jueves, 5 de febrero de 2009

De lo que quiero ser cuando sea mayor y otra cosa

Cuando era chiquito, adorable y saco de boxeo en el colegio, quería ser muchas cosas:

Abogado (mala influencia de una reposición de viejos capítulos de Perry Mason).
Pirata/Aventurero/Ladrón (Burt Lancaster hizo mucho daño).
Explorador (Julio Verne hizo más).
Superhéroe (Malditas Marvel y DC).
etc.

De momento no he conseguido convertirme en nada de todo esto, aunque no renuncio un día a emerger de la oscuridad de la noche convertido en un héroe justiciero en mallas que defenderá a los débiles y a las damiselas en apuros bajo el más que sugerente nombre de Escarabajopeloteroman (mola, ¿eh chicas?).

Pero lo que siempre ha sido una constante desde que pedí para reyes una máquina de escribir es ser escritor. He escrito toda mi vida. Tengo en los cajones muchos cuentos, algunos poemas (ilegibles y que solo daré a leer a mi futura esposa) y dos novelas. Una de ellas yace sepultada bajo el mar en un cofre de combinación atada con gruesas cadenas envenenadas, protegida por siete dragones marinos hambrientos alimentados con yogures desnatados y un ejercito terrible de sirenas soeces, maleducadas y faltonas. La otra, bueno, sigue trabajándose.


Siempre he querido ser escritor (lo que no implica necesariamente estar obsesionado con publicar), pero no me acababa de sentir cómodo en ese papel. Mucha tentativa y ninguna definición. Muchos géneros, mucha pedantería, mucha profundidad, mucha bla bla bla. Así que desengañado y asqueado de no escribir lo que quería, dejé de escribir. Durante mucho tiempo.

Hasta que hace poco tuve una revelación. Repasando lo escrito estos años me di cuenta de qué era lo mejor, lo bueno y lo más rescatable. Todo aquello que había escrito pensando en su profundidad, sus lecturas, su seriedad se me caía de las manos y lo encontraba estúpido, narcisista y prepotente. En cambio lo otro... el otro material... Dios (o sea, Ben Stiller), está mal que yo lo diga, pero era cojonudo. Era bueno. Y se aguantaba.

¿Y en qué consistía el otro material? No eran los tratados de física cuántica relacionados con la hípica azteca, no. Eran las tontás, los relatos de humor que durante este tiempo he ido escribiendo. Y era lo que la gente más recordaba. Y con lo que más se entretenía.

Y llegamos al punto culminante de esta entrada basada en el yo yo yo. Una frase leída en un prólogo.

La mejor manera de alegrarte es alegrando a los demás.

Claro. No deja de ser una reformulación de lo que digo cuando me preguntan por qué escribo. Escribo para entretener a mis amigos. Y ya está.

Así que pensando pensando y escribiendo escribiendo me he dado cuenta del tipo de escritor que quiero ser: escritor cómico. Escribir novelas y cuentos para hacer reír. Y ya está. Seguir el ejemplo de maestros como Rabelais, Dickens, Cervantes, Woodhouse, Mihura, Calders, Kennedy Toole, Sharpe, etc. De grandes tipos que hicieron que escribir y leer fuera algo divertido y que solo pretendían que quien leyera se lo pasará bien.

Así que después de treinta y un años de vida ya sé lo que quiero ser de mayor.

Quiero ser el nuevo Mark Twain.

Puestos a elegir una meta, mejor una que sea imposible.

Y lo mejor de todo es que realmente creo que valgo para escribir humor.

Y en otro orden de cosas decir que Floper me ha dado un premio que a falta de nombre se llamará Premio Floper.


Los motivos que da para justificar su concesión es (y cito):

Quiero otorgarles un premio a unos blogs, bah en realidad a los dueños de esos blogs; esas personas que conocí por este medio loquísimo. Son los que más he conocido y son realmente personas delirantes que me caen del carajo.

Honrado y agradecido. Caerle del carajo a una encantadora muchacha como Floper es un grandísimo honor.

Así que siguiendo el juego este de los premios, lo otorgo a cinco personas por las mismas razones que me lo da Floper. Porque son personas que me caen del carajo. Y lo entrego a la persona, no al blog.

A Cloe. Ni los zombis podrán con nosotros.
A Automática. Es a la que menos conozco del quinteto, pero adoro a quien ha visto a Rachel Weisz. Por un título y por su lengua afilada.
A Annabel. Por los versos, los mensajes y la presentación.
A Amanda. Porque tú has contribuido en mucho a que volviera a escribir.
A Cesc. Sé que no lo pondrá, pero mi reconocimiento en su viaje a la creación.

A ellos y a todos los demás, nos vemos en los bares.


Solo que nosotros lo pasaremos mejor.

10 comentarios:

Annabel dijo...

