jueves, 30 de septiembre de 2010

A quien corresponda

Señores y/o señoras y/o señoritos y/o señoritas de esa gran empresa que más que empresa es familia que se llama Vodafone,

y a esa señorita que me deja mensajes en el contestador del teléfono ofreciéndome paraisos en la tierra y magia y secretos y oportunidades maravillosas si me cambio de móvil y que estoy convencido de que es una persona maravillosa y muy maja, pero que me incomoda que me llame tanto y me hable con tanta confianza cuando no nos conocemos,



dejen de llamarme, por favor.

Dejen de llenar mi buzón con ofertas, con promociones y oportunidades. No me interesa un nuevo teléfono, no me interesa una nueva tarifa plana que ya no es que sea plana, sino que es descendente, ni que me regalen 12.000 mensajes MSS o SMM o DHS o KKO o CIA o HSA porque no los utilizaré nunca y no me especifican si los impuestos indirectos van por su parte o por la mía, ni que si contrato algo que no sé que es podré bajarme de algún sitio el último vídeo de Shakira, o Marta Sánchez o Carlos Baute u otras cantantes igualmente femeninas que ni conozco ni me interesan.

Por favor, dejen de asegurarme que con un simple cambio de móvil, con un par de años de permanencia que eso no es nada y que por mi primogénito, voy a poder llamar gratis las veces que me salga de ahí abajo al mismo número, ni que me enviarán una cesta de quesos cada Navidad como agradecimiento, ni que por mi cumpleaños vendrá un rápsoda profesional a recitarme el Nabí de Josep Carner mientras me inunda de nuevas ofertas. Por favor, dejen de llamar dos o tres veces al día y de enviarme mensajes de esos raros que son pantallas que pasan sin que yo toque ningún botón. Y, sobre todo, no me manden más mensajes de texto con fría y aséptica profesionalidad porque me hago ilusiones de que alguien ha pensado en mí y me ha mando un mensaje y luego resulta que no han pensado en mí porque estoy seguro que esos mensajes los envía una máquina y no una persona que dice, venga, voy a enviarle un poco de publicidad a Jorge que seguro que se siente solo.

Señores, me gusta mi móvil y no me lo voy a cambiar. Porque le he cogido cariño, porque sé como funciona, porque tengo grabados mis records de los juegos que a lo mejor no son gran cosa, pero son mis records y mis juegos. Así que, por favor, dejen de acosarme con publicidad no deseada y que he pedido por activa, por pasivo y por perifrástica que dejen de enviarme. No le hago caso porque nunca me ha gustado que me digan lo que debo hacer.

Pero para que vean que soy una persona racional y que se puede hablar conmigo, si me aseguran que cambiándome el móvil cuando me funciona y me resulta cómodo sólo por el placer de tener móvil nuevo y poder decir a mis amistades, mira móvil nuevo, me proporciona las siguientes ventajas, entonces sin dudarlo un momento lo cambiaré y firmaré los años de permanencia que me digan. A saber:

- Que pueda recibir y emitir llamadas.
- Que pueda recibir y emitir mensajes de texto.
- Que pueda jugar con él al tetris, a alguno de rebentar bolas y a alguno de puzzles.
- Que haga tostadas y me las mantenga caliente hasta que me apetezca comérmelas, pero sin quemarlas.
- Que me llame "mi amo" y que haga sonidos sexis cada vez que toco el botón... no sé... nueve.
- Que me permita viajar en el tiempo sin añadir un coste extra a mi factura.


- Que en el caso de que los muertos se levante y se inicie una apocalipsis zombis con visos de borrar de la faz de la tierra la raza humana, sirva como escudo, como arma y puede elegir a las cincuenta personas que también se salvarán sin importar la compañía que tengan.
- Que me haga volar.
- Y ser invisible.
- Y tener poderes de esos de mover los lapices de un lado de la mesa a otro, pero a lo grande. Que en vez de ser lápices sean, no sé, coches. O aviones teledirigidos. O lápices gigantes de esos que los ves y dices, "Dios mío, mi abuelo se ha convertido en un lápiz mutante venido del espacio exterior para exterminarnos".
- Que en el caso de que mi abuelo se convierta en un lápiz mutante venido del espacio exterior con la idea de exterminarnos, pues que también me salve junto con las cicuenta personas que elija sin importar la compañía que tengan.

- Que sea una fuente ilimitada de dinero en efectivo para gastarlo en cosas que me gustan, en cosas que gustan a mis amigos y en lo que me salga de los huevos.
- Una opción de "Otras tontás que se me pueden ocurrir en el momento menos pensado" que me permita hacer realidad esas otras tontás que se me puedan ocurrir en el momento menos pensado, por ejemplo en la cola del pan.

Así que hasta que hasta que no me puedan ofrecer todos estos servicios integrados en un móvil de forma areodinámica y cómodo de llevar,  por favor dejen de tocarme los huevos con tanta llamadia, tanto mensaje y tanta tontería.

