sábado, 25 de junio de 2011

Portadas


Y la sutilidad se la pasan por donde yo me sé...

Apunte pictórico: según A. o el mozo está taladrando el cerebro de Karen, o sufre una mutación interpiernal más o menos de la muñeca hasta el codo o Karen tiene una segunda boca en la frente... Se admiten hipótesis y apuestas.

jueves, 23 de junio de 2011

Pa miedo lo que vimos antes

Ya he dicho alguna vez que el cine que hay en Igualada no es para tirar cohetes. Una programación justita donde se combina lo más comercial con los más absurdamente comercial con los más abobinablemente comercial. Esta programación cinematográfica ha provocado que tanto mi buen, pero irritante amigo Jordi y yo mismo suframos en nuestras carnes una mutación cinéfila que se puede resumir en el adagio "nos tragamos toda la mierda que echan" acompañado de la coda "y tan a gusto, oye".

El marte pasado fuimos al cine a ver una de esas mierdas.


Crítica: si has visto Polstergeist y Terror en Amityville (original o remake) ya has visto esta película. Llena de tópicos hasta la nausea, con sustos predecibles, personajes ridículos, diálogos más ridículos y unos fantasmas que rozan la vergüenza ajena. No se puede decir que uno se aburra, pero por favor... lo mejor de la película era lo mona que es Rose Byrne y los dos parapsicólogos que merecerían un spin-off en forma de serie de televisión cómica. Vamos, que Jordi y yo vimos desplazarse ante nosotros unas imágenes y poco más...

Por lo menos a nosotros porque el resto del público que estaba viendo la película se pasaron los cien minutos entre gritos, sustos, saltos y exclamaciones de admiración. Sentían... miedo. De lo que estaban viendo... A lo que nosotros reaccionábamos con una profunda indiferencia que rallaba el aburrimiento, los demás reaccionaban con terror y entusiasmo.  Y nos dio por pensar... ¿por qué a nosotros no? ¿por qué no nos daba miedo? ¿Acaso no tenemos sensibilidad? No es la primera vez que nos pasa... vamos al cine y el público se estremece de pavor mientras nosotros intentamos estar interesados en lo que ocurre. ¿Es culpa nuestra o culpa de las películas? ¿O será porque antes de ir al cine vimos en casa esto?


¿Acaso este vídeo nos inmunizó?

Sea como sea decidimos hace runa reflexión no muy sesuda y completamente sesgada sobre por qué el terror nos afecta tan poco... e incluso le propongo una lista de diez películas donde pasó miedo... Y no vale El embrujo de Shangai.

P.S. Jordi, por cierto, ¿esta vieja


no te recordó a esta vieja?


viernes, 17 de junio de 2011

Ni una hora despierto...

... y mientras acabo el café con leche antes de largarme a la librería, escribo un fragmentito de la novela que me leí anoche.


... escéptica Kurt descubrió el reverso - o seria mejor decir, la continuación - de aquel horror padecido diez meses atrás hasta aceptar que pavor y fiereza no tienen patria, y que anidan en todos los corazones por igual: franceses, alemanes, rusos, americanos, japoneses, españoles, qué más da, es la sucia materia del hombre la que esta sobre la balanza, su corrupción, su vileza, su arrogancia de animal idólatra, no su patronímico ni su credo ni sus gustos culinarios.

La ofensa, Ricardo Menéndez Salmón, Seix Barral, 2007, pág. 89

Y mientras rescato este pequeño trocito de la novela de Menéndez Salmón, dos palomas se han puesto a fornicar de forma violenta, estentórea y apasionada en el balcón de casa.

Y una cosa no tiene nada que ver con la otra, sólo la coincidencia en el tiempo.

Buenos días.

viernes, 10 de junio de 2011

jueves, 9 de junio de 2011

Caliente

Pues ya tenemos agua caliente. Desde el martes. Porque no teniamos. Resulta que cuando el técnico hace toda la revisión del piso nos suelta algo así:

- Pues tengo que cambiar la placa de la cocina porque pierde...
- ¿Y eso quiere decir?
- Que pierde gas.
- ¿Y eso quiere decir?
- Que se escapa, se esparrama, hay una fuga y eso es peligroso.
- ¿Y eso quiere decir?
- Que podrías morir.
- ¿Y eso quiere decir?
- ¿No está tu pareja? Es que a ella se le pueden explicar las cosas sin necesidad de ponerse violento y sin tener que utilizar tantas marionetas para que entienda las cosas.
- ¿Y eso quiere decir?
- Que eres tonto.
- Ya.

