martes, 31 de mayo de 2011

De risas y sangre

El sábado A. trabajaba aguantando a gritones seguidores de cierto equipo de fútbol. Mi buen e insufrible amigo Jordi se vino a casa a cenar. Hice una ensalada y pedimos una pizza. Jordi tuvo un pequeño enfrentamiento con el pizzero por un quítame de hay la luz de la escalera. Cenamos y vimos una película que catalizara y fuera metáfora de todos nuestros sentimientos hacía el grupo de seres que chillaban en la calle, lanzaban petardos de forma incontrolada y cantaban a voz en agonía justo debajo de nuestro balcón. ¿La película?


Dos paletos bonachones que quiere arreglar una vieja casa abandonada. Un grupo idiota jóvenes y jóvenes idiotas de excursión por el bosque. Un encuentro en un colmado de carretera. Una equivocación: los dos paletos son en verdad psicópatas que quieren matar a esa panda de memos. Una carrera por sobrevivir a una amenaza inexistente que se salda con un montón de sangrientas y estúpidas muertes. Y con cada muerte... unas risas que te hechas.

Tucker & Dale... es una genial comedia con toques gore (tampoco tantos... que la verdad es que imaginaba muchos más) que es homenaje / parodía / resumen del género del slasher (si alguien no sabe qué es esto, una rápida explicación de alguien que no es muy aficionado al género, pero que adora todos y cada uno de sus tópico: género cinematográfico nacido a mediados de los setenta en Estados Unidos y que consiste en un asesino que mata a jóvenes de forma cada vez más bestia, sanguinaria, innecesaria y gratuita. Las constantes suelen ser un malo que cuesta de matar, un montón de carnaza sin personalidad y mucho desnudo gratuito femenino. ¿Ejemplos? Un montón en este enlace).  Pero sin ser una película de gags. Al igual que la estupenda Zombies party, es una película con su propia entidad, con sus buenos personajes, sus divertidos diálogos y sus estupendas muertes construida a partir de los tópicos que adornan esas películas y de los prejuicios de los personajes y del espectador.


La película se llena de homenajes, citas, copias y referencias. Que cada cual encuentre las que quieran. Se incluye hasta referencias de textura en la cinta y de errores voluntarios de racord (esa niebla que aparece y desaparece). Hay sangre. Muertes estúpidas y ridículas. Grandes escenas. Mis favoritas son  la escena en el colmado (un ejemplo de tópicos y de buena planificación), la trituradora de madera y la cara de Dale tras el monólogo del antagonista. Y encima sale la bellísima Katrina Bowden como final girl.


Vamos, una película perfecta para pasar un buen rato, reírse a gusto, disfrutar con los tópicos de un género querido y pedir a gritos otra muerte. Ains, cómo me gusta el humor fino mezclado con el gore, la violencia y la nula sutilidad.

lunes, 30 de mayo de 2011

sábado, 28 de mayo de 2011

viernes, 27 de mayo de 2011

Algunas cosas que han pasado en el piso nuevo...

... y eso que no llevamos ni una semana viviendo en él

1. Los primeros libros que se colocaron en una estanterías de pladur que hay por la sala (porque es un piso que tiene sala y luego comedor, como en las casas bien) fueron: Las estrellas, mi destino de Alfred Bester, la serie de la policía literaria Thrusday Next de Jasper Fforde y dos novelas de Terry Pratchett (Hombres de armas y Soul Music).

2. Primeras discusiones sobre la decoración del piso. A. se niega a esto:

2.1. Para la habitación de Niño Lobo y Niña Zombi


no sé si un muñeco irrompible y eterno de papel maché aprovechando la cantidad ingente de papel de periódico que tenemos, o una ilustración en la pared para que sea lo primero, primerísimo que vean al abrir los ojos. A. dice que ni hablar y ni siquiera atiende a razones con el poderoso argumento de "a los niños les gustan los payasos... ¿o acaso no has leído It?"