Atentamente

Jorge, alguien a quien los móviles siempre le han hecho menos gracia...

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Lecturas

Diego, amigo librero, lee Salir a robar caballos y escucha algo que sólo podemos imaginar.
Quizá algunas pistas las encontremos en su blog.

martes, 28 de septiembre de 2010

Entre otras cosas...

Hoy, entre otras cosas, he retirado de la venta todos los ejemplares que tenía en la tienda del último best-seller de Ken Follet en su edición en catalán. ¿Motivo? Alguien la ha cagado. Resulta que en esa edición faltan los dos capítulos finales. En toda la edición que son de... 30.000 ejemplares. Y hay que retirarlos y eso vale dinero y volver a editar el libro y eso vale dinero y la imagen de la editorial queda dañada y eso vale dinero. Alguien la ha cagado. Y de qué manera. La gente se pregunta cómo es posible que una multinacional, un monstruo editorial de siete cabezas como Random House Mondadori ha podido cagarla de esta manera cuando se supone que tiene el mejor equipo, el mejor control de calidad y el mejor de todo los mundos posibles. No es tan extraño. Y pasa más de lo que pensamos. A estos monstruos editoriales (llámales Random, llámales Planeta, llámales Columna, llámales Ed. 62) ha llegado un punto que lo que menos les importa es el libro. Así que las librerías y las casas se han llenado de malas traducciones, malas correcciones, libros con hojas que se desenganchan, faltas de ortografía, duplicación de pliegos, eliminación de pliegos, publicación de mierda sólo porque se debe llegar a unos números a final de mes, etc. ¿Cómo es posible? La pregunta es cómo no pasa más.

Altos jefes de gran editorial pensando en los beneficios de las ventas en catalán tres segundos antes de que el típico pringado que cobra una mierda comunique que falta dos capitulitos de nada y que hay que retirar lso 30.000 ejemplares.

También he tenido una maravillosa pesadilla con zombis. ¡Hacía tanto que no soñaba con el apocalípsis zombi que hasta los echaba de menos! Ha sido tan sangriento todo... Lo único que recuerdo es estar disparando contra esas añoradas hordas de caníbales con una precisión imposible en mí, que me había dejado el pelo largo y me lo había teñido de rubio. Y no me quedaba bien. Que era lo único que me recordaban mis compañeros de matanza.

- Es que ese rubio te queda fatal.
- Ya lo sé.
- ¿Pero cómo se te ocurrió?
- Mira, me dio el punto.
- Es que estás horrible...
- Ya lo sé... dispara a ése...
- Ya está... a la mierda la cabeza del muerto... es que estás feo de cojones...
- ¿Y A. qué opina?
- No le gusta... vigila... ya me encargo yo... joder qué asco, ¿pero cuántos hay?
- Muchos. Es que estás horrible.

Algo así, pero sin los tatuajes, el bikini, las pestañas y los...
-  En serio, ¿podría alguien evitar que pusiera fotos así?
-No.

También una encantadora señora de edad avanzada (también conocida con el sobrenombre de puta vieja de mierda) me ha llamado gordo en el trabajo mientras pedía si había llegado un libro que tenía encargado. No he llegado a pillar el contexto de que me llamara así, pero los gestos de papada y barriga son universales. Y también por segunda vez me han pedido si tenemos la misma novela, pero más larga porque le gusta mucho y esa es muy corta, pero que sea la misma novela, la misma, eh. Y me he enfrentado a la horrible panda de los adolescentes que hablan para adentro y no he conseguido entender nada.

Y me he encontrado esta foto colgada por estos mundo de internes y ha pensado, pero qué coño...


Es que hay gente que está muy para allá. Pero, bueno, como decía mi abuela, "mejor esto que no que se endroguen vete a saber dónde".

lunes, 27 de septiembre de 2010

Presentando a Niña Zombi y Niño Lobo

Ayer fue domingo. Me desperté al oír una voz que susurraba. Miré el reloj y sorprendido. Las siete y cincuenta de la mañana. Joder. Miré a mi alrededor. No me encontraba en mi cama ni en mi habitación. Estaba en la litera. ¿Cómo había llegado hasta allí? ¿Cuándo? ¿En qué momento? ¿Por qué llevaba puestos pantalones de pijama cuando suelo dormir desnudo? ¿Qué hacía allí? ¿Y dónde estaba A.? Recordé que a media noche Niña Zombi entró en la habitación y con una simple, pero consistente serie de patadas directas a los lumbares, me invitó a abandonar la cama, el cuerpo dormido de A. y trasladarme a la litera pequeña, estrecha y conquistada por peluches con forma de animales que me miraban sin sentimientos y con algo parecido al... al... hambre. 

