lunes, 30 de enero de 2012

Portadas


Portadas de la primera y segunda parte de la saga Cum for Bigfoot perteneciente a la colección "Sexo con monstruos". Narran las desventuras de una pobre chica perdida en el bosque y de una familia de bigfoots con ganas de juerga. Por si alguien no lo sabe, un bigfoot es esto:

El pelirrojo no, el otro.

Como se puede apreciar hay cambios sutiles de tono entre la primera y segunda parte. Todo el romanticismo agreste de una chica con un peinado imposible perdida en un bosque se ha trastocado en una Venús esperando a su peludito. De la sorpresa a la resignación. ¿O es que en la primera parte esta admirando las posibilidades del hombre de los bosques y en la segunda parte ya está defraudada por esas posibilidades que se quedaron en nada?

Virginia Wade ha sido la autora revelación de lo que va de año. No solo es autora de este díptico sobre las aventuras erótico-festivas de pie grande (y ya se sabe qué dicen de los que tienen los pies grandes...) sino que en su haber literario tiene joyas como su trilogía sobre la regencia compuesta por los títulos Orgullo y penetración, Sentido y sexo y Emma desnuda, o la serie de La niña de papá. Todas estas novelas disponibles a la venta en Amazon (si te interesa algún título pincha aquí). Las portadas son menos sutiles que las de arriba.

Ains... y pensar que se traduce tantas cosas inútiles y se quedan tantas joyas inéditas en nuestras librerías o libros electrónicos.

Por cierto, y como propina, si a alguien le interesa cazar un bigfoot, aquí una página donde da ideas para construir una trampa. Pincha aquí.

domingo, 29 de enero de 2012

Chéjov y Foix

Hoy hace 152 años murió Anton Chéjov.



Hoy hace 25 años murió J.V. Foix.


No está de más recordar a dos nombres fundamentales para entender la literatura europea.

Reconozco que al ruso lo he seguido desde hace muchos años y puedo considerarme devoto de su teatro del no pasar nada, pero pasar todo y de sus cuentos. Durante años preparé el personaje de Tréplev por si acaso un día me decidía al suicidio escénico y montaba La gaviota. Es autor de relectura anual y sigue siendo un cuentista moderno al que no hemos alcanzado todavía. Como Kafka. Sin preguntas ni respuestas ni conclusiones ni moral ni ayuda. Vida y vacío. El final de La dama del perrito. Un precipicio cotidiano.

Fragmento de la película de Louis Malle, Vania en la calle 42
El doblaje no hace justicia ni al monólogo ni a los actores.

A J.V. Foix lo he leído de forma intermitente y nunca en profundidad. El problema que tengo con la poesía. Leo y releo, pero aún no he aprendido a leer bien. Pereza mental, diría uno. De vez en cuando, saturado de prosa, abro y leo un par de poemas de Foix y limpio la mente. Leo a Foix y a mil poetas más, pero siempre con esa sensación de que me estoy perdiendo algo. Bueno, algo por no decir todo.

viernes, 27 de enero de 2012

El crimen sí paga

Esta es la historia de un hombre que una vez fue niño al que le dijeron que el crimen no valía la pena y los malos siempre acababan presos. Ese hombre creció bien y sano y un día su vida dio un volantazo metafórico porque él no conduce (y no nos referimos a lo que le pasó en Manila que eso es para mear y que dos o tres gotas de una meada anterior vuelvan para adentro) y se convirtió en malo maloso y comprobó que a los villanos con ansias de dominar el mundo con planes malvados, las cosas sí que les salen bien.

¿Y cómo es esto? Pues atended mis repulsivos niños a esta historia.

Enresulta que estábamos A. y yo (porque no sé si alguien no ha caído en que YO soy el protagonista de mi historia, no como ese mentecato de David Copperfield (el personaje, no el mago) que decía aquello de no sé si yo soy el protagonista de mi historia y ya veremos y entonces, ¿para qué te metes a escribir tu autobiografía, tontolaba) comiendo unas espinacas con jamón que me habían quedado tiernas y jugosas y un par de trozos de panga, un pescado que a mí pues que me parece soso, pero que no había quedado mal, reviendo capítulos de Arrested Development cuando suena el timbre de la puerta. A. va a abrir y yo me escondo detrás del sofá por si es la LNJCMC (Liga Nazi de Judíos Comunistas Moderados de Centro) con los que tengo una agria polémica por un quítame de hay ese plutonio robado.