2.2. Lámparas para leer, lámparas para pensar, lámparas porque les hará gracia a los críos, lámpara para tener entretenidas a las visitas... que se haga la luz





2.3. Renovación de sofá y sillón más acorde con los tiempos agitados en los que vivimos. Mobiliario con crítica social que lleve al invitado a replantearse su mundo, su función en él y lo que podría hacer por el futuro de todos.


3. Accidentes domésticos. El tío Ernesto ayer tubo un pequeño accidente. Se subió a una escalera para pintar de blanco unas rosetas pintadas de fantaburros verdes y dorados. La escalera no estaba bien abierta y patam. Caída. Resultado: un tajo de doce centímetros que sangraba con profusión. Al ser de una generación burra, valiente e inconsciente se cataloga como "simple rasguño que no es nada que peores cosas me han pasado" y se pide "una tirita y punto" y a seguir con el trabajo. Tras una larga y repetitiva discusión entre A. y su tío, al final se le convenció de ponerse algo más que una tirita y se fuera a casa a descansar. ¡Qué diferencia generacional! ¡Y pensar que yo me corto con un folio y ya me estoy quejando y escribiendo una entrada en este blog con un tono virgiliano y lo explicaría a mis nietos o a los nietos de otros como la mayor aventura de mi vida y cómo un trozo de hígado se escapaba por esa herida abierta hay cuánta sangre, cuánta sangre, me tengo que ir a lavar las manos!

Son traicioneros, los cabrones.

4. Cocinar sin gas.

5. Ducharse sin agua caliente. Y el agua fría está muy fría. Ducha en tiempo record.

6. Empezar a desempaquetar mis cosas. De momento, dvd colocados y cd medio colocados a falta de encontrar mejor ubicación a dos cajas. Con los libros de momento no me atrevo... faltan estanterías... tiempo al tiempo...

7. Descubrir cosas asombrosas e increíbles e improbables  sobre el fantasmas del edificio. Una historia que rezuma pasión, amores, violencia, secretos, traiciones, venganzas y cafetitos por las tardes. Una historia de mucho giñe.

8. Seguir A. y yo viendo Breaking Bad.


Jo, qué buena, coño. Lo mejor que he visto en televisión (y casi en cine) en mucho años. A. y yo disfrutamos de cada capítulo y de esa mezcla alquímica en la misma escena de drama, comedia, terror, violencia y absurdo. Próximamente The Wire, que ha estoy tardando.

9. Dándole vueltas a la que será mi nueva y muy jodida partida de rol. Amiguetes de La partida del lunes, sus vais a cagar en mí cada día.

10. Leer. De momento novela negra americana. De la clásica. El cartero siempre llama dos veces y Adios, muñeca. Y disfrutar... ¿por qué me gustarán tanto las historias de tipos duros y rubias malas?

jueves, 26 de mayo de 2011

Don't Look Back

... de She & Him.

She & Him - Don't Look Back from Merge Records on Vimeo.


E inevitablemente pienso que sin Bye, Bye, Birdie este vídeo no hubiera existido.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Cosas de la mudanza

Son las nueve y treinta y tres de la mañana de un muy soleado miércoles. Los bocinazos histéricos de un camión enfrentado a un autobús escolar me han despertado y entre kilómetro y kilómetro (mira que es largo el piso nuevo) me he preparado un café con leche y me he sentado a escribir un ratejo antes de ir a buscar el armario y fin de la mudanza y a tomar por culo coño que cansao que estoy. Porque aunque la semana pasada hubo una avanzadilla de libros, ha sido entre el lunes y el martes cuando cogiendo la caja por las asas, tira para el piso nuevo y sube las escaleras. Porque no hay ascensor. Es piso antiguo. De techos altos así que los tramos de escalera son para morirse. Tres metros y medio de techo que hasta que no lo midió mi padre no se quedó tranquilo. Pues caja para arriba, caja para arriba, caja para arriba... ¿cómo es posible que en dos años se acumulen tantas cosas útiles? Entre el material de pintura de A. y mis libros... los enseres de cocina, Buzz, Sigilo, que es nuestro pequeño dragón lleno de mala leche, un par de baúles (uno con trampa), ropa, ropa, ropa... por suerte, como somos pobres, no tenemos muebles.


