jueves, 18 de mayo de 2017

Capturando al diablo

Esta mañana, mientras la nena dormía, A. preparaba el taller que tenía que hacer en el colegio y los nenes estaban en el suyo forjando un futuro (pobrets ells), he visto The devil rides out, una película de terror satánico de la época gloriosa de la Hammer con guión del maestro Richard Matheson y dirección firme y hermosísima (sobre todo en interiores) de Terence Fisher.

Dos carteles, dos títulos, la misma película. 

Naturalmente, la película me ha encantado.
Es una maravilla del terror y la ambigüedad y una película preciosa (maravillosa la fotografía de Arthur Grant).
Sí, he dicho preciosa.
En el mismo sentido que es preciosa Quien puede matar a un niño, No profanar el descanso de los muertos y Mil gritos tiene la noche o esa preciosidad el terror contemporáneo que es Oculus.
Pero de esta concepción de la belleza cinematográfica ya hablaremos otro día.

Y una vez acabada la película me he sorprendido volviéndola a ver y capturando momentos. Buscando esas imágenes y miradas que aún ahora recuerdo y que creo que es lo que me llevaré de la película.




 




Esta última se va directa a fondo de pantalla.

1 comentario:

Mara Oliver dijo...

todo lo qu edices es apetecible, así que la veré este verano de seguro :D ¡GRACIAS!
Y hablando de capturas de pantalla hermosas, hay una película nueva al estilo de las antiguas que se llama "The love witch" y es un poco rollo de ver, pero bonita de mirar ;)
un abrazo fuerte!