sábado, 8 de noviembre de 2014

No hay velas

- Buenos días.
- Buenos días.
- ¿Tenéis velas?
- ¿Perdón?
- Velas.
- No, no tenemos.
- Para acompañar a los libros de regalo.
- No.
- Es que me han dicho que aquí encontraría velas.
- Pues no tenemos.
- Es que he comprado un libro y quería velas para acompañarlo, ¿sabes? Y he pensado que nada mejor que una librería para eso no.
- Pues, lo siento, no tenemos velas.
- Pero es que yo las necesito...
Y así un rato largo.
Me pregunto si realmente esta señora cree que si insiste mucho acabará consiguiendo que el librero ceda y saque una vela (o una segunda parte, o un libro de texto, o vete a saber qué) de su almacén secreto para clientes especiales y se la de haciéndole prometer que no se lo dirá a nadie. Además, ¿por qué creía que en una librería venderíamos velas? Como aquel señor que buscaba collares de perro, los adolescentes a la caza de cola industrial para esnifar o la famosa cuerda.

Entiendo su angustia, de verdad. Ella tenía un plan, una idea de regalo perfecto. Ha ido a una gran superficie y ha comprado un libro para regalar una amiga. Pero un libro es poca cosa y después de meditarlo ha decidido que una vela es el complemento perfecto. Pero, ¿dónde conseguir una vela que vaya acorde con un libro? Pues en una librería de toda la vida, claro. Y ahora se le han fastidiado los planes. No es justo.

Me recuerda a aquel señor que se enfadó tanto cuando le dijimos que no teníamos sección de adaptaciones literarias. Él creía que como librería deberíamos tener una sección con las películas y series basadas en libros. Si no recuerdo mal buscaba Orgullo y prejuicio. Quería saber de qué trataba, pero no se iba a leer 400 páginas para saberlo, ja ja, cuando en dos horas lo tenía resuelto. Al decirle que no teníamos sección de adaptaciones se indignó. Vaya vergüenza, es que no queréis vender, etcétera. Hay gente que le gusta enfadarse por tonterías. Este por lo de las películas, aquel por no tener la biografía de Aznar firmada por el expresidente, aquella por no tener La cupula de Stephen King escrita por Pérez Reverte. O la chica de la semana pasada que no entendía por qué no le cambiábamos un libro si solo lo había roto "un poco, como media portada" y con un poco de celo se arreglaba.

Por suerte están los gracias, las recomendaciones, las conversaciones sobre cine Z... si no acabarían rodando una serie de películas de terror basadas en el librero del infierno.

- ... poderlo regalar sin velas.
- Lo siento.
- Pues vaya. ¿Así que de verdad no hay velas?
- No.
- Vaya librería más rara.

3 comentarios:

Anna Roldós dijo...

Ah, eso de la insistencia para conseguir algo es un clásico ^^'

Jorge dijo...

@Irilaya, estoy convencido que hay gente que cree que tenemos un armario secreto para clientes especiales donde tenemos guardado todo aquello que negamos tener en estoc en la tienda.

Mara Oliver dijo...

recopilatorio a lo Clerks, pero ya!!!
con todo lo que tienes te da hasta para cubrir las 50.000 palabras del Nanowrimo ^^
Besotes!!!