Miembros de la LNJCMC. Unos cabrones.

Le a Sigilo que me defienda con uno de esos ataques felinos que ella sabe hacer. Sigilo me mira con cara de sí, hombre, ahora me voy a mover y se duerme. Oigo que A. dice bla, bla, bla y que una voz masculina dice cosas como bla, bla, bla. Intento fabricarme un arma de destrucción masiva con un clip y un poco de espinacas, pero solo consigo hacerme daño. Al final A. cierra la puerta y me pide amablemente que deje la posición de la grulla acojonada y acabe de comer.

- ¿Quién era?
- El vecino de abajo. Según parece hay una tubería rota y se le ha llenado el patio de agua.
- Pues qué putada.
- Pues sí.
- Habrá que llamar a las fincas.
- Sip.
- ¿Llamas tú?
- ¿Ya llameré yo a las cinco?
- Vale.

Y me quedé con el cuerpo preocupado. Porque una fuga de agua empieza con una gota, pero ya sabemos todos como acaba...


... con peces asesinos, colchonetas desinchadas, muertos por todos lados y la casa echa un desastre.

Porque ya sabe uno como funcionan estas cosas.... llamas a las fincas y a los diez años a lo mejor te ha llamado el lampista correspondiente diciendo que sí, que sí, que ya han tomado nota. Que a ver, que a mí me da igual, que siempre he sido más de colonia que de agua, pero sé que a A. y a los nenes el tema de ducharse y esas cosas de la higiene corporal de las enzimas pues que son importantes. A saber cuándo vendrán... suerte del otro lavabo.

Total, que me voy a buscar a los nenes al cole y a darle collejas a los niños y poner palos en las ruedas de los ciclistas y dar mal las direcciones a la gente que me pregunta. Y entre unas cosas y otras estamos de vuelta a casa sobre las siete. Entro y me encuentro a un hombre.

- Hola - dice - soy el lampista.


Y rápido, rápido y con mirada de acojonado vuelve al trabajo. A. sale del baño, beso, beso, beso.

- ¡Ya  están aquí!
- He llamado y a los diez minutos han llegado y pim pam. A lo mejor hay que levantar el plato de ducha, pero ya se lo acabaran de mirar mañana.
- A primera hora - dice el lampista - a primera hora, se lo aseguro... señor - e inclina la cabeza mientras sale de casa en una señal que me parecía que era de respeto. No lo sé distinguir bien si era respeto porque no estoy muy acostumbrado a que me respeten.
- Si que han venido pronto...
- Sí - dice A - es que he llamado y han tomado nota y he bajado un momento a la vecina de abajo y daba la casualidad que estaban allí y les he dicho...

Claro que han venido pronto, pienso, me ha reconocido. Han reconocido la dirección como la de mi guardia secreta y al entrar deben haber visto una foto en la que voy rapado. Luego han podido contempler a Sigilo moviéndose con elegancia por sus dominios y mi carnet de socio de la IVA (International Villain Association) y lo han relacionado todo.

Miembro de la IVA.
Tiene el poder de despitar al héroe. Al verlo no puede dejar de preguntarse pero que c...

Claro que han venido pronto, pienso, saben quién soy. Soy el villano que villanea poco, pero que puede convertir sus pelos de los testículos en hormigas carnívoras. Soy el que puede hacer que con una simple maquina el pelo de sus sobacos crezca para adentro. Soy el que tiene esbirros con disfraces ridículos... no, de eso no tengo. Habrá que solucionarlo. Bueno, sea como sea, sabían que era un villano con mucha mala leche y han venido que se las pelaban para solucionar el problema. Y como ayer no pudieron hacer nada, pues han venido hoy a primera hora a arreglarlo mientras yo iba a llevar a los niños al cole (A. se ha quedado con los lampistas porque habla su mismo idioma y cuando ellos dicen llave inglesa, pues ella sabe qué es. O cuando dicen sifón de la ducha, pues A. no piensa en un aperitivo).

