ponga en antecedentes - y el caballero Oleguer de San Pere le relató lo que ya sabía. La muerte de los animales, el descubrimiento de los cadáveres, cómo estaban estos, la desaparición y posterior muerte de las muchachas. Cuando acabó el relato, miró en silencio a Jordi.
- ¿Y qué queréis de mí, señores?
- Queremos que investigues qué pasa en Igualada. Hemos oído hablar de sus habilidades...
- Conocemos algunos de los trabajos que el propio Santo Padre Gregorio VII le ha encomendado...
- Y que sueles coronar con éxito gracias a sus habilidades y a la gracia de Dios.
"Dios poco tiene que ver con mis habilidades", pensó Jordi.
- Gracias por la confianza que ponen en mí, señores. Pero no. Lo he dejado. Ahora soy un simple campesino.
- Jordi... - dijo Matías, uno de los compañeros de Jordi en sus desventuras en las cruzadas - necesitamos tu ayuda. Las muchachas de la ciudad están sufriendo... tú mismo tienes una bella prometida... y una hermana... quizá si no detenemos a la bestia o al hombre que está haciendo esto sufran el mismo destino.
- A manos de la bestia o de un desgraciado accidente.
- ¡Qué insinuais!
- Nada... pero debe ayudarnos.

Después de discutir y de amenazas veladas, Jordi accedió a poner al servicio de la ciudad de Igualada sus indiscutibles méritos para desentrañar misterios. Y eso hizo. Empezó por pedir que le enseñaran los cadáveres que aun no habían recibido sepultura. Habló con las personas que habían encontrado los muertos. Habló con extranjeros, consultó libros, recibió amenazas de sujetos entre las sombras, la visita de una extraña mujer de inusitada belleza y un dragón tatuado en su espalda.


Sintió infinitos remordimientos, se enfrentó a sus fantasmas y a la muerte de su prometida en iguales circunstancias. Intentó superar la muerte de su mejor amigo a manos de un puñal que iba dirigido a él. Aguantó las burlas y críticas que el pare Pius le lanzaba desde el púlpito por intentar impedir el castigo de Dios a tantas pecadoras y la paliza que recibió de unos fieles y fanáticos seguidores. Revolvió viejos papeles y siguió investigando cuando los mismos que le pidieron que lo hiciera, le pidieron que lo dejara. Jordi se obsesionó con las muertes, con los asesinos, con los cuerpos abiertos, los corazones desaparecidos y con algo en las heridas que parecían dentelladas imposibles en cualquier animal. Y, por fin, en un viejo códice griego encontró un punto que iluminaba el final. Habló con el único hombre del que se fiaba, su antiguo compañero de armas Matías.

- No es una bestia.
- ¡Lo sabía! Es un hombre, un loco.
- Sí... y no... no es un hombre. Son varios hombres. Y mujeres.
- ¿Qué?
- En la antigua Babilonia, también en un momento en que parecía que el mundo se podía acabar, apareció muchas sectas destructivas. La mayoría se contentaba con beber sangre de gallina, fornicar entre ellos y poco más. Pero surgió una que creía en el apocalipsis y que lo quería. Que pensaba que podía contribuir al hecho de que apareciera pronto el fin del mundo y que ellos se salvarían por haber ayudado a los Jinetes en su trabajo. Mataban, violaban, ejecutaban, comían carne humana y siempre, siempre se llevaban el corazón de sus victimas para ofrecérselo a Dios en justo pago de su gracia y consentimiento. Esta secta era conocida como Los hijos del Dragón.
- ¿Por qué explicáis historias de tiempos antiguos?
- Porque esa secta vive aquí en Igualada y son los causantes de tantas muertes.
- Imposible.
- No tan imposible si has hablado con uno de ellos y ha indicado donde se reunen. Esta noche acabaré con la secta. O ella acabará conmigo.
- ¿Dónde están?
- Has oído hablar de las cuevas cercanas a Collbató. Las que llaman de Salnitre.
- Sí. ¿No se te ocurrirá ir solo? Puedes contar con mi espada.
- No... no puedo ponerte en ese peligro. Si no vuelvo, cuida de mi hacienda y de mi hermana.
Se abrazaron como compañeros de armas. Un criado entró en la estancia.
- Señor...
- Dime - pidió Jordi.
- Su hermana...
- ¡Qué!
- Ha desaparecido...


