domingo, 15 de septiembre de 2013

Inicio de curso

El principio del curso escolar siempre es duro.
Y lo es más cuando un distribuidor de libros te deja pendientes mucho más de trescientos libros de texto con fecha aproximada de entrega unos días antes de volver al cole.
Esto implica más de trescientos lotes de libros incompletos.
Más de trescientos niños que puede que no empiecen el curso con todos los libros.
Lo que lleva consigo a unos cuantos progenitores que...

... bueno, lo de todos los años.

Pero este año se juntó en la misma tarde
* Ingentes paquetes llenos de libros que HABÍA que entrar.
* Inmensas colas que se formaron a las cinco de la tarde y no disminuyeron hasta las nueve de la noche.
* Libros que desaparecen y que vuelve a aparecer cuando el cliente ya se ha ido.
* Tres niños pequeños en plena pataleta llorando a la vez. Repito, a la vez.
* Niños que gustan de reproducir el rodaje de Apocalipsis Now en la sección infantil.
* Padres enfadados porque no ha llegado el cuadernito del tercer trimestre de su retoño que empieza P3.
* Un cd rayado que nadie tiene tiempo de quitar.
* Continuas discusiones de quién va ahora, voy yo, no voy yo, se ha colado, narices he pedido tanda y nadie ha contestado, lo que diga, que sí.
* Adolescentes masculinos que hablan para adentro y cuyo cerebro va leeeeento y procesa despaciiiiito.
* Adolescentes femeninas que discuten con los mensajes que reciben en el teléfono y muy serias si van solas, pero si van acompañadas se ríen de todo (o de nada).
* Tipos que buscan un libro que vale 16,95, creo. Pero no recuerdo ni título, ni portada, ni color, ni editorial, ni dónde lo vi. Pero no habrá tantos libros de esos, ¿no?
* Abuelas que dicen "Nen, nen, nen, nen, nen" y te tocan con un dedo huesudo.
* Algunos gritos, alguna bordería por ambas partes, algún momento en que los nervios empiezan a torcerse.
* otros.

y acabé el día deseando tener cargadores infinitos, agilidad demoníaca y un infinito cansancio que me hacía llegar a casa, quitarme los zapatos y fusionarme con el sofá para olvidar por unos breve momentos que en la librería el inicio de curso dura hasta mediados de octubre.

6 comentarios:

Cristina dijo...

Ja, ja, ja. Lo siento, pero es que visto desde fuera es muy gracioso :).

Jorge dijo...

Suele pasar.

Anónimo dijo...

Infinita paciencia. La misma que para aguantar a ciertos padres, por parte de otros padres. En fin, baile en el que nadie anda contento. Cuidate

Jordi Vivancos dijo...

Sí, sí, sufres mucho y bla, bla, bla... Todo esto está muy bien, pero ¿cuándo hablarás de pelirrojas?

Jorge dijo...

@plared, lo hago, me cuido y me río. Es lo mejor.

@Jordi, tienes toda la razón del mundo. A partir de la próxima entrada le pondré remedio.

Anónimo dijo...

Algun dia ire a españa y te consolare xD