viernes, 17 de diciembre de 2010

Recomendaciones literarias para estas Navidades.

¿Qué mejor regalo para estas fiestas que un libro? Es barato, es útil, es práctico, no necesita ni enchufes ni baterías y si es un libro de Taschen puede que te sirva tanto para construir una fortaleza, para matar a alguien y o si es el libro de Private, para justificar como arte una colección de porno de los ochenta. Pues sí que hay algo mejor: que el libro sea uno de los que recomendamos de forma encarecida en este blog y que lo vengais a comprar por docenas a la librería donde trabajo.

Prospectos completos, Henry Wojkiewic, Blackie Books, 2010

"Blackie era una perrita que se automedicaba, le daba demasiado al jarabe infantil y nunca se leía los prospectos de las medicinas. Aunque siempre se preguntó quién los escribía".

De esta manera la editorial Blackie Books nos presenta su nueva joya: la recopilación definitiva de los prospectos que en vida escribió el imprescindible Henry Wojkiewic en la decada de los sesenta y setenta en el sur de California. Henry no sabía que mientras redactaba en el pequeño y húmedo sotano de casa de sus padres inmortales frases como puede administrarse indistintamente en fases de ayuno y de digestión, o vía parental en septicemias, endocarditis y meningitis, la posología puede aumentarse, toda una nueva generación de escritores, músicos, arquitectos, tecnócratas, banqueros, opiómanos y coleccionistas de chapas de cava leerían sus frases como el retrato ultraconceptual del malestar de toda una época y un país.

Puede provocar la muerte o contraindicado en los meses de lactancia fueron acicates para toda una generación que erigieron a Henry Wojkiewic en icono contracultural y que sirvió de base de inspiración a gente como Bob Dylan (el verso It only brings me sorrow es un claro ejemplo), Peter Fonda y Dennis Hooper (la escena de la moto de Easy Rider) o el post-serialismo pictorico (en referencia a las repeticiones de efectos secundarios en las recetas que siempre acaban con la palabra muerte) o el disco Smile de los Beach Boys. Lo irónico del caso es que Henry Wojkiewic siempre vivió ajeno a su definitiva influencia en la cultura americana, a los retratos que de él hizo Jasper Johns, a los guiños en las canciones de Joni Mitchell y al concierto homenaje que le hicieron varios artistas y que por un error en la impresión de la publicidad se llamó Woodstock. Según sus propias palabras, Henry Wojkiewic solo aspiraba a "acabar este prospecto de mierda e ir a ver Star Trek, que eso sí que es arte del bueno".

Y ahora Blackie Books rescata los impresionantes e imprescindibles prospectos de Wojkiewic para el publico español en una edición que les ha quedado de mona... Con un prólogo de Rodrigo Fresán de esos tan chulos que hace él que pone UNO, DOS, TRES así en mayúsculas.

Frío mortal de la muerte en Venecia, Montse Muñoz, ed. Roca, 2010

La nueva obra maestra de la literatura negra sueca está ambientada en Venecia, escrita en castellano, protagonizada por dos catalanes y donde el primer muerto es chino. Pero coincide con los maestros del crimen sueco en tres hechos fundamentales y decisivos: hace frío, matan gente y sacan los trapos sucios de las familias tanto si tienen que ver con el caso, como si no.

Jordi y Montse, un bon parell de catalans, han estado durante meses ahorrando para poder irse en julio a Venecia y vivir unos merecidos, tranquilos y románticos días de vacaciones. ¿Quién les podía decir que por una huelga de controladores aéreos llegarían a su destino en pleno diciembre y en medio de una ola de frío polar. Nieva, los canales están helados, las cañerías de la ciudad han estallado y solo los turistas se arriesgan a salir de paseo ante la mirada incrédula de los venecianos. Montse y Jordi conocen un frío mortal de la muerte que se hará más frío cuando empiecen a encontrar los primeros cadáveres. Y aunque en una primera impresión parece que son infortunados que murieron congelados, en un examen más minucioso se darán cuenta de que a los cadáveres les falta la cabeza, tres dedos de la mano izquierda, seis de la derecha, los órganos sexuales, el bazo y han dibujado con rotulador permanente la fórmula matemática de Euler. Gracias a su talento para el pensamiento lógico, la pareja deduce que eso no lo hace el frío. Un asesino psicópata coleccionista de bazos humanos y aficionado a las matemáticas ronda la ciudad eterna enfriando más un ambiente ya de por sí frío, pero frío de la muerte. Y todo se complica más cuando descubren que todas las pistas los conducen de forma directa al cuadro de Tiziano de "La venus de Urbino" y a un secreto que esconde que hará que la temperatuara descienda unos grados más hasta conseguir ahora sí un frío mortal de la muerte en Venecia.