Cerré los ojos para volver a dormir y regresar a ese agradable sueño donde dejaba de lado los apocalipsis, las epidemias, las muertes y soñaba con que era jurado en el apasionante mundo de los concursos de stripscrable. Imposible porque volví a oír esa voz que susurraba mi nombre, un susurro de grito callado, de ese grito bajo que hacemos cuando queremos gritar, pero sabemos que hay personas que duermen y queda como un grito apagado o un susurro amplificado.

- Jorge, Jorge, Jorge...

¿Quién era y por qué gritaba susurrando mi nombre? Me quedé paralizado en la cama. Oi unos pasos que se acercaban. Cerré los ojos y finjí un sueño que tenía, pero que no podía recuperar. Un aliento calido empezó a recorrer mi cuerpo. Unas pequeñas manos me tocaron la cara.

Joder. Apreté con fuerza los ojos, dejé escapar uno de esos pedos que señalizan de forma clara que uno está dormido. Intenté trabajar una respiración que se acercara al ronquido. Nada parecía funcionar. Unas pequeñas manos me volvieron a tocar la cara. Mi nombre susurrado.

- Jorge, Jorge, Jorge.

Abrí los ojos. Era Niño Lobo.

- Jorge... es que no llego al bote de colacao y quiero desayunar.

Y como es bien sabido, lo que un niño de cuatro años dice en calzoncillos a las siete y cincuenta de la mañana es ley. Así que me levanté también yo en calzoncillos, le di el bote de colacao para que se hiciera el desayuno y me preparé un café para dar la pronta bienvenida a este domingo. Resulta irónico, pensé, uno se está levantando todos los días a las ocho y media soñando con el domingo, y cuando éste llega uno se levanta a las siete y cincuenta. Hay que joderse. Y todo por la presencia de Niña Zombi y Niño Lobo, dos personitas que entraron en mi vida cuando A. entró en mi vida.

 Con vosotros, Niña Zombie y Niño Lobo.

Los domingos por la mañana nunca han vuelto a ser igual.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Con otras palabras

"Hay un momento en el que tienes que prescindir de todo esnobismo y de tu idea de la cultura y reconocer que un episodio cualquiera de Friends es probablemente mejor, más exaltante para el espíritu humano, que el noventa y nueve por ciento de la poesía o la dramaturgía o la narrativa o la historia que nunca se hayan publicado. Piénseselo. Sí, por supuesto, Tolstoi y por supuesto Keats sí y bla bla, y sí por supuesto, sí. Pero vivimos en una época de inventiva particularmente rica. Y no se reconoce en absoluto a algunas de las personas más inventivas. Ganan el dinero a espuertas, pero no se les reconoce como artistas. Lo que es probablemente mucho más sano para ellos y mejor para su arte."

El Antólogo, Nicholson Baker, ed. Doumo, Septiembre 2010.

martes, 21 de septiembre de 2010

Sobre el sueño que tengo y no tengo

Sigo con ese encantador y fantástico trastorno del sueño. En principio, como muchos ya sabéis, se trata de narcolpesia. Aun me lo tienen que certificar cien por cien un señor con bata blanca y estudios, pero para eso me tienen que hacer la prueba del sueño que os comenté en una entrada anterior, pero las cosas de palacio van despacio y las de la seguridad social ya no te digo como van. Lo que no sé si el insomnio galopante que tengo se relaciona también con la narcolepsia, o no es narcolepsia si no otra cosa, o soy un vampiro no practicante con el sueño cambiado, total... que por las noches no duermo.

Sí, lo sé, es paradójico porque durante el día cabeceo, duermo y voy cansado y medio arrastrándome, y por las noches estoy fresco, lozano, activo e insomne. Me tumbo en cama y memorizo las grietas del techo, las formas de los reflejos de la farola que se cuelan por la ventana, redacto mentalmente enormes epopeyas y grandes y definitivas novelas americanas, escribo cartas a gente que no conozco, medito qué haría si de repente descubro un familiar desconocido que me lega una de pasta, pero una de pasta... que vamos... No me desespero porque no serviría de nada, pero acumulo cansancio de tres/cuatro horas de mal sueño por las noches (porque encima las horas que duermo me las paso soñando... y me cansó más todavía porque ahora tengo una racha de sueños de enigmas... ya sabéis, personas que no son los que creía que eran, sorpresas, combinaciones para abrir cajas, pistas falsas, etc. Agotador) y al final pasa lo que pasa.


Que peto. Que es lo que paso el viernes/sábado. No pude más y peté. Tuve que anular un discurso que tenía que dar en el Teatre de l'Aurora en la inauguración de su temporada teatral (es lo que tiene ser presidente de la asociación de espectadores), una cena con amigos porque estaba demasiado cansado. Y el sábado... PAM... Jorge se convirtió en un ser gimoteante y agotado.

