domingo, 30 de noviembre de 2008

Y llegó la hora de los regalos

Domingo. Último día de las vacaciones. Y a pesar de lo mucho que me gusta mi trabajo, no tengo ganas de volver a trabajar. A punto de empezar la campaña de Navidad (con todo lo que representa de locura, colas y gastos) y enfrentarse a todo lo que supone las fiestas. Y como los domingos invitan a casi todo el mundo a un punto de tristeza y melancolía, creo que es el mejor día para repartir los regalos que traje de allende de los mares. Espero que os gusten, porque para cambiarlos tendremos que esperar un tiempo.

A Cesc le traigo una azotea en Vedado con un tendedero lleno de pinzas de madera comidas por la sal.
A Automática una primera edición cubana de Las doce sillas y su correspondiente versión cinematográfica de Gutierrez Alea.
A Libélula, una canción y un trocito de mar para poner debajo de la almohada.
A Lebanon, una preciosa saya blanca para lucir en las fiestas.
A Cloe, una larga noche de ron y trova con un viejo piano que lleva su nombre.
A Laura, kilos y kilos de arena de la playa que caben en un bote de confitura.
A Jordi, una novela encontrada en un arcón con tres cartas de amor dentro.
A Montse, un balcón en Miramar donde hacer millones de cenas con los amigos que más quiera.
A Amanda, un botón que encontré en la playa y manos llenas de viento que le revuelva el pelo.
A María, un gato callejero habanero que no se casa con nadie, vive en un teatro y los tejados son suyos.
A Annabel los versos de Dulce María Loynaz "Era buena la Vida: / Había rosas. / Unos minutos antes me había sonreído un niño... / Pasó volando y me rozó la frente".
A Bruixadesol les vistes de La Habana des de el campanar del convent de San Franscico de Asís.
A AnaGalactica, un cielo estrellado y pastillas de menta.
A Paulette, un paseo tranquilo por La Habana vieja sin turistas mientras anochece con los oídos cargados de soul.
A Anita un par de trovadores que canten sus poemas en largas descargas en el Paseo de los presidentes.
A Flo, una guitarra, una cerveza y toda la noche por delante.

Y si me he dejado a alguien, que me perdone. Y si alguien viene de visita, pero no se ha presentado también. Para todos ellos en mi maleta hay un millón de recuerdos, de trocitos de mar, el sabor del congrí, la malanga, el jugo de mango y los besos que no se llegaron a dar.

Y este fantástico cielo gris sobre la Habana me lo guardó para mí.

sábado, 29 de noviembre de 2008

viernes, 28 de noviembre de 2008

Poemas descubiertos en un P5 y leídos frente al Malecón

En una de las muchas librerías que visitamos en La Habana (y donde nos dejamos gran parte del dinero que llevábamos en el bolsillo para comer y poder pagar los transportes que nos devolverían a casa) encontramos por casualidad el libro Golpes de lluvia de la poetisa Mayda Pérez Gallego. Aurora abre una página al azar y lee en voz alta.

Triángulos

La tercera persona del singular
te quiere (tú lo aceptas).
La primera persona te ama (bien lo sabes).
Sin embargo
tú adoras a la tercera
(quien no es por cierto la persona antes mencionada
sino otra que padece también
de ambivalencia:
puede ser él
pero
puede ser ella). Vaya idioma.


Salimos de la librería con un ejemplar para Laura, un ejemplar para Aurora, un ejemplar para Jorge.

Durante la noche los leímos en las farolas hasta quedarnos ciegos, en las sombras de las paredes que guardan tantos grises imposibles, en el ocaso en La Habana que tiñe la noche de naranja y añil. Enfermos de poesía buscábamos versos que hablaran de nosotros, que nos emocionaran o que fueran un retrato irónico de nosotros mismos. Instalados en un autobús, leemos y leemos para nosotros, para los que nos rodean y para los que no conocemos.

El otro lado del cuento

Voy a inventar el cuento de que llegas.
Que abro y eres
noticia pronta al alcance de la mano.
Que sueltas tus conejos
y yo mis tímidos leones.
Que te invento un cigarro que no daña
Que rompemos el tiempo en pedacitos
y lo echamos a volar balcón al mundo.

Voy a inventarme
al otro lado del cuento.


