martes, 15 de septiembre de 2009

Ahora van a por ellos...

Primero fueron los fantasmas. Almas en pena atormentando a los vivos, machacando su psique, con sus ganas infinitas de compartir el infierno en el que malviven con los que respiran, ocupando casas, echando a familias, conduciendo a la locura, confundiendo a los humanos, atormentando sin piedad, invitándolos a los infiernos... Hasta que empezaron las historias de fantasmas con corazón, con cuentas pendientes, enamorados de los vivos, pidiendo auxilio para salir de ese limbo... Y los fantasmas dejaron de ser lo que eran.



Luego fueron los vampiros... aquellos criaturas del infierno con ansias de sangre y destrucción, de probar los cuellos de las muchachas inocentes en óscuros callejones o lujosos castillos, de convertirse en ratas, murciélagos, insectos... Criaturas violentas y pendencieras que no respondian ante dios ni ante nadie, lujuriosos en su deseo de sangre y más sangre rompiendo cuellos y desgarrando muñecas. Viviendo solitarios sabiéndose superiores... Los vampiros de toda la vida, coño. Hasta que los vampieros empezaron a ser cada vez más jóvenes y más atormentados hasta acabar convertidos en patéticos adolescentes suspirando por vivir en paz con los humanos, enamorados de muchachas con mirada siempre llorosa y complejo de ciervo, y repitiendo cada dos por tres que es horrible ser hermoso, joven y eterno.



Y ahora van a por los zombies. Sí... sí... a por mis zombies. Hordas de muertos andando lentamente por las calles, persiguendo a los vivos por el simple deseo de comer, de devorar kilos y kilos de carne fresca, de acosar a patéticos grupos de supervivientes encerrados en una casa, en un supermercado peleando entre ellos, de ir poco a poco y paso a paso conquistando y dominando el mundo.



Pues ahora van a por ellos... en noviembre se publicará una novela juvenil de muertos vivientes... enamorados... Y no, antes de que lo preguntéis, no es una parodia tipo:

- Desde que he vuelto convertida en zombie noto que ya no me quieres.
- Es que...
- ¿Qué?
- Es que se te han caído las tetas.

Zombies que vuelven con los vivos con una segunda oportunidad para arreglar los asuntos pendientes que tenían en vida. Sin putrefacción, sin hambre, sin matanzas. ¿Por qué? ¿Por qué no dejan a los pobres muertos vivientes en paz con su apocalípsis? ¿Qué les han hecho? Supongo que es la necesidad de cargarse un mito, de denigrar otro monstruo con una colección de sentimientos baratos y relaciones de instituto.

¿Qué será después? ¿Cthulhu con problemas con sus hormonas y enamorado de una pescadora que no sabe que en verdad es hija adoptada en una familia de profundos? ¿Zenobitas con problemas en el instituto?

Pronto serán los más populares del instituto.

¿Es que ya no hay respeto por el terror?

4 comentarios:

Anónima de las 9:59 dijo...

Dime que es una broma.

Es broma, ¡¡¡¿¿verdad??!!

Casteee dijo...

Ahora tenemos a otros serés que dan más miedo.., por ejemplo.., los politicos :P

No soy muy seguidora del género pero he de reconocer que a mi me gusta los vampitos, zombies, fantasma etc de toda la vida de dios^^

Besos

Jack el Simple dijo...

Algo así ya lo vi en una película, bueno, una verdadera mierda de película, "La resurrección de los muertos", francesa, del 2004, tediosa, cargante, incomprensible, en la que los muertos volvían a la vida pero ni siquiera tenían aspecto de muertos. Volvían a su casa y ya, y luego la sociedad los rechazaba y todo eso.

Un zombi con sentimientos es un contrasentido, es una soplapollez en grado sumo, es algo tan tonto como las películas de Lars Von Trier o los discos de Nacho Vegas. Como tú dices, los zombies son seres esencialmente irracionales, con el cerebro podrido después de la muerte, pero que basan su fuerza en su número, su persistencia -¿para qué prisas, si a fin de cuentas están muertos? ¿Qué gilipollez es esa de zombies corriendo?- y sobre todo en esa sensación de opresión y putrefacción (son tontos, lentos y torpes, pero te pueden acabar rodeando en cualquier momento y ay de ti si te pegan una dentellada).

Por tanto, cosas que no me gustan de los zombies modernos:

-Que piensen o tengan sentido de la estrategia (lo que se viene haciendo desde "La tierra de los muertos" a esta parte). Y lo siento, pero un zombi con sentimientos no es un zombi, es una gilipollez tan grande como el chocolate salado.

-Que sean fruto de una infección vírica. La maldición zómbica, de insondables e inexplicables abismos cósmicos, se vulgariza por completo y convierte a los zombies en simples enfermos. Ahora en serio: ¿qué es más terrorífico, alguien que viene realmente de la muerte, o un contagiado? No jodamos.

-Que corran a lo Ussain Bolt. La gran perversión del zombie moderno, en un cine que se ve incapaz de generar terror psicológico y opresivo y opta directamente por el agobio de zombies que van a toda leche junto a sus correspondientes sacudidas de cámara y elevación del nivel de sonido. De hecho: cómo coño va a correr un cadáver putrefacto? Se caería a trozos. En fin, otra gilipollez como una catedral.

-Y por último, lo que yo llamo el "frenesí zombífico", los zombies ahora no son seres lentos y descompuestos, sino que están claramente animalizados y son algo así como bestias salvajes que se pasan toda la película con cara de mala hostia, chillando y enseñando las fauces. Sí, qué miedo.

Bueno, nada más. Deberíamos crear un Comité de Salvación Zombie o algo así.

Jorge dijo...

Anónima: lo siento, de verdad. Ya me gustaría que fuera broma... pero no lo es... ¿escribimos a cuatro manos una historia de zenobitas en viaje de fin de curso a Mallorca?

Casteee: sí, los monstruos clásicos tienen el encanto del horror. Y de políticos no hablemos, que a lo mejor esto lo leen niños.

Jack: completamente de acuerdo con todos y cada uno de sus puntos. Y sí, deberíamos crear un comité por la dignidad del zombie. Pensemos y actuemos... no podemos quedarnos con los brazos cruzados.