lunes, 10 de septiembre de 2012

Uno de tantos inconvenientes de ser abstemio

Abstemio: persona débil que cae en la tentación de negarse a sí misma un placer. 
Ambrose Bierce.

Entrada patrocinada por la Liga por la Prohibición del Alcohol y Otros Licores Espiritosos.

Miembros fundadores de la Liga.
Si hay alcohol, no hay beso. ¿Y quién no querría besarlas?

Hola, me llamo Jorge y soy abstemio. No pruebo ni una gota de alcohol desde hace unos dos años. El motivo es porque...

- Yo, yo, yo...
- A ver, el imbécil de la aleta de tiburón en la cabeza.
- Porque eras un borrachuzo que se bebía las gotas de cerveza que caían en los ceniceros e ibas lamiendo el sudor de los beodos.
- No, no era por eso.
- ¿Perdiste una apuesta?
- No.
- ¿Por que has decidido dejar el alcohol como dejaste el tabaco y ponerte a hacer ejercicio y comer más verdura y creer en el ser humano?
- Ja, ja, ja, ja, ja, ja... muy buena esa, pero no.
- No me digas, no me digas, ¡no me digas!
- ¿El qué?
- ¡Estás embarazado! AIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII QUÉ ILUSIÓN MÁS GRANDE... ¿Y cómo lo llamarás si es niño? ¿Y si es niña? ¿Y si es niño que luego se hace niña? Ya te veía yo más gordo...
- No estoy embarazado y no estoy más gordo... es que la secadora encoge.
- Sí, ya...
- ¡Qué pena! Con la ilusión que me hacía ver un pequeño tú correteando por el blog.
- Pues no. Y nada de eso es lo que me llevo un día a dejar el alcohol.
- Pero la cerveza, sí, ¿no?
- Ni cerveza.
- Hostia qué fuerte... ¿Y eso?
- Es lo que intento explicar si me dejáis, joder.
- Es que cuando explicar cosas te pones de un aburrido.
- Ya te digo.
- Es como ver una película polaca en blanco y sepia de seis horas sin subtítulos de temática religiosa sobre dos hombres en una gruta dialogando con una patata.
- Al menos antes explicabas cosas aburridas, pero ponías fotos de muchachas ligeras de ropa que entretenían la vista y podíamos pasar de ti, pero ahora...
- Algún muchacho bien formoso podría caer de vez en cuando.
- O más lucha en el barro...
- Tartas en la cara...
- ¡Pero sus vais a callar de una vez, hostia joder mierda puta cojones!
- Vale, vale...
- ¡Qué carácter!
- No sé como A. le aguanta.
- Si es que es una santa.
- Y está muy buena.

A lo que iba que soy abstemio...
- ¿No lo habías dicho ya?
... y el motivo obedece a motivos de salud.
- Menudo coñazo...
- ¿Por eso tanto rollo?
- Mi salud es importante.
- Si no decimos que no, pero tu salud es aburrida.
- El alcohol me sienta mal. Me tomo una cerveza y estoy mareado y no duermo bien y paso dos días con dolor de cabeza y malestar general y ahora solo pensar en tomar algo con alcohol... brrrrr... me da una manía. Y ya me parece bien porque no gasto tanto, duermo mejor, me ahorro las resacas, dolor de estómago y vomitonas varias, pero...
- ... pero...
- ... pero no puedo dejar de pensar en el día que nos inviten a una boda.