Y Laura nos invita a cenar. Vamos a casa de su novio y ella se instala en la cocina para deleitarnos con alguna sorpresa, para ofrecer una cena a las personas que quiere. Balcón frente al Malecón, el agua saltando, las parejas caminan por la calle y cae la tarde. Hora mágica en La Habana donde por unos segundos parece que todo es posible. Fumo un cigarrillo tranquilo para engañar el hambre. Aurora graba un vídeo, ríe, coquetea alada y magnética y hambrienta, intenta sin resultado chantajear a los cocineros para que le pasen una friturita. Saca de su bolso el libro y para distraer el hambre nos alimentamos de poesia. No funciona, pero lo pasamos bien. Leemos y nos reímos. Suena Javier Ruibal.

Aburrimiento

Lo sabes:
no esperes más que conversaciones intelectuales
citas de café
películas de al lado
a veces planes en los que me sumas y multiplicas
y yo me dejo multiplicar y crecer
pero no paso mis fronteras
ni permito que tú invadas mi territorio de sueños.
Si conoces mis pesadillas
algunos de mis poemas y mi alguna que otra pena
no creas que me has tenido.
Me dejo llevar
simplemente.
Es muy aburrido estar sola.


Fue una buena cena. Salimos a la calle y fuimos al Cocodrilo a ver un espectáculo cómico, tomar unos tragos, estar con quien quieres y cantar viejas canciones de cantantes lloricas. Acabamos tarde, felices y con ganas de arrancarle el sueño a la noche.

Una buena noche, la última que pasé en La Habana.

No compramos los libros en esta librería, pero para ilustrar sirve.

jueves, 27 de noviembre de 2008

De momentos robados

Recién despertado, algo comido, muy guapo, más delgado, muy descansado y sin ningún rastro de desfase horario empiezo a asimilar el regreso. Ahora escucho un disco que me grabó Amaya con música cubana para que me llevara un trocito de la isla conmigo (algo difícil cuando con cada viaje dejo un trozo de mí allá, calculo que en un par de años habrá más de Jorge en Cuba que en Igualada...). Me encuentro con clásicos como Bola de Nieve o el gran Benny Moré, los Van Van, son clásico, nuevas promesas de la troba, a Equis Alfonso, Silvio o Carlos Varela. Fue un hermoso detalle por parte de Amaya, una nueva amiga, un nuevo libro.

Y algunos momentos de este viaje:

* El viaje en camión por La Habana cuando íbamos a buscar el armario ropero nuevo de Aurora (próxima crónica). El viento en la cara, los baches del camino y el inmenso sol.
* Una fiesta de cumpleaños llena de muchachas hermosas, buenos amigos, muchas risas, demasiados cigarrillos y ron.
* El momento en que soñé con el final de Los paraísos disponibles y supe que un día lo escribiría.
* La deliciosa cena que preparó Luli a ritmo de Ida Maria y Javier Ruibal.
* Que confundieran a Aurora por turista y a mí por cubano.
* Jugar con los niños.
* Pimplarme más de media botella de ron añejo y no acabar ni borracho ni con resaca.
* Mi futura esposa por la calle Obispo.

No busquéis, ella no está por aquí. Aunque sí que es la calle Obispo.

* Deseos callados y boinas negras.
* Que en mi última noche en La Habana, mientras esperábamos el inicio de un espectáculo cómico, sonara Un beso y una flor de Nino Bravo y se nos rompiera la voz cuando la canción dice "Me voy, pero te juro que mañana volveré".
* La frase: "Papel higiénico, ¿dónde conseguiste?".
* El cubano hablando del cubano.
* "Todo está mal, todo está peor y encima todo es ilegal. Pero lo más gracioso de todo es que nos enseñaron a ser indisciplinados... ¿qué esperan, pues?".
* Entender la gran parte de los chistes, bromas, jerga y dobles sentidos sobre la realidad cubana que lanzan los cómicos.
* Un discreto café con Aurora mientras llovía fuera y hablábamos de amores dentro.
* Que se murieran de frío con veintitrés grados de temperatura.

