domingo, 15 de febrero de 2009

Ponme cuatro y mitad

1. Ha venido mi sobrino a casa. Creo que ronda los cinco meses. Durante un rato lo he tenido sentado encima y el chaval se entretenía tan ricamente destrozando una servilleta. Sin embargo, yo estaba intranquilo; tenía esa conocida sensación de que a la vuelta de la esquina hay tres asesinos a sueldo esperándote. Aunque nadie lo dijera y aquella comida pareciera una comida familiar como las que se organizan cada domingo en todas partes del mundo, en verdad el resto de los miembros de mi familia me estaban vigilando y esperaban el momento en que Joel (el sobrino) empezara a llorar asustado por estar con el borde de su tío para lanzarse como buitres sobre él y poderlo coger. Pero Joel los ha sorprendido a todos, no ha llorado y estaba tan a gusto con su tío jugando con una navaja (es broma... era una jeringuilla usada que me había encontrado en la calle).

Uno de los temas de la comida es que resulta que según el pediatra, Joel (el sobrino) está sobreestimulado. Pero sobreestimulo del bueno. Las cosas que hace son propias de niños con más edad: como se sienta, coge objetos u observa y explora el mundo. Y según el pediatra lo mejor es que ha sido sin una intervención pesada y obsesiva de los padres, sino por él mismo. El pediatra está alborozado, los papás están alborozados, la tieta está alborazada y los abuelos están pesados. Y yo... bueno, creo que aunque el mérito es mío por leerle novelas de fantasía a escondidas, tampoco es para tanto. Si me dijeras que con cinco meses pide una paga a sus padres o ha robado un coche... Además, yo también hago cosas impropias de mi edad y cuando llega la primavera y empiezan a caer las primeras mangas y los primeros escotes también ando sobreestimulado. Y así ando durante todo un año hasta la próxima privamera.

2. Ayer fui a ver El lector (The reader, Stephen Daldry, 2008). No está mal. Me gustó sin entusiasmo. Y no la estoy comparando con la novela porque tengo la gran virtud de poder separar perfectamente una novela y su adaptación. El cine y la literatura son dos lenguajes muy diferentes y, por tanto, no se pueden juzgar por los mismos parámetros. La película tiene momentos muy bellos con momentos demasiado subrayados con momentos algo superficiales. Pero tiene una primera parte muy bonita, un actor tan estupendo como el protagonista joven, un maquillaje espantoso y una bella atmósfera de profunda tristeza. Lo mejor es la intervención de Anton Chéjov y su cuento La dama del perrito.


3. Como ya sabéis este blog se debe a sus lectores. Y un amigo, comprendiendo el servicio social que presta este blog, me ha pedido que lance al ciberespacio una cuestión que lo atormenta y no lo deja vivir esperando y confiando que se abra un debate sobre su caso. Algo así como un consultorio de problemas, pero donde pueden haber múltiples respuestas. Más o menos dice así.

Apreciado y muy admirado Jorge, queridos lectores de Matices

Para ser feliz en esta vida sólo le pido una cosa. Sólo una y creo que no es pedir demasiado. No estoy todo el día que si ahora un coche, un buen apartamento, un trabajo que me guste, salud, un viaje cada tres meses y mucho dinero. No. Sólo pido una cosa, y ya está. ¿No me la merezco? ¿No puedo aspirar a eso?.

Lo único que le pido a la vida es esto.

¿Qué opináis? ¿Es mucho pedir?

Desesperado

NOTA: Esto es verídico y ese amigo existe. Y la pregunta es verídica. No digo su nombre porque me ha pedido permanecer en el anonimato. Entre nosotros podemos llamarle Desesperado.

4. Y una canción de Jeanne Cherhal. Merci.



(...)Por las pantallas de cine
puestas a veces por la calle
Por las divas devoradas
Por los olores adorados
Por la mar por ser gratis
Y por ciertas noches de borrachera
Por los viejos muros bajo los carteles
Y las malas hierbas
Gracias (...)

4 y 1/2 Gracias por acompañarme durante ciento sesenta entradas, que como número es bonito aunque nadie se acuerde nunca de él.

11 comentarios:

maría simó dijo...

¡jorge!
ya tengo los libros. mañana el estreno mundial en mi blog.

a ver si me entero: el problema de tu amigo es que es amig-O? si es eso no hay para tanta desesperación.

Jorge dijo...

Simó: alegría y alborozo. Esperaré al estreno mundial mundialísimo y hablamos de negocios.

El problema de mi amigo es que quiere un tipo como ese para ser feliz. No parecerse a él, beneficiárselo. En este caso un actor porno italiano... Si ya se lo digo yo, pero no me hace caso.

Fedora dijo...

Jajajaja... cree que con eso puede ser feliz..no es imposible, cirugias plásticas, ejercicio, dietas.. implantes...

Pero... será mejor si se acepta tal cual es.

No me gustan los tipos porno italianos... y hay un millón de chicas que piensan lo mismo que yo.

Jorge dijo...

Paulette: por eso los tipos como yo mantenemos la esperanza.

Cloe dijo...

A los padres les encanta escuchar que sus hijos están sobre estimulados y hacen cosas superiores a su edad....yo no me entero de nada, no sé cuando hacen una cosa u otra, mi hijo tiene dos años y medio y el otro día le dije a una amiga que ya sabía todo el abecedario y está empezando a leer (obvio que no va a la guardería ni ostias), y me dijo "uyy pero eso a su edad es increible" y yo pensaba que era normal, que se yo, por ahí lo anormal es no hacerlo o no estimularles a que lo hagan, por ahí lo que pasa esque el resto de los niños no están estimulados lo suficiente. Tú leele a Truman Capote, ya verás como se espabila jaja.