Sea como sea, hoy estaba todo arreglado. Y todo el mundo sabe que arreglar un desperfecto que obliga a abrir un agujero, que implica unas posibles obras en poco menos de un día como que es un milagro. Y no lo ha sido. Ha sido el miedo. Saben que soy un villano y a los villanos se les respeta y se les teme. A ver si luego nos va a hacer algo, mejor se lo arreglamos ya.

Esto a los héroes no les pasa. Como van de buenos y de colaboradores pues les toman el pelo. ¿A qué sí Capitán Chistorra?  ¿Cuánto tardaron en ponerte el Internes ese en la base secreta nueva? Decian, es para el Capitán Chistorra, no hay prisa que es bueno y no se va a enfadar. Que a lo mejor a ti se te presentan las mozas por las calles corriendo y pidiendo por favor que las fecundes con tus grasientos espermatozoides, pero en el momento de recibir buenos servicios pues todo el mundo te toma el pelo. Si siempre eres de los últimos a los que sirven el café en las comidas. Como no amenazas con bombas nucleares en los chupetes ni nada de eso. Los héroes estáis en decadencia.


Es por cosas como esta que hoy estoy más convencido que nunca de que mi destino es ser un super villano de los malos malosos malotes. Voy a conquistar el mundo, el universo y un par de dimensiones paralelas y para eso utilizaré todos los medio a mi alcance y manipularé a quien sea necesario.

Y por eso he decidido que empezaré un diario donde explicaré mi día a día como villano. Mis fracasos y mis logros, mis hallazgos y mis logros, mis planes malignos y como el super héroe de turno me lo fastidia en el último minuto. La decoración de mi guarida secreta y los castings buscando esbirro. Todo esto y mucho más, próximamente.

Ah, sí, y la ducha bien, gracias por preguntar. Suerte que A. habla lampistero que si no...

jueves, 26 de enero de 2012

Cosas que odio I

1. Los delfines


Los niños pijoteros y populares del mar con esa sonrisa petulante.

2. Las películas de animales que hablan.


La excepción sería la mula Francis, pero es que ese bicho tenía una personalidad desbordante.

3. Las cucharillas dentro de tazas o vasos.


Me pone muy nervioso.

4. La sonrisa de Tom Cruise.


Es que... vamos... es que... me entran unas ganas de... calma... calma... calma...

5. Animales vestidos


Y un día se vengarán.

***

6. Una película que viste en una cita


La recuerdo sólo por los nervios que pasé. La película en sí... me parece que es un rollo.

lunes, 23 de enero de 2012

Lectura

Muchacha leyendo, de Theodore Roussel, 1886-1887

***

5. Una película que te prestaron


Todavía me pregunto qué delito cometí para merecer semejante tortura.

domingo, 22 de enero de 2012

Cuarta entrega del juego piniculero

4. La última película que viste en el cine


La fui a ver exclusivamente por el señor que la dirige, David Fincher, ya que su cine me suele gustar mucho, es especial Seven, Club de la lucha y Zodiac. Si la hubiera dirigido otro con seguridad que me hubiera quedado en la comodidad de mi casa dejando que Sigilo me destrozara la mano derecha. Pero fui a verla y, la verdad, pft.

Me gusta el cómo está hecha. La elegancia del plano y la cámara, algunos momentos de montaje, la fotografía oscura de la hostia y, sobre todo, la banda sonora y cómo se utiliza el sonido. Las interpretaciones funcionan sin ser ninguna la gran maravilla del siglo y acaba proporcionando un rato entretenido. Los títulos de crédito me sacaron de la película. Lo siento, visualmente poderosos, pero estridentes.