* Tantos amigos.
* Tanta música.
* "Eres tan cobarde... si fueras solo un poco más lanzado ahora estarías comiendo con una de las muchachas que conociste ayer...".
* Una exposición de pintura.
* Las descargas poéticas en los autobuses cuando buscábamos y leíamos esos poemas en voz alta que al menos en un verso hablaran de nosotros.
* Lágrimas prohibidas en el areopuerto y lágrimas que se saltaron la prohibición.
* Un abrazo de Laura tan grande que me dejo dentro hasta lo que no hablamos.
* Aurora cogiéndome la mano porque los boleros son crueles.
* Tantas risas.
* Tantas buenas noches.
* Tan poco tiempo.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Ya estoy aquí

Señoras y señores,

se acabó mi viaje y ya he vuelto a casa. Un viaje en avión largo y pesado. Doce días en La Habana que se han hecho un suspiro, que ha sido todo demasiado corto y echo mucho de menos. A Aurora y Luli, a los nuevos amigos y a los viejos, a los amores platónicos que me encontré en una fiesta, a mi futura esposa que corría por la calle Obispo con demasiada prisa en los ojos para verme, a las calles y el café, los olores, los taxis desvencijados, las colas para comprar comida y las descargas, las horribles despedidas en el areopuerto con muchas lágrimas. Ya iré entrando en detalles con el viaje (me permitiréis una semana monográfica sobre lo que por allá he vivido).

Os dejo una canción de Frank Delgado, un gran trobador al que tuve oportunidad de ver en concierto.


Discover Frank Delgado!


domingo, 16 de noviembre de 2008

Una carta desde el futuro

Hola Jorge,

Ésta es una entrada escrita el 16 de noviembre de 2008 por un Jorge del futuro. Exactamente de junio de 2010. En estos momentos estás en Cuba disfrutando de unas merecidas vacaciones y ni siquera sospechas que en estos momentos un Jorge del año 2010 está dejándote un mensaje en tu blog. Es para tranquilizarte y decirte que sí, que siempre has tenido razón, puedes viajar en el tiempo.

¿Una prueba?

Mira.


Impresionado, ¿verdad? No te preocupes. Estás utilizando esta habilidad sabiamente y no has cambiado cosas muy importantes.

La vida te irá bien, muy bien, diría yo. Aprenderás a dominar tus poderes. Conocerás a alguien muy importante a la sombra de un árbol. Sigues trabajando en la librería. Sigues sin un duro. Sigues sin escribir nada serio, pero ya te va bien. Vives más relajado y disfrutando más de lo que lees. No lanzas rayos por los ojos, lo siento. El mundo sigue igual; guerras, muertes, injusticia y corrupción. Lo mejor que harás será echarte a dormir. Ya lo entenderás. Serás feliz. Te sentirás bien. Conocerás a gente estupenda y, por tanto, las añorarás aunque no las conozcas en persona. Serán esas personas, las que ya conoces y las que conocerás, las de Igualada y las de Cuba, las del blog y que están diseminadas por todo el mundo, desde Galicia hasta Argentina, pasando por Valencia, Igualada, México y un millón de otros sitios, los que te confirmarán que el mundo, pese a todo, es un gran lugar para estar. Eso y una salamandra disfrazada de oso polar. Ya lo entendrás.

Y no, no puedo darte ningún número de la lotería porque no serviría de nada. No puedes cambiar tu futuro porque yo ya lo he vivido, pero eres libre para hacer con él lo que quieras.

Un abrazo de tu yo del futuro.

Jorge

P.S. Lo de las patillas tiene una explicación, en serio... ¿sabes lo de dormirte en las peluquerías? Pues sigue igual, pero diferente. Ya lo entenderás.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Y llegaron las vacaciones

Bueno, mi gente, que me largo. Por fin llegaron las vacaciones y con ellas mi viaje a La Habana.


Ya tengo la música escogida, ya tengo los libros para el viaje (Botchan de Soseki Natsume, Que se mueran los feos de Boris Vian y alguno que compraré en el areopuerto), la ropa en la maleta, la cámara con la batería cargada y todo eso...

La verdad, tengo ganas. Ganas de ver a mis amigos de allá, de no hacer nada durante un par de días, de hacer colas de dos horas para coger un autobús, para tomar un helado, para comer las peores pizzas de la historia. Ganas de recorrer la ciudad buscando jabón o cera para depilar o zapatos. De volver a escuchar las mismas canciones de Aute y Serrat. De ir al teatro, hablar con los actores, algún concierto, escuchar al habanero hablar de La Habana y de Cuba, bajar la voz cuando se habla de ya sabes quien, pasar un poco de hambre, pasar calor, luchar contra mosquitos, ir a buscar el gas, comer picadillo (si puedo no comerlo no pasa nada), ver a las bellas cubanas, medio insinuar que bailo, hablar durante horas y horas con mi amiga Aurora y ponernos al día de lo vivido en un año y contarnos lo que callamos y darnos de abrazos y besos.