Vivir así es duro. Con sueño por el día y despierto por la noche. Algunos me han dicho que tome pastillas para dormir, pero, la verdad, me resisto a ello. Quiero decir, no me apetece acabar como Judy Garland. Adicta a las pastillas, tomando para estar despiertar, tomando para dormir, bebiendo más de la cuenta, teniendo una hija con mis mismos problemas, cantar en Las Vegas y convirtiéndome en un mito para la comunidad gay. La verdad es que no me veo.

Valoro la posibilidad de recurrir a un naturista, o acupuntura, o reiki, o... algo fuera de la medicina convencional. A lo mejor con cambio de hábitos y agujas en los párpados y en el bajo vientre puedo descansar mejor, pero desde que vi Audition que la idea de la acupuntura me produce pánico.

Kirikirikirikirikirikirikirikiri hija de tu madre que me has arrebatado las ganas de probar una medicina alternativa y milenaria. Eso sí, la película es estupenda.

Si ya tengo miedo de ir a la peluqueria (y eso que mi peluquera es encantadora, ¡hola Nuria!) por si un día se le cruza los cables y en vez de cortarme el pelo me corta la yugular, estar en una habitación con un desconocido/a armado con un montón de agujas que irán perforando mi hermoso y redondo cuerpo que vete tú a saber si no quiere vengarse de mí por algo que le he hecho sin saberlo (que también he visto Old Boy) y decide que mira, que mi salud no le importa tanto como explorar mi resistencia al dolor (que ya lo digo aquí es mínima. Coges un libro de Jane Austen y me haces el intento de romperlo y ya me ves chillando y explicando todos los secretos de las personas que conozco. Naturalmente sólo explicaré los secretos que pueden hacer daño y son comprometidos; los inofensivos no importan a nadie).

Pero me estoy descentrando con mis miedos (que son... fua... es que soy muy conspirarnóico y muy aficionado a sacar miedos y terrores de todas partes y más desde aquella noche en que A. me dejó sólo y me absurdizé todavía más). Que vamos que he pasado unos días bastante malos con lo de sueño y supongo que no serán los únicos que pasaré. A media tarde de hoy estoy mejor. Estas últimas noches he descansado bastante bien y sólo me pican los ojos y ando media mañana así como mareado, pero manteniendo la dignidad.

Siempre digno, que para algo soy

Jorge Jiménez del Moral, Conde Duque de la Alta Anoia y Co-Principe de Igualada

declarado por unanimidad por mí mismo y por Jordi, que es Conde Duque de la Baja Anoia y el otro Co-Principe porque pensamos que, qué demonios, si queremos ser Condes Duques pues lo somos y a tomar por culo, ¿no? Que motivos más tontos ha habido para hacer a alguien noble. Así que ya lo sabéis, a partir de ahora tengo título nobiliario. ¿A que mola?

Próximamente, mi escudo de armas diseñado por A.
Que salga un cefalópodo, que salga un cefalópodo


Y sí, toda esta entrada del sueño explicando el trastorno y cómo he pasado estos días sólo era una excusa para decir a todo el mundo que me acosté plebeyo y me levanté noble. ¿Que me complico la vida? Sí. Pero ya deberíais estar acostumbrados, ¿no?

viernes, 17 de septiembre de 2010

Portadas nada míticas

Portada de la autobiografía de Rick James.
¿Quién? El autor de la ¿mítica? ¿conocida? canción Super Freak

jueves, 16 de septiembre de 2010

45 Calle Santa Caterina

En una 1949 una joven escritora americana llamada Helen Haff escribió una carta a un librero londinense llamado Frank Doel pidiéndole unos libros a priori inencontrables. De esta manera empezó una relación de amistad y casi amor entre Helen y Frank donde hablaban de literatura, de la vida, de sus gustos, de sus opiniones, de encuentros y desencuentros. Una de esas amistades míticas en el mundo del libro, un ejemplo esperanzador de que existe eso que llaman el cliente perfecto y el librero perfecto, una amistad que dio origen a un pequeño libro donde se recopilaban esas cartas que se han convertido en una pieza de culto, una película con Ann Bancroft y Anthony Hopkins (¡cómo leen!) y una adaptación teatral. Es una amistad con visos de amor preciosa, llena de matices, de cariño y consideración. De respeto y de inteligencia. Es uno de esas amistades que mucha gente sueña con encontrar. En 1949 empezó una gran amistad. Eso nadie lo pondría en duda. Y todo esto sin que Helen y Frank se vieran nunca las caras. Toda su amistad fue epistolar, por medio de cartas, de los envíos, de las recomendaciones y de las palabras. Dos personas que se conocen desde siempre, pero que nunca se han visto en persona.

La susodicha librería.

Todo el párrafo anterior viene al hilo de un comentario que Silvia Nanclares, amiga de facebook, escritora, guionista, encantadora y muchas cosas más, dejó en su página.

¿Por qué llaman "amistades vacías" a las relaciones que se establecen por aquí? ¿La correspondencia de años entre gente que no se ve/ha visto en años era/es más digna por darse en papel? Sofistas.