Ha sido una semana y media de vacaciones muy movida... porque mientras que hay personas que se toman vacaciones para descansar, otras lo hacen para hacer cosas. Aprovecharlas. Y yo las quería aprovechar. Para vegetar quince días en un sillón leyendo novela negra americana y atiborrarme de tipos duros y rubias peligrosas. Pero si se cambia de piso se cambia de piso y peso mucho para que me transporten en volandas. Eso sí, estos días me han servido para darme cuenta de algunas cosas...

1. Estoy viviendo con Ripley. A. quería una mesa para su taller de dibujo. La mesa estaba en la casa de campo de mis padres. EL domingo se llevó de excursión a unos amigos a buscar la mesa. La mesa llegó al piso. Se subió con esfuerzo y cansancio los dos pisos. Se encaró en la puerta. Pero había un problema. La mesa no cabía por la puerta. Y eso que es un pedazo de puerta, pero es más un pedazo de mesa. ¿Solución? Descartada la idea de serrar la mesa por la mitad y quitar la puerta nos decidimos por serrar un poquito las patas y pasar de una mesa alta de cojones a una mesa bastante alta de cojones. Dicho y hecho.


Y fue en el momento que A. tomó posesión de la sierra que sus ojos cambiaron, sus músculos se tensaron, se caló una gorra en la sesera y se encargó de esa perra que no quería pasar por el tubo. Pilló luego el taladro y empezó con agujeros por aquí y por allí para poner un par de colgadores. Es para las chaquetas, decía ella en estado de euforia. Todos con precisión, profesionalidad, erotismo y admiración. Porque mientras A. adquiría una aureola de cargarse a todo bicho espacial viviente y poder hacer llorar al primer marine colonial que le chiste, yo seguía en mi papel.

Aquí el menda con mis muñequitos en plena representación musical de La montaña mágica.

Ah, y mientras A. taladraba la pared, mi sobrino de casi tres años de edad armado con un atornillador eléctrico se empeñaba en hacer su particular homenaje a aquella zetosidad llamada El asesino de la caja de herramientas. Me ha salido complejo, el nene.

2. El mejor papel en una mudanza es el del tipo que conduce de un piso a otro. Con la frase "es que no se encuentra aparcamiento" uno se puede ahorrar todo el trasiego de subir cajas. Eso sí, cuando no se tiene carnet de conducir, pues como que la frase no cuela. Sufrido en mis propias carnes.

3. La generación de mi padre y del padre de A. es burra como ella sola. Me explico. Caja enorme llena de ollas, sartenes, bandejas y etc. Mesita de noche recia hecha con madera de secuoya ultra pesada con la que se hacen los barcos que desafían la ley de la gravedad marítima. Subir al piso. Sin ascensor. Mejor con ayuda, ¿no? No. Pues uno se lo carga solo, bufa todo el camino y luego se queja joder, la próxima mudanza la hacéis solos, auf, auf, mis rodillas. Espera que lo subimos entre dos que cansa menos y es más fácil. Na, yo solo subo el piano de doble cola y con el meñique cojo dos cajones de la comoda y ponme debajo del brazo la panificadora industrial y tira para arriba, auf, auf, joder mis rodillas.

Imagen encontrada en el blog El Pintautodidacta. ¿A qué es chula?

4. Tengo despacho. Vamos, una habitacioncita pequeña pequeña para mí, mis juguetes, mis libros, mis cómics, mis cosas de rol, mis planes de conquistar el mundo, mis guías turísticas de Prusia y Siam, con mi mesa, un ordenador para que escriba tranquilo y, por fin, de al mundo la gran novela americana que anida dentro de mí.

Al fondo, cajas de libros. Bueno, el 10% de los libros que quiero meter entre estas cuatro paredes.

5. Hasta la semana que viene estamos sin gas. El lampista tiene que cambiar la placa de los fogones porque pierde gas y, según parece, si nos dan el alta y nos ponemos a cocinar pues resulta que podemos morir. Por inhalación o por explosión. Cosas de la física. No podemos cocinar y agua fría al ducharnos... pero como hay cinco cajas de enseres de cocina para colocar pues, bueno, no se nota tanto... Bueno, si se nota, pues busca un plato y el menda todavía no ha colocado nada, pero es que he cargado con un armario y estoy que me canso...