Así que, señoras y señores, me largo de vacaciones y este blog permanecerá cerrado durante dos semanas. No lloréis, por favor. Volveré con ganas de escribir y continuar con mis aventuras en el subsuelo y más conversaciones bizarras con mi gran amigo Jordi (a parte de los libros, la música y de lo que se suele hablar por aquí). Y si no vuelvo... bueno, en ese caso recordadme como alguien que lucho por la libertad, que fue amado y odiado por la mujeres y que dio su vida en un incendio por salvar la vida de unos huérfanos y de unas modelos de lencería.

Un abrazo a todos y nos vemos en quince días.

martes, 11 de noviembre de 2008

Música para el viaje

A un día y medio de salir para La Habana hago la selección de la música que llevaré en el mp3. Momento delicado porque será la música que tendré conmigo durante los próximos quince días y no puede haber un margen muy alto de error. Pocas cosas hay más aburridas que cinco horas de espera en un areopuerto y sin música se pueden hacer horribles. Y luego once horas de avión sobrevolando un océano (y con la suerte que tengo me tocará un imbécil al lado y una mierda de película... aunque no será como el año pasado que tuve que aguantar durante todo el viaje a un borracho chillando "Más rápido, que si vamos a Cuba es para follar... y yo quiero follar... ¡quiero follar!". Creo que ese es el momento más cercano que he estado jamás de arrancarle a una persona el brazo y hacérselo tragar pidiéndole por favor que se calle).

Bueno, mi selección musical para el viaje.

Música francesa, como no. Presencia de Aldebert, Jeanne Cherhal, Adrianne Pauly (no puede faltar) y Amélie-les-crayons. Rose, Emily Loizeau y Les ogres de Barback para aportar el necesario toque punk.

Descubrimientos recientes como Ida Maria (mil gracias Cloe), Sarah Blasko (gracias otra vez Cloe), Joan as police woman, Hello Saferide, Amanda Palmer.

El gran Gato Pérez como representante de la rumba catalana y Jabier Ruibal.

Clásicos como The Pogues y nuevos clásicos como The Delgados. Hooverphonics, la BSO de The Royal Tenenmbauns y Nickel Creek.

Y después una selección variada de jazz, algo de salsa, presencia del gran Ruben Blades y Jaco Pastorius, alguna canción de Thomas Fersen, Hector Lavoe, Roger Mas...

Y una adquisición de última hora: She & Him donde el genio M. Ward y la talentosa y preciosa Zooey Deschanel unen esfuerzos en un proyecto que parece emerger de hace cuarenta años y que es refrescante, divertido e inteligente. Todo un homenaje a la época dorada del pop, al buen country y al gran Phil Spector.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Hello Saferide - Anna

No sé si será el tiempo, noviembre, la proximidad del viaje, el agua o que me estoy haciendo mayor, pero lo cierto es que llevo unos días con el sentimental subido. Quiero decir, me quedo embobado escuchando música que sin coartadas intelectuales o sin ironía me ataca directamente la fibra sensible. Y me emociona, me deja tierno y algo tontorrón (Y, por favor, no seáis malpensados y me imaginéis limpiándome los mocos con la manga mientras me meto en la vena horas de Michael Bolton... todavía conservo la cordura y un mínimo de buen gusto).

Lo que estoy escuchando estos días es una bella muchacha llamada Annika Norlin que se presenta en el mundo bajo el nombre de Hello Saferide. Hace un pop tranquilo y discreto, honesto en su carga de sentimiento (que no de sentimentalidad), de ternura casi infantil, preñado de historias cotidianas de amor, amistad, decepción, alegrías y tristeza.


De voz sutil y matizada, de instrumentación tranquila presenta un mundo sensible e introspectivo que no cae en actitudes cursis o melosas porque siempre hay en sus canciones una ligera pátina de humor e ironía, la mayor de las partes amable, pero en ocasiones son miradas más duras y tristes a lo cotidiano. Habla de lo que la rodea, de lo más cercano y tangible.