Al leer eso me quedé pensativo. Y me asusté. No estoy acostumbrado a quedarme pensativo, a tener ideas o elaborar argumentos así que salí corriendo por la calle, chillando y gritando "quítamela, quítamela, quítamela" hasta que vinieron los de la perrera, me echaron el lazo y me dejaron en casa más calmado y bastante más drogado. Cuando se me quitó la ensoñación de los tranquilizantes y A. me quitó la mordaza y me desató las manos, me preparé un café y fui consciente de que algo de ese pensamiento se había quedado así como dentro y que amenazaba con germinar. Intenté quitarme eso introduciendo un picahielos por el oído y agitándolo de forma violenta para remover el cerebro y recolocar las cosas en su sitio (orden lógico de pensamientos en cerebro de Jorge: A., sexo, A., fin del mundo, zombis, sexo, libros, fin del mundo, sexo durante el fin del mundo mientras atacan zombis, otras cosas), pero A. me aconsejó que no lo hiciera porque eso dolía y podía eliminar mis poderes de precognición (de los que ya hablaré en otro momento). A. preguntó que qué pasaba. Le dije lo de tener pensamientos. Me dijo que adelante, que no tuviera miedo y que probara una cosa nueva. A pensar. Y lo hice. Pensé. Y éste es el resultado.

Jorge pensando.
El uniforme lo ha hecho su madre que con hilo y aguja hace milagros.

Y haced el favor de mirarme a la cara, cabrones.


Que estoy de acuerdo con Silvia. Y ya está.

- ¿Ya está?
- No, aquí no lo dejas... no le hemos visto los genitales a un mono para acabar diciendo que estás de acuerdo y ya está. Desarrolla.
- Pero es que...
- Ni es que ni mierdas. Desarrolla o los próximos genitales que veas en foto de verdad serán los tuyos.
- De acuerdo, de acuerdo...

A ver... cómo desarrollar la idea... veamos... he repetido hasta la saciedad que empecé este blog un aburrido día de domingo y que, entre lo mucho y bueno que me ha aportado ha sido conocer a muchas personas. Muchas de ellas viven en otras ciudades, otros países y otros continentes. Visitaba sus blogs, enviaba un mail porque una canción me parecía que a esa persona le gustaría, me contestaba, hablábamos por un chat, aparecían proyectos comunes, etc. De repente con esas personas se establecía y se creaba un entendimiento. Y con los mails, los comentarios, la música, las palabras muchas de esas personas han acabado siendo amigas. Y a algunas las considero grandes amigas. Me caen bien, las quiero y tienen mi casa abierta para lo que sea. Amanda, María, Simó, Cloe, Annabel, Ana Belem, Pili, Selene, Lucía (joer, todo chicas) y más.

Tiempo después me abri una cuenta en facebook y, la verdad, no acabé de entender para qué servía eso y me convertí en uno de sus más acérrimos críticos. Pasó el tiempo y lo utilicé más y, la verdad, es que sigo sin saber para qué sirve ahora. Lo bueno que he conseguido es ahondar más en algunas de las amistades ya surgidas y conocer a nuevas personas. Y, de nuevo, a algunas de esas personas las considero amigas. Sin etiquetas de "amigos de facebook". Amigas y punto. Natalia, Adolfo, Diego, María Z., María V., y muchas más.

Y tanto a unas como a otras y sólo con dos excepciones, no las conozco en persona. Ni siquiera sé las voces que hacen esas personas. ¿Importa eso? No, para mí no. Son amigos. ¿Qué me gustaría compartir unas cervezas con esas personas? Y tanto, pero el contacto real no hace una amistad. Puedo asegurar que conozcon en persona a mucha gente con la que he colaborado y sufrido y trabajado a la que tengo en mucha menos estima y confianza que muchos de esos amigos repartidos por el globo que desconozco que timbre de voz tienen, que altura o si esos ojos son reales o photoshopeados.

A lo que me vengo a referir es que estas nuevas tecnologías son sencillamente otro medio de comunicación como en su momento lo fue la paloma mensajera, pony exprés, el telégrafo, la carta, el teléfono o el transmutador gaseoso de buenos deseos (no, esto falta veinte años para que se invente). Sirven para acercar a las personas y para que dos seres que no se conocían, descubran intereses comunes e inicien una amistad. Cierto es que la amistad por correspondencia tiene más predicamento y prestigio, pero también se debe a que se está convirtiendo en un residuo de nuestro pasado, en algo mítico como que se está extinguiendo. Nuestra realidad ya no es la de la carta manuscrita. La nuestra es más inmediata y rápida.

Algunos dirán que es más superficial, frívola y vacía. Como siempre, depende. Quizá dentro de doscientos años se analizaran los blogs y los estados de facebook para desentrañar la amistad entre dos intelectuales. Quizá ahora mismo Silvia y yo empezamos una relación epistolar por los estados de facebook que acaba convirtiéndose en un mito dentro de cien años, cuando la gente se comunique por máquinas de humo diatópico almacenadas en sus portatiles y sientan la añoranza por esa época no vivida de tantos estados, tantos toques, tantas etiquetas.