Tras un par de medias horas más el técnico me hizo entender que el gas es nuestro amigo, pero sólo lo es cuando está encerrado en una cárcel. Sí, paradójico, pero así es. Si no está encerrado y encuentra una forma de salir entonces... entonces... todo ese rencor que lleva dentro por no poder ser libre lo vuelca en encontrar al dueño de la casa y matarlo bien muerto con mil formas a cada cual más dolorosa y chapucera. Porque encima es de esos que para matar utiliza un cortauñas... para hacerlo largo.

 Vamos, que según me explicó el técnico, el Gas Natural es una mezcla de estos dos.

Pero, claro, para esto tenía que pedir permiso a los amos últimos del piso y quedar con nosotros y cambiarlo y luego hacer el boletín y un montón de cosas más que decía, pero que no escuchaba porque estaba empezando a enumerar todos los lugares donde se podría esconder GN el día que quisiera aniquilarme.

Reasumiendo, que durante dos semanas hemos estado sin agua caliente y sin poder cocinar.

Y, sí, ahora empezará el lamento de un quejica.

Porque el agua fría cuando se bebe, pues nada, pero cuando uno se la tira por el cuerpo pues está muy fría. Mucho. Y no me gusta. Lo siento. Casi todo el mundo me dice que es más sano, y más ecológico, y que solo hay que acostumbrarse, que no pasa nada, que es más sano, pero mi cuerpo no ha querido acostumbrarse. Lo metía debajo de la ducha y empezaba a bufar y a ir soltando joderes por aquí y por acullá Y no se acostumbró. Porque una de las condiciones para que me acostumbre a una cosa es que me desacostumbre de otra (en este caso a elegir entre cambiarme de ropa interior o no mear por la calle mientras me como un helado). Y para que disfrute de una ducha fría tiene que ser una opción, no una obligación.


Y puedo cocinar que eso sí que lo agradezco. Porque me he dado cuenta de que necesito cocinar. De que me gusta, pero que además me es una ejercicio terapéutico. Y más cuando ahora me pongo mi musiquita y empiezo a picar, freír, cocer y todo eso. Y lo mejor de todo es que se me da bien. Aseguro que cuando A. me dijo que ya se podía cocinar que casi me pongo a llorar y todo de la emoción. Así que dejando en la sala a visitas y conocidos, me abalancé sobre la cocina y me puse a encender y apagar los fogones. Y la imaginación se me disparó. Quiero cocinar.

Cierro esta entrada de forma abrupta porque me han salido unos encargos urgentes... Resumiendo diré que aseguradoras / inmobiliarias son unas ***********, pero de las gordas. No me refiero a las personas, sino a las instituciones. Aunque algunas de las personas que me he ido encontrando, también.

viernes, 3 de junio de 2011

Y entonces a principios de junio...

... alguien entra en la librería. Una persona normal, como tú y como yo, con sus cosas y sus casas, con sus dos piernas que le llegan hasta el suelo y andando primero una pierna y después otra. No como esas otras personas que primero no anda nada, y después las dos. Esta persona camina como caminas los caminos tú. Y sonríe para afuera y no para adentro. Mira los libros. Pide ayuda. La prestas. Dice leer mucho. La crees porque piensas, ¿por qué iba a mentir? Escoge un par de libros. Los lleva al mostrador. Vas a cobrar y entonces... entonces... dice ocho palabras que uno pensaba no volver a oír en mucho tiempo...

- ¿Me harás el descuento de Sant Jordi, no?
-¿Qué?
- Es que en Sant Jordi llovió y no pude comprar nada. Todavía lo hacéis, ¿no?

Y entonces al librero sólo que queda una opción. No es agradable, pero a veces es el único camino. El librero... ¡entra en furia!

Gracias máster, no sabes lo que me has dado.

Si es que hay gente que tiene unos huevos... como aquel tipo que presento una larga serie de argumentos por los que el día 1 de junio teníamos que hacerle descuento de Sant Jordi.

1. En Sant Jordi llovió.
2. No estaba en la ciudad.
3. Estos libros los encargué el día 27 que está pegando a Sant Jordi.
4. Soy yo.
5. Siempre me lo habéis hecho.

Y entonces... ¿qué hace el librero? 

¡Qué no, qué no, qué no!

Coño, ya sé que el tiempo es relativo, pero joder... 

Y en veinte días empezamos con los libros de texto... ya tenemos el primer encargo y la primera lista...