La conocí por medio de esa fantástica página infinita que es Música de bolso donde aparece en uno de los vídeos cantando en un ascensor. Me gustó la sencillez de la propuesta y me puse a buscar cosas de ella. Periodista en su tiempo libre, le gustaba componer canciones para sus amigos, montó un myspace con las canciones y empezó a ser conocida. Ya lleva publicados dos álbumes difíciles de encontrar (por lo menos en este país).

Y una de sus canciones es la que hace que el tonto se me suba. Se llama "Anna" y es una carta a una hija que podría haber tenido con su pareja, que podría haber visto crecer, que hubiera ganado el premio Nobel, encontrado la cura del SIDA, comprado una casita en el campo para sus padres y no haber llegado jamás a conocer esa sensación que se tiene cuando alguien te rompe el corazón. Y pide disculpas a esa hija llamada Anna por no existir porque un día su pareja se largó. Sé que es una historia melodramática, pero la canción no es ñoña, de verdad. Hay toques de una sutil ironía, de pequeña desdramatización, de reírse de una misma. Y me toca la fibra... definitivamente será que me estoy haciendo viejo.

sábado, 8 de noviembre de 2008

jueves, 6 de noviembre de 2008

"De sus amantes pasados ella me habla..."

Escuchando: Hello Saferide, My Best Friend

Por culpa de un chantaje fraternal esta mañana he tenido que ir a la biblioteca de Santa Margarida de Montbui a buscar unos álbumes ilustrados. No he encontrado todo lo que buscaba, pero me ha servido para volver a una biblioteca que hacía años que no pisaba (desde que me mudé a vivir a Igualada, en concreto). He aprovechado para saludar a la bibliotecaria y pasearme un momento por los anaqueles y las estanterías. Y entonces he recordado un libro que leí hace muchos años cuando preparaba un viaje a Venecia, el Quadern venecià de Àlex Susanna. Me preguntaba si aún estaría allí. Y lo he encontrado peligrosamente cerca de las novelas de Danielle Steel. El libro estaba igual que hace diez años. Me ha dado la sensación de que nadie lo ha leído en todos estos años. Me he sentado en una de las mesas de la sección infantil (a las doce del mediodía es el lugar más tranquilo de una biblioteca) y lo he empezado a ojear. He encontrado las frases que subrayé en su momento al leerlo por primera vez donde indicaba el lugar de la tumba de Pound y Stravinski. He recordado parte de aquel viaje y la sensación agridulce que me dejó. Entonces, he buscado el poema.

Dels seus amants passats ella m'en parla...

Uno de mis poemas favoritos desde el momento que lo leí por primera vez y creo que una de las influencias más importantes que he recibido en mi concepción de lo que es el amor y las relaciones con las mujeres. Lo he leído de nuevo después de muchos años y sigue siendo importante. Lo apunto tal y como lo leí en su momento en la traducción de Àlex Susanna. Al final de la entrada encontraréis una traducción al castellano. Pido disculpa porque lo he traducido yo (traducción sobre traducción... ya no sé qué queda del original...).

Dels seus amants passats ella me'n parla
com dels seus somnis ho faria una verge.
No són per ella més que ombres i noms
els seus amants passats i cada un d'ells
em treu a mi una seva paraula o un gest
que me l'expressen i creia meus.

Es ben del seu pintor aquest voler estar
de seguida nua.
No el coneix mai aquell avergonyir-se
que predisposa a l'amor;
d'altres, altres coses.
Ben poc em resta ---
o potser em posaré a estimar
els seus amants passats.

Giacomo Noventa (Venecia, 1898-1960)

Unos años después tuve el privilegio de conocer a Àlex Susanna en la presentación de su último y muy estimulante dietario, Quadern dels marges (Planeta, 2006). Charlamos un poco y no pude dejar de decirle lo importante que había sido para mí un poema.
- ¿Cuál?
- No es un poema suyo. Es una traducción que hizo en el Quadern venecià. "Dels seus amants passats..."
Se le iluminó la cara. Creo que le hizo más ilusión esto que si le hubiera dicho que había sido un poema suyo.
- No puede ser... ese poema es de Giacommo Noventa, un desconocido poeta italiano del novecento que escribía en dialecto. En Italia prácticamente nadie lo conoce, y fuera de ella, menos. Y ahora, aquí, en Igualada, un librero me dice que ese poema que yo traduje en un ejercicio intelectual ha sido importante en su vida. Es la magia de la poesía... por eso es importante. Es como un río subterráneo que circula sin que nadie se de cuenta y, de repente, aparece, como una seta (com un bolet, dijo), en el lugar más inesperado. Y une mundos distintos.