Como siempre, el enemigo o el demonio no es la tecnología, sino su utilización.

"Amistades vacías", decía Silvia. Yo he oído llamarlas "amistades espejismo" y con esto estoy más de acuerdo. Porque, ¿qué no lo es en esta vida?


P.S. Como siempre ni me entiendo ni me explico, pero esto es lo que hay. Para tonterías, mañana.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Lecturas

Amanda, gran amiga, lectora y editora.
Se la añora.

martes, 14 de septiembre de 2010

Novedades literarias para septiembre. Bonito, bueno y barato.

Septiembre... empieza el cole. Hace bueno, pero por la mañana hay que pillar una chaqueta y por las noches ya refresca. Se tienen puestas esperanzas en que la cartelera del cine mejorara. Y cuando uno entra en la mayoría de las librerías de nuestro país (por lo menos en aquellas en que se toca el texto), se encontrará con esto:


Hordas de padres y niños clamando por los libros de texto que no han llegado, por ese cuadernillo de cruilla que tarda más en llegar que el apocalipsis, madres furiosas con los libros de texto forrados porque se equivocó y su niño no hace física cuantica en parvulos, adolescentes con voz para adentro que mascullan su nombre para hacer el encargo. Colas enormes y nerviosas de personas que claman al cielo por los siete euros de la lectura recomendada. Y libreros con los ojos enrojecidos, las manos manchadas y los ánimos pisoteados.

Sin embargo, septiembre también es el mes de la rentrée de novedades. Y a eso vamos que para eso estáis aquí. Para poder comprobar con vuestros ojitos qué es lo bueno, bonito y barato que ofrece este septiembre y que encontraréis en las mejores librerías.

Las nuevas y divertidas aventuras de Torito Rosa, sin autor conocido, ed. Planeta junior, 2010.

¡Ya está aquí lo que todos los niños y las niñas y los padres no del todo sinceros con ellos mismos, con sus familias y su entorno estaban esperando! La colección de libros de su personaje televisivo favorito, el Torito Rosa, el héroe preferido de los más pequeños.

Disfruta de las aventuras, vivencias y experiencias del Torito buscando la "fiesta" por las playas y discotecas de todo el mundo mundial que tiene playas y discotecas. Aprende geografia, idiomas, anatomía, moda y dónde están las mejores discotecas para cuando tengas los dieciocho. Vive extrañas confusiones nocturnas y divertidas sorpresas con Torito Rosa y sus amigos Loca Loquita, Pantera Que Te Garruño y Oso Hostias. Un libro muy especial lleno de olores, tipografías extravagantes, horas felices, pastillas de colores y un cd de música con los éxitos que suenan en el programa. "Torito Rosa se descoca", "No importa si chirla o gamusino", "El tren chucuchu" y muchas más. ¿Te lo vas a perder? Si te lo pierdes serás un puto fracasado.

Personaje disponible para presentaciones literarias, cuentacuentos, cumpleaños, comuniones, barmistva y despedidas de soltero/a que les apetezca algo muy, pero que muy picante.

La angustia de la goma del calzoncillo, Raul Rojo, ed. Destino, 2010.

Daniel es un alto ejecutivo con una vida perfecta. Un buen trabajo, dinero a mansalva, una novia modelo de lencería muy abierta a relaciones con sus compañeras de trabajo, una buena casa, unos padres que viven lejos y unos hermanos que han renunciado a su herencia por una vida contemplativa y mísera. Todo parece funcionar a la perfección hasta que el coche se rompe y Daniel se ve obligado a tomar el autobús para ir al Palacio de la Ópera donde su novia le espera para ver la Tetralogía de Wagner sin subtitulos ni ná en asientos de piedra. Allí, en el autobús, rodeado de desconocidos siente como su caro y exclusivo calzoncillo hecho a medida se le mete por la raja incomodando el viaje. Intenta colocarse bien la goma del calzoncillo, pero el miedo a que un desconcido vea como se mete el dedo entre las nalgas y tira del calzoncillo con el riesgo que supone que quizá no se limpiara del todo bien el ano esta mañana al defecar y algo del olor se impregne en el dedo y manche la tela le produce angustia. Una angustia que le acompañará a partir de ahora en todo ese viaje en autobús y en las casi veinte horas de ópera con una goma del calzoncillo atormentando el ano y por ende, toda su vida y todo su pasado.

Raul Rojo, esa eterna joven promesa de sesenta años de la literatura argentina, nos presenta una nueva novela que casi es su confirmación, pero no. Una novela que según palabras de su autor "no es más que una metáfora de la angustia que siente cada persona por su ropa. Porque vivimos atrapados en nuestros armarios, metáforas de nuestra alma, versiones de la obra de C.S. Lewis pero al reves. Todos nosotros no somos más que gomas metidas en el culo de alguien provocándole angustia. Y la vida no es más que una enorme goma de calzoncillo metida en el culo de Dios". Una imponente y espectacular novela intimista y angustiosa de seiscientas páginas y tres puntos y apartes.