... y los precios han subido una barbaridad. Colas, encargos, errores, nervios, gritos, peso, forro. Ains, qué pocas ganas de todo.

jueves, 2 de junio de 2011

Portadas


Entre todo lo bizarro, lo del mono con tetas haciendo morritos me resulta entre inquietante y repugnante .

miércoles, 1 de junio de 2011

Unas pocas recomendaciones literarias para este junio que se nos empieza

He tenido quince días de vacaciones que se acabaron el pasado domingo... y no solo de mudanzas vive el librero atractivo con ansias de dominar el mundo... aunque follón que he tenido para mover los reactores nucleares sin que se me fisione nada y para que mis superhombres radiactivos se aprendan la nueva dirección y plagar el camino a mi nueva guarida con fantaburrosas y megaexterminadoras trampas quasimortales antisuperhéroes llamados Chistorra. Juas, juas, juas. Pero vamos a los que vamos... estos días he leído... bastante, pero poco y menos de lo que querría... algunas relecturas de Dashiell Hammet o Raymond Chandler y algunas novedades. Y algunas de estas últimas me han dejado una huella honda y muy fuerte en el alma... tanto, que necesito compartirlas con vosotros. Lecturas que os cambiarán la vida y harán que por leer, toméis megalaxantes para que os vayáis la pata para abajo todo el marronazo hasta los calcetines y así os dejen tranquilos sentaditos en vuestros lavabos, rodeados de efluvios corporales que no os molestan porque son vuestros y leer, leer, leer.

Si es que nos vestimos como p..., Nafrissa Geyskens, Ediciones B, 2011

La novela que ha escandalizado a la bien pensante sociedad belga. El libro semiautobiográfico que ha sacudido los cimientos de todo un país y ha hecho que los ríos corran periódicos de tinta y las televisiones vayan llenas. El conjunto de páginas plegadas también disponible en e-book que ha hecho que los goffres lloren miel y al niño en peloticas que mea le salga una piedra en los riñones del tamaño de un puño de terminator.

¿Y a qué viene tanto escándalo? Pues al relato en primera persona (aunque a veces pase a una tercera y en un par de páginas utilice la segunda persona para relatar el momento en que de una máquina de condones sale un tampax ionizado) del día a día y la noche a noche y la hora tonta de las cuatro y media a la hora tonta de la cuatro y media, de una adolescente de dieciséis años que sale por las noches, fuma, bebe cerveza y se da besos con más de un chico en noches alternas. Y no solo eso, sino que va regular en los estudios, le dice a su madre que no la ralle y un día declara sin pudor que le gustaría tener más tetas.

Una novela imprescindible para conocer a esa juventud que nos rodea en grupos de seis a diez apostados en las esquinas de nuestras ciudades. Nafrissa, con un estilo pobre y repetitivo, capta el pálpito de una sociedad así como fua, ¿no? O como se dice en la misma novela, somos la generación que jo, yo quiero, pero dice que no hay paga que te han quedado tres y dices anda no me ralles y las estrellas brillan.Y ahora llega a nuestras librerías con excelentes críticas en los medios de comunicación afines a la editorial. Algunos ejemplos de lo que la crítica ha dicho:

 "Tan falta de originalidad, con una pobreza de léxico tan alarmante y con el concepto del ritmo que tienen en una morgue para aburridos que sólo puede catalogarse de postnihilista y neoretrodesconstructivista".

"El retrato de una generación de adolescentes que fuman rubio en las calles. Si se se la comparara con la obra de Salinger provocaría que éste saliera de su tumba con un hacha acabara matando a todos los críticos empezando por los que dicen cosas como influctuable."

Una novela generacional que confirma que no habrá nadie que pague nuestras pensiones.

Larsen. Juntacadaveres reborn, Ramiro Bolidos, ed. 451, 2011

Una nueva colección dentro de la editorial 451. Después de sus remakes, de sus revisitaciones, de sus volver a ver qué tal, llega la serie reborn para revolucionar el panorama literario en lengua hispana. O no.  La idea principal de esta colección es la de actualizar obras consideradas clásicas, pero que por razones estilísticas y temáticas han quedado desfasadas, superadas y están a punto de caer en el más profundo olvido. Para salvar los valores de estas novelas y acercarlas de nuevo al gran público se procede a refundar la novela cambiando cuatro cosas sin importancia para que el lector la sienta más cerca.

Tomemos el caso de esta Juntacadaveres, novela que en su momento tuvo cierto predicamento, pero que ahora nadie lee ni recuerda. Importante en sus años porque hablaba de putas (algo que encantaba en los años setenta) y porque era un continuo ir para adelante y para atrás que acaba mareando y confundiendo. Lo único que conseguía con tanto viaje temporal narrativo era contar de forma complicada una historia que no tenía nada de complicado y olvidando que lo que de verdad gusta a los lectores es una narración lineal y convencional que lo repita todo mucho.. Quizá en los marisabidillos años setenta esta forma de narrar una historia como si estuviera dentro de una lavadora, convenciera, pero en pleno siglo XXI, con el lenguaje así como fiu fiu más desarrollado, que cansa de leer y ya nadie se acerca a Santa María si no lleva una biodramina estructural. Pero ahora, gracias al buen hacer narrativo y a la prosa simplista de Ramiro Bolidos, que la narrativa onettiana se carga de nuevos e interesantes significados. Y todo gracias a un estilo más claro y a pequeños cambios que refundan ese espacio literario presuntamente mitológico.