CONTINUARÁ
Segunda parte de tres

sábado, 3 de abril de 2010

La leyenda de Sant Jordi. La historia detrás del mito I

Tras años de estudio, de leer viejos manuscritos que hallé en archivos igualadinos ocultos a la luz del día en la más insondable oscuridad de las catacumbas bajo la basílica, de hablar con centenares de personas y contrastar las versiones que me explicaban, de noches en vela descifrando antiguos códices medievales escritos en lenguas no humanas, por fin puedo explicar y exponer al mundo el verdadero origen de la leyenda de Sant Jordi. Preparaos pues para un viaje al rincón más perverso de la naturaleza humana.

Finales del siglo XI. Igualada era por aquel entonces una rica ciudad comerciante que se bañaba en oro y cultura gracias a los continuos intercambios que hacía con las tierras de Oriente. Centro de peregrinaje de los sabios de las diferentes culturas, se la conocía por aquellos años como la nueva Atenas. Filósofos, poetas, dramaturgos, pintores, escultores, cómicos. Sus calles rebosaban vida, cultura y saber. ¿Pero qué se puede esperar de una ciudad fundada siglos atrás por Ramsés II y a la que éste denominó en una ocasión "mi perla del Nilo, lejos del Nilo, claro".

El año 1000 estaba cercano y la tierra se había llenado de profetas de anunciaban el fin del mundo. Era un año de superstición, de miedo y rabia. Proliferaban las sectas apocalipticas y satánicas que celebraban el próximo fin del mundo bañándose en la sangre de inocentes. La iglesia católica luchaba contra estas sectas con sus armas habituales: quemando curanderas acusadas de brujería y ajusticiando judios. El mundo vivía continuamente con el miedo, con el castigo y la sensación que en cualquier momento se abrirían los cuatro sellos y daría inicio el apocalipsis. Fue una época oscura, dura y desagradable con miedo a todo: al mar, a las montañas, a los bosques, a las ciudades, a lo diferente y lo extraño. Unos años poco dados al sentido del humor.

Como urbe a la que en ocasiones se referían como Nueva Constantinopla, Igualada presumía de verse libre de la orgía de supersticiones que poblaban aquel fin de siglo. Por eso lo que sucedió golpeó de forma irremediable a la ciudad y la sumió en su peor decadencia.

Reconstrucción de la antigua Igualada.
Una ciudad crecia al lado del poderoso Anoia.


Todo empezó cuando Pere el pastor encontró las ovejas muertas.

Era una fresca mañana de abril. Pere el pastor fue a recoger su rebaño y allí se encontró con una imagen del horror. Sus amadas ovejas, algunas más amadas que otras, estaban todas muertas, despedazadas, con los vientres rebentados, con profundas marcas de mordiscos, desgarradas, torturadas. Y a todas les faltaba el corazón.

- Lobos - dijeron muchos cuando Pere explicó lo sucedido en la taberna La teta d'argent. Y a la noche decenas de campesinos igualadinos entraron en la ciudad con decenas de lobos muerto.

Pero a la mañana siguiente, aparecieron más animales desgarrados, encharcados y con sus miembros separados. Y faltando sus corazones. Cada día más cadáveres, más cuerpos desgarrados de animales. Las buenas gentes de Igualada empezaron a sentir algo que no conocían, el miedo.