¡Osti!... ay, perdón, quise decir ¡caramba/recórcholis!
En esta tarde fría y solitaria encontrarme con este tremendísimo honor me hace casi feliz (la sinceridad ante todo :PP).
Eres un crack, y estoy segura de que publicarás y te harás escritor famoso y adorado por cientos de miles de lectoras. Porque tú lo vales, y ésto sí lo pienso de verdad de la buena.
^^
^^
^^

comunllum dijo...

Siempre me alegra ver que alguien consigue hacer lo que quiere hacer (ojo, asi escrito parece facil, pero no). Sólo hay una cosa con la que no estoy de acuerdo, es la frase "Puestos a elegir una meta, mejor una que sea imposible". No dejes que esta última palabra (imposible) ronde por tu cabeza, porque si no tiene posibilidades de ganar en la batalla. Hay que ir a por la meta que queremos, ya llegará un día en el que será hora de valorar lo que hemos conseguido.

Libélula dijo...

¡Felicitaciones Jorge! Tanto por el premio pero más que nada por descubrir qué es lo que quieres ser.

A mí también me caes de puta madre (perdón la vulgaridad pero me salió así) y nos vemos en el bar!

Besos, Libélula.
PD: Yo quería ser Bióloga Marina. Pero quedó en la historia. Y escribir es lo que más me gusta aunque siga la profesión de Empleada en una empresa.

Cesc Sales dijo...

Señor Jorge, me ha emocionado.

Sí. No por el premio, que me ha hecho mucha ilusión, sinó por hacerme creer que los proyectos, a veces pueden cumplirse. Sólo hay que creer en ellos.

Y por supuesto, me voy a reír mucho con sus historias...

Anónimo dijo...

Nidea dónde leí que la risa es el camino más corto entre dos personas. Lo dicho, me quedo por aquí, a la espera de la comedia.

Saludos

Girl From Lebanon dijo...

Yo quería ser Jennifer Beals, la protagonista de Flashdance...bailarina y soldadora, con aquellas piernas, y lo que ahora se llamaría un loft y en aquella época era vivir en una nave...con aquellas piernas...imposible...tu lo estás consiguiendo...

Bss!!

Anónimo dijo...

No vayas por ese camino, amigo, o las mujeres dejarán de escribirte comentarios.

"Escribo para entretener a mis amigos. Y ya está."

Las mujeres no tienen sentido del humor.

Wrong way, my friend

Jorge dijo...

Empiezo de abajo a arriba.

Vengador enmascarado: ¿Las mujeres no tienen sentido del humor? Afirmación errónea. ¿Ha leído a Nancy Mitford, Jane Austen, Empar Moliner o Muriel Spark? ¿A escuchado a Emily Loizeau, Andrianne Pauly o Martirio? ¿Ha visitado los blogs de Cloe, Automática o Bellota? ¿Conoce a Carole Lombard, Rossalind Russell o Rosa María Sardá? ¿Camino equivocado? Desde el inicio de este blog lo que ha predominado es el humor, la ironía y la sátira. Y aquí estoy. Gracias por su visita.

Lebanon: ¿Estoy consiguiendo ser Jennifer Beals? Te aseguro que gano mucho encima de una silla y con agua por el cuerpo... Estoy empezando a conseguir vislumbrar mi camino, veremos donde acaba.

Dada: aquí habrá de todo. No deja de ser un blog personal. Los platos fuertes se encontrarán en un documento word a la espera de su presentación en socidad. Espero no retrasarme mucho.

Cesc: lo tanta veces dicho. En los proyectos hay que creer. Y si en algún momento se desfallece, siempre habrá alguien que seguirá creyendo.

Libélula: el sentimiento es mutuo. Sabía que quería ser escrito, me faltaba por dónde. Eso sí, no presionéis mucho que soy lento escribiendo.

Albert: Ponerme como meta imposible a Mark Twain es motivador. Quiero ser como él, sé que no lo seré, pero me esfuerzo por ser como él...

Annabel: ¿Utilizar un Osti? Menudo vocabulario... a sus pies y agradecido. Que confíen en mis posibilidades es halagador, pero implica responsabilidad. Espero no defraudar a nadie.

Anónimo dijo...

Amigo:

También hay hombres que de pequeños juegan con muñecas, peluqueros, modistos y comentaristas del corazón.

Sobre los blogs que me ha comentado, y que he visitado con curiosidad:

bellota: tiene usted razón. La mar de interesante y desborda un sentido del humor fuera de lo normal. Aún me duelen las quijadas al recordar sus letras rosas sobre un fondo blanco.

Cloe: no le veo la gracia. De todos modos, admito que se me ha hecho duro tratar de descifrar lo que decía entre tanta jerga indigenista.

La chica automática: es esa chica tan... cosmopolita y... culta. Pero nada que no den otros muchos miles de blogs.

Pero no quiero causar un cisma, ni mucho menos. Solo decirle que sigue sin convencerme.

Starlet dijo...

A veces creo que quiero ser demasiadas cosas...por eso aun soy una sola...te quieroo0o0o0
Por ser mi amigo
escritor delirante
y locolllllllllll