viernes, 27 de mayo de 2011

Algunas cosas que han pasado en el piso nuevo...

... y eso que no llevamos ni una semana viviendo en él

1. Los primeros libros que se colocaron en una estanterías de pladur que hay por la sala (porque es un piso que tiene sala y luego comedor, como en las casas bien) fueron: Las estrellas, mi destino de Alfred Bester, la serie de la policía literaria Thrusday Next de Jasper Fforde y dos novelas de Terry Pratchett (Hombres de armas y Soul Music).

2. Primeras discusiones sobre la decoración del piso. A. se niega a esto:

2.1. Para la habitación de Niño Lobo y Niña Zombi


no sé si un muñeco irrompible y eterno de papel maché aprovechando la cantidad ingente de papel de periódico que tenemos, o una ilustración en la pared para que sea lo primero, primerísimo que vean al abrir los ojos. A. dice que ni hablar y ni siquiera atiende a razones con el poderoso argumento de "a los niños les gustan los payasos... ¿o acaso no has leído It?"

2.2. Lámparas para leer, lámparas para pensar, lámparas porque les hará gracia a los críos, lámpara para tener entretenidas a las visitas... que se haga la luz





2.3. Renovación de sofá y sillón más acorde con los tiempos agitados en los que vivimos. Mobiliario con crítica social que lleve al invitado a replantearse su mundo, su función en él y lo que podría hacer por el futuro de todos.


3. Accidentes domésticos. El tío Ernesto ayer tubo un pequeño accidente. Se subió a una escalera para pintar de blanco unas rosetas pintadas de fantaburros verdes y dorados. La escalera no estaba bien abierta y patam. Caída. Resultado: un tajo de doce centímetros que sangraba con profusión. Al ser de una generación burra, valiente e inconsciente se cataloga como "simple rasguño que no es nada que peores cosas me han pasado" y se pide "una tirita y punto" y a seguir con el trabajo. Tras una larga y repetitiva discusión entre A. y su tío, al final se le convenció de ponerse algo más que una tirita y se fuera a casa a descansar. ¡Qué diferencia generacional! ¡Y pensar que yo me corto con un folio y ya me estoy quejando y escribiendo una entrada en este blog con un tono virgiliano y lo explicaría a mis nietos o a los nietos de otros como la mayor aventura de mi vida y cómo un trozo de hígado se escapaba por esa herida abierta hay cuánta sangre, cuánta sangre, me tengo que ir a lavar las manos!

Son traicioneros, los cabrones.

4. Cocinar sin gas.

5. Ducharse sin agua caliente. Y el agua fría está muy fría. Ducha en tiempo record.

6. Empezar a desempaquetar mis cosas. De momento, dvd colocados y cd medio colocados a falta de encontrar mejor ubicación a dos cajas. Con los libros de momento no me atrevo... faltan estanterías... tiempo al tiempo...

7. Descubrir cosas asombrosas e increíbles e improbables  sobre el fantasmas del edificio. Una historia que rezuma pasión, amores, violencia, secretos, traiciones, venganzas y cafetitos por las tardes. Una historia de mucho giñe.

8. Seguir A. y yo viendo Breaking Bad.


Jo, qué buena, coño. Lo mejor que he visto en televisión (y casi en cine) en mucho años. A. y yo disfrutamos de cada capítulo y de esa mezcla alquímica en la misma escena de drama, comedia, terror, violencia y absurdo. Próximamente The Wire, que ha estoy tardando.

9. Dándole vueltas a la que será mi nueva y muy jodida partida de rol. Amiguetes de La partida del lunes, sus vais a cagar en mí cada día.

10. Leer. De momento novela negra americana. De la clásica. El cartero siempre llama dos veces y Adios, muñeca. Y disfrutar... ¿por qué me gustarán tanto las historias de tipos duros y rubias malas?

2 comentarios:

A dijo...

Ni hablar.
Ovni con vaca puede negociarse, el resto no.

Alcalde dijo...

El Ovni con vaca es una pasada y si no lo quereis me quedo el cerdosillon jaaajajaj es una pasada.
Jorge con tiempo libre das mucho miedo(casi mas que el fantasma).