- Es una bestia. Un demonio - proclamaba el cura en sus sermones -. Una de las bestias del apocalipsis que nos profetizó el apostol Juan. Los sellos han empezado a abrirse y os llevará a todos al infierno. Ciudad de Igualada, crecida en el orgullo de los libros y la cultura, estás condenada.

Pero, por el momento, poco hacían caso a los sermones de seis horas del Pare Pius.

Durante unos días dejaron de hallarse cuerpos de animales muertos y la ciudad pensó que se trataba de una horda de lobos huargos que se alejaba. Recuperaron la confianza. Pero, entonces, encontraron el cadáver de Anna de Set Camins, una de las hijas del noble Roger de Set Camins, después de estar tres días desaparecidas. La belleza de Anna era legendaria y sobre ella los trovadores escribieron alguno de los mejores poemas de la literatura catalana. Poco quedaba de aquellos cabellos como oro, de aquellos dientes como perlas, de aquellos pechos como ricos paneles de miel ya que los primeros estaban quemados, los segundos, arrancados y los terceros habían sido cortados. Su hermoso cuerpo apareció abierto en canal, con los intestinos removidos y profanados. Faltaba el corazón.

Fue la primera. En los días sucesivos empezaron los habitantes de Igualada a encontrar los cadáveres de jóvenes damas y hermosas campesinas que previamente habían desaparecido de sus hogares. Los cadáveres aparecían igual que el de Anna. Profanados, masacrados y sin corazón.

- ¡El apocalipsis ha llegado! La bestia anda suelta. Un dragón venido del infierno está alimentándose de esas mujeres que en su presunción y arrogancia, se creían las más hermosas y salían a las calles a jactarse. ¡Pecadoras que desobedecían la ley del hombre! ¡La puta de Babilonia camina entre nosotros!


En estos sermones, el pare Pius se encontraba siempre con la iglesia llena.

Los padres empezaron a encerrar a sus hijas. No salían a la calle sin escolta. Las calles se llenaron de guardias y soldados que detenían a cualquier sospechoso. Los curas bendencían y condenaban. Los comerciantes se hicieron de oro al vender falsas reliquias de santos como protección contra la bestia, el dragón que estaba devorando a sus hijas.

Pero las muertes se sucedían y los campos de Igualada se llenaron de muerte, sangre y cadaveres.

Los nobles del lugar discutieron sobre estos acontecimientos largamente:

- Alguien debería hacer algo.
- Sí, alguien.
- ¿Pero quién?
- ¿Quién puede enfrentarse a esa bestia?
- Por favor, Enric, de veras creéis que es una bestia.
- Esto está hecho por un hombre.
- ¿Cómo es posible? ¿Un hombre? Esto es el dragón del apocalípsis que ha venido para alimentarse de nuestras hijas.
- Empiezas a hablar como el cura.
- ¿Qué quieres decir?
- Que eres un maldito supersticioso.
- Serás...
- Señores, calma, quizá deberíamos encomendar a alguien que investigue qué sucede en Igualada. Si lo que sucede a nuestras hijas es obra de un hombre o de una bestia.
- Pero, ¿quién?
- He oído que Jordi del Moral ha vuelto a Igualada de las Cruzadas.
- ¿Y creéis que él?
- Siempre ha sido orgulloso.
- Sí, pero está desesperado. Necesita el dinero. Sus tierras están arruinadas. Y además...
- ¿Qué?
- Tiene una hermana. Y una prometida.
- Insinuas...
- Que si el dinero no lo tienta, quizá lo hará si uno de sus seres queridos muere a manos de la bestia.
- Pero eso sería...
- ¡El bien para la comunidad! Un sacrificio a cambio de la vida de muchos.
- Está bien, id a buscarlo. Y que Dios nos ayude.


CONTINUARÁ
Primera parte de tres

jueves, 1 de abril de 2010

Y mañana...

... la verdad detrás de la leyenda.


Una historia de misterio, honor, sectas, muerte, sangre y superstición.

Y todo por el módico precio de perder unos minutos delante del ordenador.