Y supongo que algo de magia hay. Las palabra de un poeta olvidado de Venecia de principios de siglo XX llegan a un joven librero de Igualada gracias a un poeta catalán que un día le dio por traducir unos poemas como ejercicio. Creo que ésta es una de las grandezas de la poesía y que tan fácilmente olvidamos, su función de puente, de engarce entre países y tiempos, entre sensibilidades distintas y mundos separados, convirtiendo la voz de un poeta italiano en mi voz. El lento fluir de ese río que es la poesía. Y supongo también que ahora yo formo parte de esa corriente subterránea, de ese fluir de las palabras que hace que la voz de Noventa pase a México, a Argentina, siga en Igualada, vaya a Barcelona y poco a poco, silenciosamente, más personas lean a alguien que aunque sea por un sólo lector, no está olvidado del todo.

De sus amantes pasados ella me habla
como de sus sueños lo haría una virgen.
Para ella no son más que sombras y nombres
sus amantes pasados y cada uno de ellos
me quita una palabra suya o un gesto
que más la expresan y que creía míos.

Es muy de su pintor ese querer estar
enseguida desnuda.
No conoce nunca aquella vergüenza
que predispone al amor;
de otros, de otras cosas.
Poco me queda ---
o quizá me pondré a amar
a sus amantes pasados.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Un día triste, pero sólo hasta cierto punto

Hoy es uno de esos días donde la tristeza me puede.

Pero aclaremos algunos conceptos; no es que me siente al lado de una ventana y vaya empañando los cristales con mis alados suspiros, ni que corra por los páramos de Igualada con el pelo suelto al viento llamando su nombre entre la niebla, ni que me haya quedado hecho un ovillo en cama pensando en lo especial que soy, ni que camine por casa con una vela encendida creando un adecuado ambiente gótico en la estancia. Nada de todo esto, sólo faltaría.

Está siendo un día como cualquier otro. Me he levantado, he ido a desayunar donde siempre, me he fumado un par de cigarrillos, he ido al trabajo y me he encerrado en el almacén a entrar los libros de reposición y las novedades, he visto los nuevos peluches que nos han llegado, he bromeado con mis compañeros, he mirado el trasero de una clienta y he dejado que una clienta mire mi trasero. Un día como cualquier otro donde el sol luce y no hace mucho frío.

Pero estoy triste.

Y cuando estoy triste y no sé el motivo, me da por la música francesa de los sesenta. Me da por Aznavour, por Brel, por Mireille Mattiheu, por Françoise Hardy. Por las canciones meláncolicas y tristes de un París cubierto por la niebla y en blanco y negro.


Y hoy me he encontrado con Barbara. Visitando uno de los blogs más hermosos que conozco, María, la encantadora anfitriona de esas páginas, me ha prestado una canción de Barbara que es el ejemplo perfecto de la canción que hoy escucho. Su carga de melancolía, de ligero humor ante la tristeza, de "me permito estar triste, pero hasta cierto punto". Habré escuchado ya unas doce veces Dis, quand reviendras-tu y por momentos parece que esté hablando por mí.

Os dejo la canción. Y os dejo un enlace que os llevará al vídeo donde aparece la canción subtitulada. Sé que podría haberla apuntado aquí, pero me daba pereza.


Discover Barbara!


Y gracias María, une belle hirondelle d'hivern

martes, 4 de noviembre de 2008

Sobre mitos y erotismo III

Preámbulo

A cinco días de las vacaciones. Solo cinco días y podré levantarme tarde un lunes. Empezaba a pensar que nunca llegaría ese día. Y a ocho de largarme doce días a La Habana a ver a los amigos y no hacer nada. Noviembre ha empezado duro... veremos como acaba.