- Hostia.
- Hostia, sí. Porque con lo sociable que soy y con lo me gusta la gente y las multitudes, ¿cómo voy a aguantar un banquete sin nada de alcohol? Con todos esos quintales de comida que hay que tragar, la presión de los camareros llenando las copas y tú, que no, joder, que no bebo, la orquesta desafinada, las primas solteras y horteras que van repartiendo besos por las mesas y de las que te escondes, los niños corriendo inflados en azúcar, la emoción de la madre, el empanamiento de los novios porque no se enteran de nada, los viva los novios que no corea nadie, la mesa más divertida que siempre está dos más allá de la tuya, la gente que no conoces con la que compartes mesa y que son unos aburridos que se conoce entre ellos y tú a ellos no y hablan de coches o de fútbol y ellas de amigas comunes a las que odian, y la entrega de los muñequitos, y la señora mayor con las faldas arremangadas encima de una mesa, o si son patrióticos con la bandera que sea ondeando, y el pastel demasiado empalagoso, y la música llena de cantantes horteras a los que deseas una tortura lenta que se repiten y encima dicen que es la música con la que se conocieron y dices pues vaya mierda, y...
- ¿Pero os han invitado ya a una boda?
- No, pero lo preveo... lo siento en el aire... algún día tendré que aguantar una boda sobrio... O un concierto o cualquier acto donde el alcohol es refugio de antisociales y forma de romper las inhibiciones. Y yo allí, con mi refresco en la mano, sobrio, rodeado de borrachos...
- Bueno, piensa que haces algo bueno. Eres el amigo que no bebe y luego conduce y conduce a los beodos sanos y salvos a casa.
- Es que no sé conducir.
- Joder, Jorge, es que no sirve para nada.
- Te preocupas por unas cosas...
- ¿Y qué quieres que haga?
- Algo útil.
- Es mucho pedir.

Y hasta aquí la tontá del mes... no podemos prometer que no se volverá a repetir.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Dando un aire nuevo a nuestro hogar

Desde hace unos días vengo pensando que nuestro piso necesita un cambio de aires; un cambio en la decoración de nuestro hogar para dotar de color, vida y sentido del humor. Los cambios son buenos... Hago unas propuestas.


Una forma divertida de incentivar que nuestras visitas se laven las manos después de ir al baño. Como tiene dos orificios, jabón de dos colores. Uno verde y el otro rojo, para la típica hemorragía imprevista.

A los críos les encantará.



¿Qué se va la luz? No hay problema Velas tamaño humano. ¿A quién no le gusta ver como se deshace poco a poco una efigie humana?

Y con lo que les gusta a los críos encender y apagar velas.



Una mesa que necesito. Arma imprescindible para asaltantes nocturnos y ataques zombis inesperados. A. imagínate que el de la sombra soy yo, con más contornos y en calzoncillos dispuesto a defender nuestro hogar. ¿A qué mola?

Niño Lobo y Niña Zombi se darían de tortas por reventar algunos cráneos.



Para gastar una broma... Cariño, sin querer he atropellado a Sigilo. Y venga una risas...

A los críos les encantan los objetos de broma.


Quien no haya querido nunca un luchador de sumo en su vida que levante la mano. Es una mesa perfecta. Artística, con sentido del humor y de la curva. Y, además, si tenemos algún invitado molesto lo sentamos que vea durante todo del café las posaderas del luchador y listo.

¿Y qué opinarán los críos de esto?

Y por último, he decidido empezar una nueva colección. Dicen que el coleccionismo compulsivo y obsesivo es bueno para la salud porque distrae de querer pegarle fuego a desconocidos o de esa fascinación por las hachas que se resbalan en la rabadilla de un vecino. Siendo así y viendo que por problemas de espacio no puedo continuar con mi colección de estatuas ecuestres, aquí mi nueva afición.


¿Qué opinas A.?

jueves, 6 de septiembre de 2012

Portada

- Vente con nosotros, chaval, que te lo vas a pasar bien.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Quince días de terror

Hoy da inicio los peores quince días de mi vida libresca. En lo personal bien. Los niños vuelve al colegio, hoy damos inicio a la tercera o cuarta temporada de La partida del lunes, empiezan a llegar novedades que harán algo más interesante al rentrée literaria, algún estreno cinematográfico esperado y algún estreno cinematográfico esperado por los niños al que dices, ni de coña te llevo. Pero en la librería... a una semana del inicio de las clases todos son nervios. Y gente. Y colas. Y gente nerviosa haciendo cola.

- Dame el workbook... ¡¡¡Dame el workbook que en diez días empieza el cole y mi niño no lo tiene y le pondran falta y será un fracasado!!!

Y no, el libro de sociales de Vicens Vives no ha llegado... no es que no tengan, pero sirven antes a colegios y a centros comerciales que a librerías independientes.