Monste Muñoz consigue el cóctel perfecto entre novela negra, novela de enigmas, novela forense, parte metereológico, guía de viajes, novela histórica y catálogo de muebles. Sesenta y tres muertos, treinta formas diferentes de decir "tengo frío", detalladas descripciones forenses, nieve a raudales, persecuciones, el desmoronamiento de Santa Maria dei Miracoli, naves espaciales, tiroteos en I Frari y muchas cosas más en sus apenas ciento tres páginas. Un gran debut en la narrativa de una escritora. El primer volumen de la trilogía en nueve partes "Frío mortal". Antes de Sant Jordi aparecerá el segundo volumen, Frío mortal de la muerte en Cancún.

Por el amor sureño de un highlander, Claudia del Moral, ed. Nefer, 2010

Claudia del Moral vuelve. Y vuelve por la página grande. Una nueva entrega de la saga que tanta fama le dio allí por los principios de este año, Highlanders sureños. Historias ambientadas en el Sur con Atlanta como epicentro y que están llenas de pasión, amor, deseo, aventuras y derechos civiles.

Rubí es una joven y delicada dama del sur de dieciseis años nerviosa porque se acerca el día del baile que la presentará en sociedad. Esta joven pelirroja es bella, hermosa, guapa, agraciada, preciosa, linda, encantadora, bonita, galana, con buena figura, con talento para la acuarela y el bordado, con gracia natural para poner una mesa para veinte invitados o decorar una tarta. Vamos, todo lo que se espera de una joven y muy virginal dama en edad de merecer prometida en matrimonio a John Scott, el jorobado, deforme y cruel, pero muy rico tratante de esclavos. Pero un día estalla la guerra y Anchaescastilla, la imponente finca de Rubí, se ve invadida por el rudo, fuerte y muy masculino batallón de los Hihglanders del Norte; un grupo que dejó sus amadas colinas de Escocia por luchar en una guerra que no era la suya y por liberar esclavos y corsés. Rubí se enfrenta a ellos, pero no puede dejar evitar odiar y, a la vez, desear a Edom O'Shanessey, el más rudo y más masculino de los highlanders y del que aprenderá que no solo la costura y las acuarelas hacen a una mujer. Pero la aparición de extrañas cruces ardiendo, muertos en su lecho, algún que otro linchamiento e inquietantes figuras con capirotes blancos capitaneadas por una figura jorobada empañarán una pasión que haría incendiar Atlanta por segunda vez.

Todo lo que podríamos esperar de una novela de Claudia del Moral lo encontraremos aquí. Todo lo que nos ha llevado a adorar cada palabra escrita por esta Shakespeare en faldas de la novela de sentimientos está exprimido y elevado en cada una de las páginas. Pasión, romance, inocencia, masculinidad, pantalones apretados, faldas que se elevan, peligos, sorpresas, highlanders, incendios, puertas secretas, libros que son excusa para mensajes amorosos, colonia empapando senos, diálogos llenos de ironía y desprecio, pero que esconden pasión. Todo esto y más, mucho más, en Por el amor sureño de un highlander. Quien no suspire de amor o se moje la ropa interior con esta novela, es que está muerto.

Edom la apretó contra su fuerte y masculino pecho y Rubí no pudo evitar deslizar su mano por él y ensortijar entre sus dedos el pelo tantas veces avistado y deseado.
- ¿Qué significa el nombre de Edom? - preguntó Rubí en un suspiro que asemejaba más el gemido de placer que a veces oía venir de las casuchas de los esclavos cuando hombres y mujeres se juntaban en un solo ser y que ella había espiado sintiendo temblores de placer en su vientre.
- Tierra roja - su voz grave y profunda hizo que sus rodillas temblaran y deseó que Edom conquistará el monte de tierra que escondía ente la piernas. ¿Cómo podía pensar eso? ¿Cómo? Ella que era una dama y solo soñaba con sentir el poderoso cañon de este highlander norteño derribando su puerta. 
Lo odiaba, pero también lo deseaba, por hacerle sentir eso.

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