Besosos!

comunllum dijo...

1. "Que listo es mi niño!" Todo el mundo (sin excepción) tiene un hijo o un nieto superdotado (para su edad). Es más que nos atontamos.

Bueno, ya de niños tenemos algo de border lines, ya que después de cantarle todas sus grandes virtudes y aprendizajes (para su edad, otra vez), le pedimos al niño cualquier cosa que no haga gracia, tipo "Pablito guarda tu juguete en el armario" o "Ayudame a poner esto bien" y media familia te ataca con un "No ves que es demasiado pequeño para eso?" o "No ves que eso no lo sabe hacer todavía?". Una rara enfermedad le ataca y bloquea su capacidad de aprendizaje. Y no avisa.

2.No puedo opinar. No la he visto.
3.Desesperado, quieres ser como el de la foto o quieres al de la foto? Si es lo primero, no te lo aconsejo, pero eres libre. Lo más dificil no va a ser ponerse cachas. Va a ser conseguir los calzones. Si es lo segundo... Todo tuyo.

comunllum dijo...

El primer párrafo del punto 1 del comentario debería acabar con la frase "Es más tarde que nos atontamos".

Libélula dijo...

Hola Jorge!

1. No puedo lidiar con los niños. Soy bastante reacia a tenerlos en brazos y tenerlos cerca... Si bien, me llevo bien con ellos, a los 10 minutos ya los quiero LEJOS.

2. Aquí no se ha estrenado El Lector, con lo que no puedo opinar. Lo que sí puedo decir es que no suelo comparar libro vs. film porque, como tú bien dices, son dos lenguajes diferentes.

3. No me gustan los hombres "aparatos." Me gustan los hombres "humanos" Los que tienen panza de comer buenas comidas, disfrutar de una buena cerveza, un buen tinto. Me gustan los hombres que se nota que han vivido. Un compañero de trabajo siempre me carga que me gustan "los feos".

Besos miles, Libélula.

Anónimo dijo...

Uis que me he perdido 3 entradas!!!
Recapitulemos:

1.- Sobrestimulación de los bebes. Si ahora ya tienes a tu familia revolucionada la que te espera cuando empiece a gatear y ya ni te cuento el vital debate (?) de qué palabra dirá primero. Pero si es tan prematuro a lo mejor os dice la lista de los reyes godos de carrerilla, y ahí si que te echaran las culpas a tí por ser una mala influencia.

2.- No he podido ver la película, así que no puedo comentar nada. La veré, I promise!

3.- Dile a tu amigo que los músculos se pierden con los años, así que mejor tenga un buen cerebro y que sepa estimularselo a él. Cuanta razón tiene Libélula!Ahora bien, si sólo es para un rato...que se vaya a un gimnasio y empiece a hacer amigos. Quizás haya alguno que entienda. Y sí, se lo merece del todo (no?)

4 1/2.- Gracias a ti!

Saludos!

Annabel dijo...

Los beb´´es tambi´´en sufren de estr´´es (como mi teclado con las tildes), espero que no sea el caso de tu sobrino.
Llevo un rato intentando escribirte algo m´´as y no se me ocurre nada digno... bueno, que sepas que mi infame dolor de cabeza y yo andamos por aqu´´i ley´´endote y disfrutando.

-Anna- dijo...

1.- Los niños así tienen un nombre, en este momento no recuerdo el nombre de los que nacieron en épocas recientes, a los que nacían en los años ochenta se les llamaba índigos. Y hubo todo un tema, porque los niños aprendían rapidísimo y en la escuela les colgaban un cartel con "síndrome de hiperactividad" y los dopaban con quien sabe cuánta pastillita para tranquilizarlos. Resulta que los niños se aburrían, porque los programas de los colegios estaban desactualizados. En fin, hay que dejarlos que curioseen, que conozcan, que pregunten =)

2.- El libro no lo leí, ya sabés que a mi las adaptaciones no me hacen muy feliz. Pero bueno, la peli la ví y me gustó. Espero para cuando lea el libro no me quiera tirar por la ventana (ya sé, soy exageradísima jajajajaja, también me va a gustar el libro, lo sé, lo sé). Mirá que para ser una persona a la que no le gustan las adaptaciones, últimamente me vi como cuatro películas que son de libros (y estoy esperando que salga la peli del libro de Nicole Krauss, dicen que pronto...quien sabe)

3.- No entiendo...quiere estar como ese modelo?? o quiere un modelo así??
De ser la pregunta uno respondo: Nah!!!!! la sobrepoblación de músculos en el cuerpo de un hombre es un hecho exagerado, sólo le sirve a los modelos. Lo mismo pasa con las mujeres ultraesqueléticas. Cada uno tiene lo suyo y hay que quererse así. Si se trata de salud, pues nada, un poco de gimnasio, un poco de caminata, un poco de verduras y voilá!

Si es la segunda pregunta respondo: no hay que buscar masa muscular en una persona, lo importante es que tenga cerebro, que tenga temas de conversación, que se puedan compartir cosas, etc. Mi humilde opinión =)

4.- Como siempre, excelente gusto musical.

4 y 1/2, vamos por 170 entradas más no?? =). Para mí ha sido un placer, aunque creo que no estoy desde el principio...pero bueno, igual es todo un placer leerte.

Un abrazo Jorge!