Pero... la historia... es que no me importa lo que me cuenta y el cómo, aunque intenso, no es lo suficiente como para que me vea arrastrado. Una sensación tan bestia de que todo eso ya lo sabía, me lo habían contado y con mejores palabras. La misma sensación que tuve cuando leí la novela. Frío toda la película. Por momento, incluso algo aburrido. Lo siento, la historia no da para mucho.

Pensándolo ahora... tendría que haberme quedado en casa.

Como propina, la penúltima que vi en el cine fue


Más grande, más rápida, más histriónica, más larga, más ruidosa y más oscura (?) no signficia mejor. La sana diversión desmitificadora de la primera parte queda diluida en ruido, ruido y ruido. Película repleta de escenas que no hacen avanzar la narración, sino que están para una pelea, una explosión o un chascarrillo. No es que me aburriera, pero vamos... lo mejor es, quizá, la penúltima escena, una consersación en las cataratas. (la última que cierra la historia con el signo de ? es para sonrojarse). Me sigo preguntando qué pintaba Noomi Rapace en todo esto.

jueves, 19 de enero de 2012

Flasheando varias cosas entre visita y visita al lavabo

Ando algo descompuesto del estómago. Así que no me pidáis mucho. Haré flashes que ya desarrollaré en otras entradas. O no. Que ya me conocéis.

* La sátira y desmitificación cinematográfica del superhéroe no se llama Watchmen o Kick-Ass ya que ambas película acaban en cierta glorificación del héroe. Se llama


y es una salvaje, violenta y muy divertida historia sobre dos personas con serios problemas mentales que se enfundan en mallas y se van a combatir el crimen. Con la aparición especial del dedo de Dios y una delirante serie de superhéroes cristianos. Dejo títulos de crédito.


* Llegó hoy y ya se leyó.


El mejor título de la serie. Acción, humor, zombis, amores callados, monstruos tentaculares, fantásticos dibujos y 0 moralina.

* Calma chicha en la librería. Nadie por aquí, nadie por allá. Esperando que enero se vaya y empecemos a preparar Sant Jordi. Por favor, rezad tanto si creéis como si no por un Sant Jordi sin lluvia. Un tercero no lo soportaría.

* Me voy al lavabo corriendo. Ya he dicho que ando descompuesto.

***

Sigo con juego piniculero.

3. Una película que te asustó

Difícil porque no soy de asustar. El cine de terror me deja frío y suelo pasarlo entre risas e indiferencia. Para muestras, esta entrada que es resumen de mis vivencias en cuestión de cine de terror. Pero sustos los ha habido. Recuerdo el medio visionado de Zombi, de Romero que me dio un mal rollito tremendo entre muertos que andan y sitios estrechos. Ver El pueblo de los maltidos (las dos versiones) y mi posterior desconfianza con los niños rubios. Los visionados de pequeño de Tiburon y Alien y otros terrores que detallé aquí. Pero puestos a elegir una película me quedó con la última película que me asustó. Y hablo de hace unos cuantos años. Audition de Takashi Miike.


Soy de la facción a la que le gusta la película. El ritmo lento y moroso de casi la mayor parte del metraje y luego la caída en picado en una pesadilla diabólica, cruel y retorcida. Su cruel sentido del humor. Su sadismo. La violencia. La tensión y el saco que se mueve. Y todo esto porque no tenía ni puta idea de lo que iba a ver cuando la alquilé.

Y como propina, una escena que me asustó de una película que, en principio, no es de terror.

(Siento no haber encontrado un vídeo en v.o.subt)

Aunque cada día estoy más convencido de que sí es una película de terror.

martes, 17 de enero de 2012

Cumpleaños de la hermana en la sombra

El estupendo calendario con el que este año se ha lucido la editorial Impedimenta me recuerda que hoy es el cumpleaños de Anne Brontë con el epígrafe, a la sombra de sus hermanas en flor. Y es que debe ser duro ser escritora y tener por hermanas a Charlotte y Emily.Y más cuando una practica una literatura más fría, más cerebral, más controlada y, en apariencia, menos apasionada y, seguro, menos visceral que sus hermanas.