Amor, lacteos y highlander, Claudia del Moral, ed. Nefer, 2010.

La novela que todo aficionado a los lacteos, los escoceses con enormes quesos de barra bajo la falda y las jovenes, hermosas, independientes y pasionales jóvenes que montan negocios propios ante las adversidades familiares no se debería perder.

La fatalidad ha asolado a la familia de Helena, una joven hermosa e independiente que vive dependiente de la asignación que mensualmente le pasaba su padre. Pero eso se acaba el día que Helena se entera de que la fortuna familiar se debe a la explotación de ancianos, niños menores de seis años y perros de largas orejas en paises asiaticos cosiendo lazos a los sostenes. Ella no puede consentir esa injusticia con los perros de largas orejas y rechaza ese dinero sucio de las babas nada felices de los canidos.

Se muda a un pequeño pueblo de la costa inglesa y allí monta una quesería con el nombre de "La bufala contenta" donde vende quesos según la personalidad del comprador. Pero un día, partiendo un trozo de roquefort que le ha vendido una vieja repugnante se le aparece un highlander de pelo en pecho, olor a hombre y mirada que la desnudaría si no estuviera ya desnuda que responde al nombre de Rolf McGregor. El highlander le cuenta que era un highlander apasionado al que una bruja condenó a ser un queso hasta que una hermosa mujer con conciencia sobre los derechos humanos de los perros de largas orejas no partiera ese queso en una noche de luna llena.

Todo sería perfecto si Helena no sufriera de intolerancia a la lactosa, los besos de Rolf no supieran tanto a roquefort y la vieja bruja no hubiera decidido conducir un ejercito de zombis teutones para interrumpir el amor creciente de nuestros protagonistas.

¿Hay que añadir más? Una novela obra maestra de Claudia del Moral, la mejor y más querida autora de novela láctea de highlanders. Una novela olorosa, sexi, jugosa, divertida, sangrienta y muy, muy, muy pasional.

"Helena sintió como si un enorme trozo de roquefort se le clavará en el bajo vientre consiguiendo que su entrepierna se convirtiera en una fondue de queso.

- Esto no está bien.
- Esto es lo que quieres, Helena. Besos y quesos de un highlander pasional.
- Sí, sí... moja tu pincho en mí y deja que coma la fruta".

viernes, 10 de septiembre de 2010

Fotógrafos - Berenice Abbot

Berenice Abbot, fotógrafa (1898 - 1991)








miércoles, 8 de septiembre de 2010

Conmoción

En el muy interesante blog Carlos Crece, lei hace unos días un post que hablaba de una adicción reciente y un hecho que a todos nos pasa: a una persona que tantas energías y recursos y minutos y vida le dedica al jazz, de repente lo que le obsesiona es un cantante de esos que llaman de "canción de autor" (si alguien me puede decir qué es eso de la canción de autor que me lo diga). El artículo me gustó y pensé que en literatura me pasa algo parecido, mi mundo se nutre de novela negra, ciencia ficción, fantasía, aventura, guerras, conspiraciones pero la novela que me obsesiona y de la que tengo más de veinte ediciones diferentes en distintas lenguas es Orgullo y prejuicio.

Hasta el día de hoy no pude escuchar a ese músico del que hablaba. Y mi reacción a su música fue la misma que tuve en su día cuando escuché por primera vez a Tom Waits (de pie en el desaparecido Virgin de Barcelona), a Nina Simone (en un programa de jazz que pillé sin quererlo en La2 cuando era pequeño), o a Ida Maria (en el blog de mi querida amiga Cloe, estupenda música por cierto). Conmoción. El peso en el estómago, los brazos inquietos y la necesidad de compartirlo.

- A., mira, escucha esto.



Y la extraña sensación de que al escucharlo, mi vida es un poco más completa.

El tipo que canta se llama Vic Chesnutt. Si queréis conocer más sobre él, su vida y obra os recomiendo este artículo de Carlos, el culpable involuntario de esta entrada. No hablaré de eso porque otro ya lo ha hecho y mucho mejor de lo que lo haría yo. Quiero hablar de lo que ha significado escuchar a este tipo desgranando con su muy particular voz unas historias muy jodidas. No sé inglés, pero hay cosas que se notan. Y en la voz, en la guitarra, en los acompañamientos, se nota que este tipo ha estado muy jodido y nos lo canta con poesia, con melancolía, con tristeza y con humor.