- El nombre de Juntacadaveres da mal rollo al lector. Se elimina para que el protagonista pase a llamarse sólo Larsen. De esta manera el lector se siente más cómodo y de forma inconsciente relaciona esta novela con la trilogía Millenium del autor sueco de nombra casi igual.
- La acción deja de desarrollarse en Santa María porque estudios y encuestas han demostrado que el público lector prefiere grandes ciudades a espacios rurales en países desconocidos. Así la nueva Larsen pasa a desarrollarse en Estocolmo.
- La prostitución no puede dar la felicidad, ni siquiera de una forma imposible o mítica. Así Larsen deja de ser el fundador de un prostíbulo para convertirse en detective de homicidos consiguiendo un argumento mucho más inspirado: un peligroso asesino psicópata está eliminando a una serie de prostituta. Larsen se verá inmerso en una espiral de sangre y dolor donde se enfrentará a miembros de la iglesia que ocultan cosas.
- Final feliz para la historia de la viuda. Bastante desgracias tiene ya el mundo.

Cuatro sencillos cambios y el universo mítico de Santa María, ahora Estocolmo, nace con mayor fuerza y proyección internacional. Los derechos cinematográficos para un innecesario remake ya están vendidos.

Próximos títulos de la colección: Franney & Zoey & Paul & Linda. Una comedia de enredos salengeriana y La montaña mágica. Donde los elfos no llegan.

Amor cornudo, Claudia del Moral, ed. Viceversa, 2011

Lisa es nueva en el pueblo. Sus padres se divorciaron, se odian entre sí y murieron en un desgraciado accidente minero mientras resolvían los últimos detalles de una misteriosa herencia. Vive con su abuela paterna y a pesar de sus largas piernas, sus pechos firmes y su preciosa cara, piensa que es poquita cosa y no es muy popular en el nuevo instituto. Pero todo cambia el día en que limpiando debajo de su cama se encuentra con un portal dimensional donde conocerá a las más apasionantes y ridículas criaturas. Y a Tomas, el adolescente unicornio. Callado, misterioso y con una preciosa crin rosada para acariciar, peinar y hacer largas trenzas mientras se suspira por miedo porque... ¿cómo podía Lisa sospechar que Tomas pertenecía a un clan unicornio enemigo y que ella no es más que la perdida hija de la reina Potra? Una guerra se avecina, pero Lisa sabe que la mayor guerra se peleará en su corazón.

Con esta novela Claudia del Moral cierra la puta boca a todos sus detractores, a todos aquellos que la acusaban de escribir apasionantes, pero limitadas novelas de highlanders. Pues toma, Amor cornudo es el primer título de una serie de treinta y seis volúmenes sobre los caballeros unicornios de diferentes colores tono pastel. Con solo dos frases Claudia se erige como la nueva reina de la literatura romántica juvenil de índole fantástica subsección jovencitos buenorros que se metamorfosean en criaturas mitológicas. Amor cornudo tiene todos los ingredientes para convertirse en el nuevo fenómeno de masas para adolescentes alteradas. Amor, romance, cariños, pasión, peligros, acción, besos robados, besos devueltos con notas de perdón, castidad vencida, enemigos, rubias malas, rubias más malas que en verdad están teñidas, chicos guapos y sensibles pero machos y un montón de suspiros llenos con los once colores del arcoiris. Una novela para suspirar y enamorarse. Porque... ¿quién no ha soñado alguna vez con hacerle trenzas al hombre perfecto?

Lisa suspiró y con ese suspiro entraron las hadas para tejer hebras con las que construir las paredes de sus delicadas casitas. Tomas sintió celos del suspiro por haber estado dentro de su amada y de las hadas por tomar algo cálido y húmedo de ella. Pisoteó con desprecio a aquellas desaprensivas ladronas del hálito de su amada.
- No quiero que nadie te toque.
- Cuando te pones posesivo me das miedo.
- Lo siento... es que te quiero - dijo Tomas mientas con sus cascos bailaba la danza del perdón.
- Ahora no podemos hablar de nosotros... el reino de Burilshio está en peligro por culpa de los gruppad, esos malditos coleópteros y nuestro amor es algo secundario.
- Lo que daría por ser uno de esos highlanders de los que hablan las leyendas...
- Tú eres un adolescente hermoso y valiente medio unicornio... eres mágico... Tienes todos los atributos de un caballo...
- Y la imaginación de un hombre...