6. Y en un par de días presento el fantasma del edificio. Toda su historia para que se convierta en leyenda.


Sus vais a cagar las patas abajo porque hablo de cosas de mucho miedo. Auuuu, auuuu, qué susto más gordo prefiero la muerte.

sábado, 21 de mayo de 2011

Portada


Siempre he odiado que el título explique de qué va la novela...

viernes, 20 de mayo de 2011

Y con balaustrada

Si últimamente escribía poco, ahora con la mudanza encima, menos. Pero es lo que tiene cambiar de centro de operaciones, que durante un par de semanas todo tu mundo se encierra en cajas y se tiene la sensación de estar en ninguna parte y pertenecer a dos hogares. Ahora mismo estoy en el piso nuevo... hoy me han hecho el traspaso del número de teléfono y del adsl. No tenemos cama, pero tenemos internet para ver vídeos tontos. ¿Y cómo nos dio por mudarnos? Bueno... la culpa, como en tantas otras cosas, la tiene mi buen amigo Jordi.


Un día me comentó que había visto un piso que estaba muy bien y que era perfecto para nosotros. Se lo comenté a A. A. llamó a la chica que enseñaba el piso y un mediodía fuimos a verlo. Y no. No era perfecto para nosotros. Era raro, las ventanas eran muy bajas y había demasiadas esquinas. Pero esa visita hizo que nos entrara el gusanillo. A. empezó a mirar pisos y pisos. Encontramos un par que nos gustaban, pero sin entusiasmos. Eran viviendas demasiados convencionales. No tenían nada malo, pero no eran para nosotros. Entonces a A. le hablaron de un piso espectacular y fue a verlo y sí, era un piso espectacularmente roñoso ideal para parejas que buscan un entorno de pesadilla y tienen la ilusión de alimentar su amor a base de horror y supervivencia.


Pero las mismas fincas que tenían ese piso en cartera, le comentaron a A. que había uno que nos podría interesar.

Estaba yo en el almacén de la librería haciéndome unas devoluciones así sin vicio ni nada., con las manos a la vista y la mente pura cuando A. entró y empezó a dar saltos diciendo que lo había encontrado, lo había encontrado. Nuestro piso. ¿A sí? Sí. ¿Y cómo lo sabes? Porque es raro de cojones, dijo ella. A la tarde fui a verlo yo también y sí, era nuestro piso. Y tras unas pocas negociaciones, pam, el piso era nuestro. Ya os mostraré imágenes de su interior, pero la fachada es esta.


Nuestro piso es el segundo, los dos balcones pequeños y la enorme balaustrada. En Igualada se conoce a este edificio como Casa Joan Godó, data de 1912 y tiene tintes modernistas. En cuanto Jordi me pase información histórica del edificio, os comento cosas. De momento decir que salir a ese balcón es darse un gustazo. Porque paso de un piso sin balcón, a uno de tres. De un piso de sesenta metros cuadrados, a uno de ciento y pico. De techos normales, a techos altos. De moderno, a histórico. Tanto para A. como para mí no existen los términos medios.

En un par de días explico cosas de la mudanza y de cómo nos las vamos apañando. De momento adelantar que el primer día que estuve sólo aquí pasaron cosas raras... cosas que parecían sacadas de un remake español de un remake americano de una película japonesa que adapta un cómic coreano de terror. De repente me sentí como Jennifer Connelly cuando limpiando uno de los lavabos encontré dos agujas... Sí... y una mancha de humedad... cosas de mucho miedo...


Próximamente...

lunes, 16 de mayo de 2011

De mudanza


En un par de días doy todos los detalles y explico toda la historia.

lunes, 9 de mayo de 2011

Backstage

Rory Kurtz© – Dancers Backstage
Más trabajos de este artista en esta página

domingo, 8 de mayo de 2011

No sólo los libros son tímidos

Penúltima lectura.

Los libros son tímidos de la italiana Giulia Alberico y editado en estos lares por los amigos de la Editorial Periférica.