Me gusta mucho las dos novela de Anne Brontë. Agnes Grey en su perfecta configuración del personaje de la institutriz que tan importante fue para la narrativa inglesa del siglo XIX. Me gustan las historia de personajes tan cotidianos y vidas tan anodinas. Y La inquilina de Wildfell Hall, una novela llena de sutileza psicológica que fue masacrada por la crítica del momento atacando sus valores morales. No se puede presentar de forma tan cruda la corrupción de un hombre, decían. Y eso de que la protagonista abandonara a su marido por maltrato psicológico... Alejada del romanticismo de sus hermanas, de la pasión de una y la redención de otra, Anne Brontë se apoyaba más en el realismo y en lo posible. Los pobres pocas veces dejan de serlo y los cabrones solo lo dejan de ser cuando asoman las orejas del lobo...

Y esto, además, me ha recordado que tengo el siglo XIX muy dejado en estos momentos de lectura de novela negra, ciencia ficción, fantasía, juvenil y demás ejemplos de cultura literaria popular y de género. Así que el calendario de Impedimenta me ha hecho pensar que tengo que volver a ese siglo tan querido en el aspecto literario.


***

Y siguiendo con el juego piniculero que empecé ayer, hoy toca...

2. Una película que odies


Soy muy consciente que hay otras películas que merecen, y tienen, mi odio, pero con Titánic tengo una relación especial. Fui al cine y sufrí tres horas y pico de tontería cinematográfica condensada. Algunos de mis mayores odios expuestos sin pudor en una película. El melodrama barato, la historia de chico pobre / chica rica, el abuso tecnológico, el guión endeble, personajes caricaturescos, situaciones forzadas, metraje alargado porque sí, música machacona, canción central horripilante, el pelo del DiCaprio al que me ha costado mucho perdonarle esta película, manipulación emocional, etc. Y al salir lo pagué a gritos con mi buen, pero irritable amigo Jordi que se tuvo que tragar todos los sapos que me produjo la historia de la vieja pesada y la mierda del collar y el puto barco que no se hundía ni a tiros y los dos tortolitos que no se morirán, joder...

Unos días después comentaba mis impresiones sobre la mierda de película con un grupo de conocidos. Al decir "No me ha gustado Titánic" con estas palabras y con una inusual elegancia, una de las chicas del grupo me soltó la perla "Pues si no te ha gustado Titánic tú no debes querer a tu novia, ni tener sentimientos, ni ser bueno, ni cariñoso ni nada. No me extrañaría que hasta le llegaras a pegar".

Tócate los huevos.

lunes, 16 de enero de 2012

Juego piniculero. Primera entrega.

En el estupendo blog No me des pataditas en la butaca que administra Lola Alted (no comentes las películas... las frases lacónicas dejan universos de interpretaciones y lo hace muy adictivo) propone este juego. Ella lo vio en un facebook e imagino que si se sigue el camino se llegará al origen. El juego es sencillo y cinematográfico. Treinta días, treinta películas. Cada película bajo un epígrafe. No soy mucho de estos juegos de blog, pero éste me ha hecho gracia y me ha hecho pensar en las películas vistas, casi vistas y por ver. No prometo cumplir a rajatabla el tema de los treinta días consecutivos porque hay días que no querré hacerlo, no tendré tiempo o hablaré de otra cosa. Pero que antes de que acabe el año he hecho 30 días, 30 películas, seguro.

Y empezamos.

1. Tu película favorita

Va cambiando. Cuando era muy joven era el primer Indiana Jones, luego Casablanca, luego Magnolia, luego Zoolander, etc. A día de hoy y sin saber lo qué durará:


Sí, la pedazo de obra maestra de David Lead. Los amores de un tipo normal / una tipa normal. Diálogo cotidianos. Miradas fugaces y trenes que llegan y se van. La música, los recuerdos, el guión de hierro y uno de los finales más terribles de la historia del cine en su dolorosa cotidianidad.  Pero de todo esto ya hablaba aquí.

domingo, 15 de enero de 2012

Sigilo


Es gata y se llama Sigilo y desde hace poco más de una semana que vivimos con ella. A. la trajo de la protectora, le gustó lo que vio y decidió quedarse. A cambio de comida, limpiar la arena, dejarla dormir donde  ella quiere, curiosear en nuestras mesas, destrozarnos las manos, pasearse libremente por nuestra cara, exigir puntual su comida y ser esclavos que la adora y le dicen lo guapa que es, nos permite permanecer en el que ahora es su piso.