Porque Vic Chesnutt hace (me niego a decir hacía porque tenemos sus discos, vídeos y nuestra imaginación), hace, digo, de su su vida, su obra, su arte. Pero con la distancia y la inteligencia suficiente para no resultar sensiblero y convertirse en uno de esos cantautores quejicas que sólo piden al mundo que les diga lo especiales que son. Para mí, los verdaderos artistas son los que si deciden partir de su vida la tratan como objeto de arte, con distancia y inteligencia (que en el fondo es el remedio para todos los males y para que todo funcione). Hay un trabajo tras cada nota y cada canción. No eso de "esta canción la escribí esta mañana en el lavabo y habla de lo especial que soy porque mi madre me castigó un día sin postre".

Vamos, lo mismo que ocurre con la poesia. Por muy personal que sea, si no hay distancia y trabajo, pues... joder... entonces da un miedo...

Para mí Vic Chesnutt es el descubrimiento musical de un año poco musical. Y, realmente, es genial seguir descubriendo y sintiendo conmociones artísticas. Nos recuerda que estamos vivos y que aun queda mucho por hacer.

martes, 7 de septiembre de 2010

Y hoy martes...

... en muchos lugares del mundo es la vuelta al cole.

Y los padres al oir ese silencio que inunda la casa, las habitaciones, las calles, las tiendas, la vida lo celebran.


Sí, otra vez Kiss me Kate, ¿qué pasa?
Me gusta esta canción

domingo, 5 de septiembre de 2010

Un poco de autobombo

Ya sé que hablar de autobombo en un blog es un pleonasmo (lo digo bien, ¿no?), ya que éste es un instrumento dedicado pura y exclusivamente al ego y a la creencia de que lo que explicamos, escribimos y "pensamos" es interesante, fundamental, definitivo e importante. Y no lo es. Quizá es lo genial de todo. Pero bueno, dejemos esta disquiciones que no conducen a ninguna parte y que sólo pretenden presentarme como alguien que piensa (que no) y vamos al autobombo.

1) Allá por el año 2008 abrí este vuestro humilde blog. Y empecé a pasearme por otros blogs hasta que llegué a uno que llevaba por nombre El Cabaretito. Me gustó lo que vi, así lo dije en algún comentario y en poco tiempo pude llemar amiga a la persona que lo editaba. Esta persona, que responde al nombre de Amanda me dijo un día que le gustaba lo que escribía y me pidió si le podía enviar algo. Le envié un cuento, le gustó, pero era largo, envíame más, le envíe dos cuentos breve y ella me dijo que los publicaría en la revista que editaba: Esta revista se llama Blasfemia. Pasó el tiempo y nos pasó cosas (algunas buenas, otras malas, otras que ni fú ni fá) y al final se publicó la revista. Y en esa revista entre todo lo bueno que se puede encontrar, hay dos cuentos míos. Bueno, llamarlos cuentos es pasarse. Se trata de dos tontás que creo que pueden divertir al personal.

Pinchando en la imagen se va a la revista y a un resumen de contenidos.
Tiene una pinta estupenda.


La revista es mexicana (tierra con la que me siento unido por muchas razones variadas que ya comentaré un día... o no), es cultural, moderna y apuesta por los jóvenes talentos (gracias Amanda por considerarme un joven con talento) y desconozco si se puede encontrar ya en la península. Los mexicanos ya podéis agenciaros un ejemplar para disfrute de mi prosa y regocijaros en un buen trabajo editorial.

Ah, y Amanda, hablamos pronto, ¿ok?

2) Tengo cuenta en el facebook. No es que me sirva de mucho, pero me ha servido al menos para alguna cosa positiva. Conocer gente estupenda suelta por el mundo a la que debo una visita. Una de esas personas se llama Natalia, es librera y gracias a ella mi voz se oyo por las españas en radio3, he descubierto un par de libros estupendos y me permitió una versión igualadina de su grupo de Libreros que se vuelven velociraptors, grupos donde dos libreros que andan sueltos sin bozal por el mundo recomendando lo que les sale de los ovarios/huevos, luchando contra lo que consideramos pseudoliteratura (se podría discutir mucho, pero no lo haremos), apoyando a las editoriales pequeños, descubriendo joyas y defendiendo siempre la curiosidad como motor que debe mover al lector.


Los respectivos emblemas de las páginas.

Buscadnos por facebook los que tengáis cuenta con las palabras: libreros que se convierten en velociraptors. Relajaros, tened sentido del humor y atentos a las estupendas recomendaciones literararias que hacemos. Lo genial es que somos muy diferentes, pero muy complementarios. Y, por encima de todo, amamos la literatura, los libros y, según que días, nuestros trabajos.

Y si alguien quiere añadirme como amigo, pues nada. Así nos conocemos.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Lecturas

Laura, amiga, fotógrafa, lectora, escritora, no se deja engañar por el frío, y un día creció y siguió leyendo para sí y para los demás.

"Ningún impulso me guiará hacia él: me dirigiré a él con mis propios pies."
Rejean Ducharme, El valle de los avasallados, ed. Domaverso

miércoles, 1 de septiembre de 2010