Años cuarenta - Gene Tierney

Sigamos con la lista que le prometí a Jordi. Años cuarenta. Años oscuros con la segunda guerra mundial, el inicio de eso tan tranquilizador que era la guerra fría, la caza de brujas del senador McCarthy dando sus primeros coletazos, una dictadura consolidada en España, se crea la ONU, India consigue su independecia. Y el cine empieza una de sus épocas más doradas. El neorrealismo en Italia y la evasión en América. Ana Magnani protagoniza en Roma, citta aperta (Roberto Rossellini, 1945) la imagen de la pieta más dolorosa de la historia del cine. Lana Turner resume a todas las malas mujeres de la historia del cine en El cartero siempre llama dos veces (The postman always rings twice, Tay Garnett, 1946). De Suecia desembarca Ingrid Bergman para aportar una mirada triste y su belleza. Marlene continúa su camino para convertirse en una diosa, y una jovencísima Lauren Bacall se apoya en el quicio de una puerta y pide fuego... pocas veces la pantalla se ha visto invadida por tanto erotismo por una simple frase.
- ¿Sabes silbar?

Pero mi amor es para otra actriz. Y es amor eterno. Es mi mito cinematográfico y erótico por encima de todos los demás.

Gene Tierney (Nueva York, 20 de noviembre de 1920 - Houston, 6 de noviembre de 1991) . La mujer más hermosa de la historia, un rostro perfecto comparable con la Capilla Sixtina o la Novena sinfonía (y aunque sé que quizá algunos puedan decir que exagero, Jordi estará de acuerdo conmigo). Reino en los años cuarenta y trabajó con los mejores (Lubitsch, Preminger, Lang, von Stenberg, William A. Wellman, Mankiewicz en la más que adorable El fantasma y la señora Muir) y dejó su huella en la generaciones posteriores.

Domingo por la tarde de hace unos años. Desde hace semanas La2 programa películas de cine clásico y yo, enfermo por el blanco y negro, las veo todas. De esta manera han llegado a mí clásicos de toda la vida aunque con una especial fijación por el cine negro. Me pongo cómodo en el sofá, un café delante sin saber que lo que voy a ver me va a cambiar la vida. Empieza la película. Una música envolvente.

Laura de Otto Preminger.

Una de las mejores películas que he visto. Una muchacha ha muerto asesinada en su apartamento. Un tiro a bocajarro. Un detective de policía muy duro es el encargado de investigar. Ella es, claro está, Gene Tierney. Él es Dana Andrews, uno de esos actores a los que quiero como si fueran de la familia . Un montón de sospechosos (entre los que está Vincent Price en su etapa de galán), secretos, medias verdades, traiciones y obsesiones. Y siempre un omnipresente cuadro de Laura, la fallecida, iluminándolo todo y obsesionando cada vez más al detective. Y una noche de tormenta, una muchacha con un chubasquero amarillo.

Puñetazo en el estómago y amor para siempre. Nunca había visto mujer más hermosa. Pequeña, de ojos grandes y tristes, labios carnosos, elegancia infinita cuando enciende un cigarrillo y lo aplasta en el cenicero después de dos caladas (es una actriz de esa época del cine donde se sabía fumar en pantalla). Combinación de fragilidad y fortaleza, de manos inquietas, de un cuerpo precioso más basado en el equilibrio y la armonía que en la rotundidad.

Lo único que puedo decir de Gene Tierney es que la adoro. Como lei en un blog hace tiempo, si el mundo fuera la mitad de hermoso que ella, éste sería una lugar maraviloso. Su mirada de gata y su voz un poco grave. Verla caminar, preparar un café, hablar por teléfono, reírse... derrochaba lujuria y estilo. Puedo decir sin avergonzarme que Gene Tierney ha sido una de esas actrices que con el simple gesto de encenderse un cigarrillo y mirar han provocado en mi millones de fantasias.

Os dejo una escena de El diablo dijo no (Heaven Can Wait, Ernst Lubitsch, 1943). Posiblemente sea mi favorita de la película. En ella veréis una de la facetas de Gene Tierney, ese encanto y esa magia que desprendía su rostro y sus ojos. La otra faceta, la mujer dura y despiadada de Que el cielo la juzgue o la onírica protagonista de Laura, dejo que las descubráis vosotros.


lunes, 3 de noviembre de 2008

Quería hablar de cine, pero me salió salsa

Y medio se arregla un lunes triste y cansado.



Héctor Lavoe & Willie Colón, El día de mi suerte

sábado, 1 de noviembre de 2008

1 de noviembre

A todas y todos, Feliz Día de los Muertos.


Extracto del corto de animación Hasta los huesos
Voz de Eugenia León