Una suerte de autobiografía lectora. Un recorrido por los hitos que conforman a una amante de los libros (del concepto y del objeto). Un libro de no ficción donde por medio de capítulos cortos se nos hablan de libros y de las reacciones de estos libros en Giulia. Se habla de librerías, de libreros, de recuerdos y caer por aquí, por allá, y de forma sutil el universo intelectual de la autora.

¿Interés? Encontrarse con un libro muy bien escrito, con una buena edición (sí, Periférica respeta los márgenes, el papel es cómodo, el libro es cariñoso, etc.), asistir al nacimiento de un lector, a la creación de un cuerpo intelectual, de unos valores morales gracias a unos libros concretos, de una forma de ver el mundo. Para Giulia Alberico fue la voz, fueron revistas, fue Harper Lee, fue Faulkner, fueron muchos... Un libro muy bonito para aquellos que como yo aman los libros.

E inevitablemente como lector acabé rehaciendo mi camino. Las lecturas que me han llevado donde estoy hoy... Y no pongáis esa cara que ya sabíais que acabaría haciendo esto y esta entrada finalizaría su camino hablando del menda... qué esto es un blog, por favor, y que el objetivo es la exhibición y la muestra pública de lo absurdamente fascinante que soy... Así que, mi camino...

Caperucita Encarnada en voz de mi abuela (era de aquella generación en que decir Caperucita Roja le podría haber traído más de un problema)
Cartilla para aprender a leer donde se encontraba la mítica frase Mi mamá me mima.
Cuando Tina berrea, de la colección blanca de Barco de Vapor.
Tebeos varios... Mortadelos, SuperHumor, TioVivo, TBO, etc. Un poco más adelante y sin que nadie se enterara Creepy, Cimoc, Víbora, etc. Gracias a todos esos adultos descuidados.
Misterios varios de Los Cinco (¡maldita niña llamada Jorge y maldito patio del colegio!), Hollister, Secretos. La colección de Agatha Christie que me dejó mi prima Loli. Las obras completas de Sherlock Holmes que me regalaron mis padres.
La isla del tesoro como inicio de todo. A partir de ese libro la literatura eran muchas otras cosas. Entre ellas, la aventura de Verne, Salgari, más Stevenson, May, Cooper, etc.
El Hobbit como lectura obligatoria en el colegio. La fantasía entra en mi vida.
El día de los trífidos y mi amor por el apocalipsis, el fin del mundo y la ciencia ficción.
La edad de la inocencia de Edith Wharton como primer libro que consideré adulto. 16 años y relecturas febriles. Descubrimiento consciente de la ironía, de las elipsis, del punto de vista, de la tensión narradora...
El mundo según Garp de John Irving. Ocho o nueve lecturas. El humor, la comedia y la tragedia en un mismo escenario. El principio de mi desconfianza en los grupos y los símbolos.
Santuario de William Faulker y cómo gracias al "como" una novela con argumento barato, violento y pornográfico (que solo por estos tres elementos me interesaba) se convierte en una obra de arte.
Cosecha roja y el principio de mi romance con la novela negra.
La broma infinita de David Foster Wallace.
Los juegos del hambre y la reconciliación y vuelta al género juvenil...

Y tantos otros. Stephen King, Frederick Brown, Virginia Woolf, La Regenta, casi todo lo que dio los siglos XVIII y XIX inglés, pero especialmente Thackeray, Udolfo, El manuscrito hallado en Zaragoza, Dickens, Sterne. Terry Pratchett, Evelyn Waugh, Jasper Fforde, La cosa del pantano, etc.

Y Jane Austen de una forma tan visceral que aun no soy consciente.

Pues todo esto fue pasando por mi mente mientras leía el libro de Giulia Alberico. Seguir el camino de la autora fue rehacer el mío para darme cuenta que por mucho que lea hay cuatro pilares que sostienen todo mi mundo... No es poco para un libro que no llega a las cien páginas y qué ganas tengo de que aparezcan lecturas que hagan tambalear todos mis cimientos.