Ahora solo me queda convencerla para que me deje hacerme una foto con ella y oficializar de una vez por todas mi aspiración a villano y ser algo así.


Ya sé que villanear, villaneo poco, pero es que me faltaban los adimentos adecuados. Ahora que me tiene un gato blanco, pues me rapo otra vez y click, foto directa al carnet de malos.

jueves, 12 de enero de 2012

Mis doradas manzanas del sol


No llego a los extremos de Rachel  Bloom en su adoración a la obra de Ray Bradbury, pero sí que la lectura de Las doradas manzanas del sol ha resultado satisfactoria, agradable y perturbadora. 

La edición que tengo. 
Comprada hace años en un mercadillo de segunda por un euro.
Con evidentes pruebas de que en algún momento alguien le volcó un líquido por encima. 

No es uno de mis cuentistas favoritos, pero se acerca. Prefiero a Chejov, Flannery O'Connor, Bioy Casares, Stevenson, Roa Bastos y algunos etcéteras más o el puñetazo mandibular de uno de los mejores libros del año pasado, Knockemstiff). Pero la lectura de cualquier libro de relatos o de alguna de las novelas de Bradbury provoca en mí una reacción que otros autores que más aprecio, no consiguen: la envidia. Y la posibilidad.

Porque Ray Bradbury tiene en ese volumen algunos cuentos que me hubiera gustado escribir a mí. Más aún, si no fuera tan vago podría escribirlos. ¿Por ejemplo? "La sirena", ""La fruta en el tazón del fondo", "Bordado", "El ruido de un trueno", "Las doradas manzanas del sol" o "La bruja de abril". Envidia por los abiertamente fantásticos, los que calado poético o de género más que los de calado social. No es que sean malos cuentos, pero nunca me han convencido los mensajes evidentes. Pero la sutileza de "El ruido de un trueno" o la recreación de "El corazón delator" que hace en "La fruta en el tazón del fondo" hacen que me descubra odiando al señor Bradbury por quitarme cuentos que podrían haber sido míos.

Con este autor (y con Matheson, también) me ocurre lo mismo que a un amigo con El protegido de M Night Shyamalan. La consideraba muy buena, pero existía un poso de rabia porque era una historia que con el poso de los años y las lecturas podría habérsele ocurrido a él por compartir tono y obsesiones. "Se me avanzó sin darme la posibilidad de madurar hasta conseguirla".

Creo que ahora lo único que queda es luchar por escribir todos esos cuentos que aún no se le ha ocurrido al señor Bradbury y hacerlos míos. Por escribir y por joder. Para que sepa lo que se siente.

martes, 10 de enero de 2012

Tres historias de libros y niños

Librería. Un par de días antes de Reyes. Dos chicas y un chico hablan. Ellas parecen sacadas de una película de bandas callejeras de los ochenta cambiando el pelo encrespado por tupés estratosféricos. Él tiene pinta de metrosexual sin presupuesto y está más preocupado en posar para los inexistente espejos que en atender a las conversación de las dos muchachas. Éstas hablan mientras esperan que acabe de envolverles un libro infantil.
- Pues en la tele dijeron que es bueno que a los niños, los Reyes le traigan un libro.
- ¿Un libro al mes? - exclama el chico. Como se puede apreciar, no estaba escuchando mucho.
- No, un libro al mes, no. Un libro para Reyes.
- Ah, ya me parecía a mí.
- Sería demasiado. Que para Reyes tuviera un libro. En la tele dijeron que les va bien... que les... reprograma.
- Por eso le compró éste - dice la segunda chica que había permanecido callada y con apariencia de sensata hasta ahora - para que tenga un libro y, como dice la tele, se reprograme. Pero cuesta, que los libros son muy caros.
El "éste" es un libro troquelado de dos euros.



