"Le he dicho que me vuelve loco su olor. He brillado en la luz, he bailado con los árboles, he pegado saltitos, me visto como un modelo anoréxico y pongo ojos de yonqui en la cola de la metadona. Todo eso y más que quiero olvidar. Se ha colado lo de que soy virgen, que aún conservo algo de humanidad y que la quiero a ella y no a su sangre... Vale, he llorado, me he mostrado sensible, la he tocado y nos hemos mirado a los ojos durante seis largas horas. Vale... ha llegado el momento... ahora que nos hemos casado entro y la muerdo, le desgarro el cuello, me bebo su sangre, despedazo su cuerpo y se lo doy de comer a los cerdos.
Joder... gracias a esas mierdas de novelas lo tenemos más fácil para conocer chicas, pero el trabajo que nos cuesta alimentarnos de ellas no sé si lo compensa."
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