domingo, 21 de enero de 2018

En una librería, momia argentinas...

Hace un par de días murió Dorothy Malone.
Y con ella murió parte de mi educación cinéfila. Una de esas presencias que definen como espectador y como persona. Porque fue una de esas imágenes que junto con Ava Gadner en La condesa descalza, Debra Paget en La tumba india o Eleanor Parker en Scaramouche convirtieron el visionado de una película en algo más que vivir aventuras y pasar un buen rato. Algo más turbador, oscuro y excitante.


Lo que hizo en El sueño eterno fue magia. Pilla un personaje anódino y muy secundario, una comparsa para engrandecer la figura de rompebragas de Marlowe, y con un par de miradas, un juego de lengua y puro físico, hace uno de los mejores personajes secundarios de la historia del cine, devora a Bogart y me propinó una de las mayores bofetadas. Esto es bueno, pensé de pequeño, esto es lo que quiero encontrarme en una librería.

La mejor y más perturbadora librera de la historia del cine.
Sigo buscando la Acme Book Store.

lunes, 1 de enero de 2018

Una de esas estúpidas entradas de propósitos de año nuevo

Sí, una entrada de estúpidos nuevos propósitos.
Nadie dijo que no cayera en los amorosos brazos de los tópicos o que no fuera estúpido.

1. Escribir más en los blogs. Ja, ja, ja. Ya sabemos cómo acaba eso.

2. Leer viejos bestsellers ahora casi olvidados. A saber...


Todo con su correspondiente comentario y si lo hay, visionado de la película que dio origen. Y otros que puedan ir surgiendo y que me puedan recordar.

3. Intentar ver más cine.
Y si puede ser, profundizar más en el cine pre-code, en el fantaterror, en el slasher y en la serie B en general.

4. Volver a leer esos blogs que me gustan, me interesan, pero que sin querer se han ido quedando en el camino por ese ser mitológico llamado "falta de tiempo". Aunque sea sentado en la taza del water y luchando porque la niña y los gatos se quedan fuera, volveré a vosotros.

5. Ser mejor librero.
A veces me puede el desanimo por cómo está el mundo del libro, pero intentaré recuperar eso que me hacía tan feliz de mi trabajo. Leer, recomendar, sorprender. Y poner especial atención en los jovenes lectores.Y si hace falta parar todas las balas que sean necesarias para protegerlos.

6. Escribir.
Y lo más importante, acabar algo.

7. Otros que iré apuntando en esta entrada a lo largo del año.
Ahora no más que tengo que ir a hacer la comida.
El mundo extrablog no perdona.