Libros que no llegan, libros que se pierden por el camino, llamadas de teléfono, no, no lo tenemos, paga y señal que luego no vienen a buscarlo y nos los comemos, personas que vienen a buscar los libros diez minutos antes de empezar el cole y se indignan que nos los tengamos todos por si acaso, cerca de tres mil encargos, y nervios nervios nervios... Y adolescentes. Los únicos que mantienen un rictus de me la pela todo en la cola y que no se enteran de nada.

- Entonces, quieres las comunes más las optativas de matemáticas, química, física, horticultura, hípica azteca y cestería franciscana.
- Sí... no sé...
- Bueno, eres tú quien hace el bachillerato...
- Supongo...
- Es que si estos libros no son, luego no los podrás devolver que no admitimos cambios...
- Ya... pues ya vendrán mis padres a cambiarlos.
- Te he dicho que no se admiten cambios.
- Pues el de mates no me lo pongas que creo que en ciencias no se hace.
- Son trescientos.
- Ahora no llevo más que quince euros, ¿te vale? Ya pasarán mis padres a pagar.
- ¿Por qué no lo has dicho antes?
- No sé...

Y hablan para adentro. Los adolescentes masculinos hablan para adentro. En voz baja y cavernosa. Ya sé que tienen un gran vida interior, pero no es necesario que hablen en su dirección. Los que estamos delante también nos queremos enterar. Mirada baja y torva, algo agresiva, como si estuvieran en el patio de la prisión y supieran que tres jefes de banda se lo están jugando a los chinos para ver quien se la pide de novia. No miran a la cara, no alzan la voz, no se enteran de nada.

Ellas son diferentes. El problema no es la voz baja, sino las miles distracciones que revolotean a su alrededor. La primera, las amigas. Muchas risas, muchas miradas, muchas tíaaaaa. Y el flequillo. Y los pantalones cortos que no eran tan cortos al salir de casa y ahora se les ve media cacha. Y el móvil, claro. Pitidos, tecleo, miradas... pero el móvil no es exclusivo de adolescentes porque cada vez hay más gente que pasa de tu puta cara en cuanto suena un piripiri del cacharro ese.
- Hola, ¿tienes 50 almas para Gray?
- Más o menos, el título es 50 som...
Piripiri
- Perdona - mirar, risa, tecleo, risa - ¿sí?
- Digo que el título es 50 som...
Piripiri
- Un momento - mira, risa, tecleo, mira, risa, tecleo - ¿qué decías?
- Que el título es...
Piripiri
Mira, risa, tecleo... pensamiento... tecleo, risa, mira.
Y mira al librero.
- Que el tít...
Piripiri
Mira, risa, tecleo.
Ya ni mira al librero. Los ojos fijos en el móvil porque algo más dirá, algo más... seguro que habla y llegará ese mensaje tan importante, tan vital para la seguridad nacional y el mundo libre, ese "ya", ese "no sé" o ese "¿qué haces?".
- El libro... - dice.
- No lo tenemos.


Las colas, el calor, los lotes, las caras de pánico cuando sueltas lo que vale un libro de texto, explicar una y otra vez que el precio viene marcado de la editorial, que no, de verdad, palabrita del niño Jesús, promesa de joven castor, por la sombra de Darth Vader y las enseñanzas de Yoda, por las empanadillas de la Encarna, por Martin McFly que estuvo en el futuro y regreso, por Pajares y Esteso y los cartones del bingo, por todo lo que quieras incluso por el primogénito que no tengo y la salud de las gatas del vecino, el IVA no ha subido. Que no, de verdad, que no.... en serio, el IVA del libro no ha subido. Todo lo demás sí, pero el libro no. No es material escolar. No es cultura. Es libro. Joder, que no ha subido. ¿Por qué discute? Parece que le sabe mal. ¿Quería que subiera? No entiendo los gritos, que NO sube. QUE NO SUBE. Y se va enfadado porque le he dicho que el IVA no ha subido... hay gente para todo.

Y la semana empezaran otros problemas... cambios y errores. Es que compré los libros de sexto de primaría, pero la niña hace segundo de bachillerato. Este no es. El colegio quería la edición de hace treinta años. Sus habéis equivocado con la lectura. Rezar a todos esos en los que no se cree para que los errores sean mínimos y tengan una fácil solución. Y que todo pase rápido...