Es una de los momentos que más recuerdo de estos días de Reyes. Entre las colas y los compradores y las cajas y las recomendaciones, este momento como algo casi mágico. Una conversación llena de implicaciones que hace las delicias de cualquier exégeta. La tele, la educación, los niños, los libros, el valor de las humanidades, los peinados, el cine de los ochenta de peligrosas pandillas y justicieros solitarios, la reprogramación de las jóvenes mentes, la calma del librero para no meterse en conversaciones ajenas, la incomunicación, las personas que no escuchan cuatro de cada cinco palabras... Que cada cual saque sus conclusiones.

Y en el otro extremo aquella muchacha que hablando de novelas de aventuras se quejó de que su madre insistía en que dejara de leer eso y empezara a leer "cosas más serias". Con catorce años se le había pasado el tiempo de leer libros de Cotrina, de Cornelia Funke, de Holly Black, de Richelle Mead con sus historias de chicas fuertes, amistad entre iguales, chicos guapos que no irritan y muchas hostias.

Buenas y entretenidas novelas. 
Las portadas tiran para atrás, pero es de lo mejor en juvenil.

Naturalmente, la madre no especifica qué es eso de "cosas más serias" ni ofrece alternativas, ni soluciones. Solo la amenaza de no comprarle más libros de aventuras. Las lecturas de lo hijos...

Y otro chaval que busca un libro de fantasía. Me trae una segunda parte de una octava trilogía de la Dragonlance y nos ponemos a hablar de esta divertida, pero irregular serie. Sus padres me dicen que le busque algo ámeno, de aventura y fantasía, pero que no sea violento porque están en contra de la violencia y de que alguien tan joven (unos doce años) lea situaciones fuertes. Descarto el universo Warhammer. A los dos minutos de hablar con él me explica que lo que a él le gustan son los juegos de ordenador. Los libros están bien y le gusta leer, pero sin entusiasmo. Le pregunto a qué juega. Tiros, tiros, tiros, tiros, tiros. Juegos de matar zombis, explotar nazis, atropellar rivales por el control de la droga. Juegos rápidos, muy violentos, muy bestias y los padres los compran sin rechistar, pero con los libros que sean descafeinados.


No voy a ponerme moralista con la violencia de los juegos porque yo soy el primero al que le gusta ponerse en una pantalla y pegar cuatro tiros a terroristas que amenazan la seguridad de un areopuerto. Me sorprende, eso sí, la hipocresía de proteger de los libros y despreocuparse de los juegos. ¿Es menos peligroso cortarle la cabeza a un orco con el mando que leer como el héroe de turno le corta la cabeza a un orco? ¿Es peligroso, diría yo? ¿Por qué un medio sí, y otro no? Al final el chaval no se llevó ningún libro porque prefirió esperar a que me llegara El retorno de los dragones y empezar con las aventuras de Tanis, Tas, Raistilin y compañía desde el principio. Me dejó un par de buenas recomendaciones de juegos y una buena conversación. Se llevó un ticket de encargo para recoger un libro de fantasía y unas palabras de aliento fomentando las lecturas que los progenitores consideran imprudentes. No se tienen por qué enterar.

Pasaron más cosas en la librería, pero hoy me apetecía comentar esto.

lunes, 2 de enero de 2012

Portada

Para los cánones en los que se mueve este blog, esta portada es elegante y discreta. Pero eso no quita que no se susciten algunas preguntas.

1. ¿Cómo han llegado allí arriba?
2. ¿No le duele la espalda a la muchacha por esa postura?
3. ¿Él duerme con la boca abierta o es que está muerto?
4. ¿Están los dos muertos?
5. Y si están muertos, ¿quién es el descerebrado psicópata que mata a una pareja y la cuelga en los árboles?
6. ¿Acaso quiere implicar al árbol?
7. ¿A qué altura está el árbol?

