jueves, 16 de febrero de 2012

No estaba de parranda, es que Niño Lobo andaba enfermito

El inexplicable silencio de estos días tiene una sencilla explicación...

- Eso que has dicho es bastante idiota.

... da igual. Enresulta que Niño Lobo se ha pasado casi una semana ingresado en el hospital. No era nada grave, pero su aspecto físico era una mezcla de


resultado, según la versión oficial, de la conjunción de una sinusitis de campeonato y una santa hostia que se metió en el colegio contra el marco de la puerta de clase con el consiguiente chichón en mitad de la frente. Esto ha provocado una semana de idas y venidas al hospital, mal comer, peor dormir (esta parte se la ha llevado A. que se quedaba por las noches en el hospital), nervios, explicaciones, médicos, enfermeras simpáticas y una enfermera que pone vías a lo bruto y sin avisar y que en sus ratos libres hace trabajitos de limpieza para la yakuza o le gusta hacer en los minutos de trabajo un sentido homenaje a Misery. Como comprenderéis, con el chaval metido en el hospital como que no me iba a poner a actualizar el blog. Y que nadie se preocupe, porque Niño Lobo se encontraba la mar de bien. Sólo la inflamación debido a un cuadro raro de cojones (cuadro médico me refiero, no que se le han inflamado los ojos por la contemplación de la obra pictorica de un joven genio de veinte años perteneciente a la escuela post estructuralista modernista pre impresionista de abstracción rara girada). A día de hoy Niño Lobo está bien, en casa, durmiendo en su litera, jugando a ratos a la Play, comiendo como una lima y disfrutando de estos días de asueto que le ha dado el médico. "Hasta el lunes, nada de colegio".

Así que esto es lo que ha pasado. Por favor, no hagáis caso de esos rumores maliciosos que han lanzado contra mí que dicen cosas como:

1. En verdad, Niño Lobo ha sufrido una mutación debido a ingerir una serie de extraños brebajes que he preparado en mi laboratorio ultrasecreto y que eran el prototipo de un arma definitiva para acabar con el Capitán Chistorra de una vez por todas por medio de una manzanilla especial que le provocara unas cagaleras tan bestias que acabará cagándose a sí mismo, se diera la vuelta y acabara convertido en un amasijo de vísceras y que cuando fuera por la calle sus enemigos le fueran diciendo, que andas girado, Chistorrilla y del fustre se retirara del negocio heróico y abandonara Torontoentero y yo me haré con el poder e impondré una dictadura de placer, lujuria, desenfreno y barra libre (nada personal, eh Chisto).

2. Que tuviera un mal encuentro con ese estúpido fenómeno metereológico tan propio de Igualada que es el tumulto con antorchas.


3. Que aprovechara la ausencia de A. para redecorar el piso. A., amor mío, si la semana que viene traen un paquete con alguna de estas cosas dentro, yo no he tenido nada que ver. Ha sido Capitán Chistorra que me odia y yo no le he hecho nada (todavía).



Así que con esto volvemos a la normalidad bloguera de actualizar cuando me apetezca (que es la mejor forma de actualizar).

Mañana, o pasado, seguimos.

3 comentarios:

carina dijo...

Hola Jorge,
celebro que Niño Lobo ja estigui bé i a casa, no m'havia adonat de la teva absència perquè jo també he tingut una aturada llarga per coses similars. M'agrada tornar-te a llegir, com sempre. És cert, el bloc dóna un cert aire de normalitat a la nostra vida quotidiana. Besets a Niño Lobo, a Niña Zombi i a A, per a tu també és clar

Mara Oliver dijo...

Hace poco Clive Barker también desapareció unos días y cuando volvió contó que había estado en el hospital en coma, creo que lo de Niño Lobo es peor (el día que se me ponga malo es bebé me da algo)... así que prohibido queda que os pase nada otra vez ;)
un besote!

Jorge dijo...

Carina, Niño Lobo està bé... gràcies. ara vivim la absurda i ruidosa aventura de "T'has de pendre les pastilles". Próximament a les nostres pantalles.

Mara, ha sido algo escandaloso, pero nada grave. Tener a algún crío enfermo es de lo peor... sobre todo por la impotencia que crea. Ellos llorando y sin poder hacer nada... Pero ya pasó todo...

Besotes.