Lo mejor de todo es que aun queda mucho por leer.

sábado, 7 de mayo de 2011

Un roble

Sin palabras y emocionado... Sólo puedo dar las gracias y las gracias y las gracias y las gracias a María por descubrirme en su estupendo blog esta maravilla.


Entrevista acerca de la obra "Un roble" (1973), de Michael Craig-Martin.




P: Para empezar, ¿podría usted describir esta obra?
R: Sí, claro. Lo que he hecho es transformar un vaso de agua en un roble completamente desarrollado sin alterar los accidentes del vaso de agua.
P: ¿Los accidentes?
R: Sí. El color, la sensación, el peso, el tamaño...
P: ¿Quiere decir que el vaso de agua es el símbolo de un roble?
R: No. No es un símbolo. He transformado la esencia física del vaso de agua en la de un roble.
P: Parece un vaso de agua...
R: Claro que sí. No he cambiado su aspecto. Pero no es un vaso de agua. Es un roble.
P: ¿Puede demostrar lo que afirma haber hecho?
R: Bueno, sí y no. Afirmo que he mantenido la forma física de un vaso de agua y, como puede ver, lo he hecho. Sin embargo, cuando uno busca en condiciones normales pruebas de cambio físico entendido como forma alterada, tales pruebas no existen.
P: ¿No se ha limitado usted a llamar roble a este vaso de agua?
R: No, en absoluto. Ya no es ningún vaso de agua. He cambiado su propia esencia. Ya no sería correcto llamarlo vaso de agua. Uno podría llamarlo como quisiera, pero eso no cambiaría el hecho de que es un roble.
P: ¿No se trata de un caso tan simple como el del traje nuevo del emperador?
R: No. En el caso del traje nuevo del emperador, la gente afirmaba ver algo que no estaba allí porque sentían que debían hacerlo. Me sorprendería mucho que alguien me hubiese dicho que aquí veía un roble.
P: ¿Fue difícil efectuar el cambio?
R: No requirió nungún esfuerzo. Pero me costó años de trabajo darme cuenta de que podía hacerlo.
P: ¿En qué momento exacto se transformó el vaso de agua en un roble?
R: Cuando puse agua dentro.
P: ¿Ocurre lo mismo siempre que llena un vasod e agua?
R: No, claro que no. Sólo cuando me propongo transformarlo en un roble.
P: ¿Entonces la intención provoca el cambio?
R: Yo diría que produce el cambio.
P: ¿No sabe cómo lo hace?
R: Contradice lo que creo saber sobre la relación causa-efecto.
P: Me parece que usted afirma haber obrado un milago, ¿no es así?
R: Me siento halagado de que así lo crea.
P: Pero... ¿es usted la única persona que puede hacer algo así?
R: ¿Cómo podría saberlo?
P: ¿Podría enseñar a otros hacer algo así?
R: No. No es algo que se pueda enseñar.
P: ¿Considera usted que la transformación de un vaso de agua en un roble constituye una obra de arte?
R: Sí.
P: ¿Qué es exactamente la obra de arte? ¿El vaso de agua?
R: Ya no hay ningún vaso de agua.
P: ¿El proceso del cambio?
R: No hay ningún proceso implicado en el cambio.
P: ¿El roble?
R: Sí, el roble.
P: Pero el roble sólo existe en la mente.
R: No. El auténtico roble está físicamente presente, pero en forma de un vaso de agua. Así como el vaso de agua era un vaso de agua en concreto. Concebir la categoría de "roble" o dibujar un roble en concreto significa no entender ni experimentar lo que parece ser un vaso de agua como un roble. Es algo tan imperceptible como inconcebible.
P: Ese roble en concreto, ¿existió en algún otro lugar antes de tomar la forma del vaso de agua?
R: No. Este roble en concreto no existió previamente. También debería puntualizar que ni tiene ni tendrá jamás cualquier otra forma que no sea la de un vaso de agua.
P: ¿Durante cuánto tiempo continuará siendo un roble?
R: Hasta que lo transforme.

viernes, 6 de mayo de 2011

Fotógrafos - Sylvia Planchy

Budapest, 1943
El momento entre dos instantes









jueves, 5 de mayo de 2011

Lecturas

George Sidney y Lena Horne