Prometo que esta es la última vez que me pongo elegante y fisno y en las próximas portadas volveremos a terrenos más conocidos con nuevas y sorprendentes novedades entre las que se incluye la lluvia dorada, un beagle cachondo y héroes épicos tirillas. Más como esto, vamos:


domingo, 1 de enero de 2012

Pues eso, 2012 y esas cosas

Pues nada, 2012. Ya está aquí. El año en que todo se va a ir a la mierda. La cuenta atrás de la especie humana. El previo al apocalipsis. Donde moriremos todos y los que no mueran serán mutantes que tendrán un fin lento y horroroso mientras se alimentan de sus propias llagas y supuraciones. Los mares que hierven, los delfines que se alimentan de los pobres niños huérfanos, monstruos emergiendo de los abismos, prostitutas con siete tetas subidas a lomos de una cabra de tres cabezas que expulsa veneno por lo pezones (la meretriz, no la cabra). Cuatro o cinco anticristos por ahí dándose de hostias por ser el primero, el pan que se acaba en los supermercados y solo queda ese con pepitas encima que sabe como a esparto, pero que es más sano, perohay que joderse con que sea lo sano lo que peor sabe.  Las piezas de los puzzles se perderán y saldrán a las calles un montón de listos diciendo "si ya lo decía yo, si es que...". Como decía la canción, apocalipsis, fin de la historia.

Esto según los hermeneutas del calendario maya. Porque según los economistas será mucho peor. Pero qué sabrán estos...

Calendario maya. Se acaba en el 2012. Para mí que se cansaron de picar piedra y dijeron algo así que lo acabe otro, coño, y ahora me lío un purito de chocolate.

Ahora tocaría un resumen del año 2011, una valoración, propósitos para el nuevo y cosas de esas. Paso, la verdad. He pasado una noche horrible por culpa de la fiebre (según A. he estado llorando y gritando), he acompañado a Niño Lobo y Niña Zombie a llevar la carta a los pajes de los reyes magos. Muy serios los dos niños, muy responsables, muy modositos. Algo de dolor de cabeza y dolor de espalda y hablando con Niña Zombie de mi plan para robar las cartas de los reyes gracias a mi super aspiraneitor de cartas mágicas. Ella dice que lo impedirá gracias a que su amiga y ella son espías muy secretas y Niño Lobo es un niño lobo con dientes mágicos y ropa que se mete para adentro para que no se rompa. Yo le digo que ni ella ni nadie (e incluyo al Capitán Chistorra) podrán impedir mi maligno plan para que la noche del 5 de enero todos los niños se queden sin juguetes y solo reciban diccionarios.

Cártel de la película de 1989 Over-sexed Rugsuckers from Mars.
En ella se narra la historia de amor de una aspiradora extraterrestre y un sin techo terrícola.
Abunda en escenas sexuales. No es coña.

Y como es 1 de enero, cambios en el blog. Zoey Deschanel cede su puesto de madrina a Rashida Jones y asistimos al mecenazgo de Jasper Fforde. Habrá monstruos y más cosas que irán apareciendo en la barra lateral y en los contenidos. Supongo que nuevas secciones, algunas desaparecerán y otras se recuperarán. La plantilla seguirá siendo la misma porque me dicen que funciona. Dejamos atrás un año difícil para el blog donde he estado muy tentado de cerrar la verja y dedicarme a otras cosas. Si no lo he hecho es por la insistencia de A. en que conserve esta ventana y porque es bueno que una mente como la mía tenga un lugar donde colocar parte de la tontería que se le ocurre. No vaya a implosionar y deje la casa echa unos zorros. Así que seguiremos por aquí durante un tiempo más. Espero que no os importe.

Y como despedida, la que ha sido madrina de este blog durante todo este 2011 tan plagado de cambios y tontás varias nos canta una cancioncilla. Feliz entrada, recorrido y salida de año. Y si el mundo se acaba en diciembre que nos encuentre cagados, comidos, follados y con la ropa interior limpia. Que nunca se sabe quién nos puede ver.

Gracias a Votric por colgarlo y a A. por darle al play