Pero me estoy hiendo por las ramas. Hablábamos de todo esto con la representante y le comenté que creo que el merecido prestigio de estas pequeñas editoriales no sólo se debe a que han sabido conectar con toda la nueva generación de lectores en busca de estímulos literarios diferentes. También, y esta es mi tesis, se debe a que han recuperado un elemento del objeto libro que estaba en desuso y que las grandes corporaciones editoriales habían ido eliminando poco a poco en favor de una reducción de costes. ¿El qué?
Nuestro querido amigo y vecino el margen.
Este elemento tipográfico de la página que había ido desapareciendo de los libros supongo que para reducir costes (poco a poco conseguimos una página más) y por editories que vivian traumatizados por aquella frase que oían en el colegío de "Gutiérrez, deje margen a la derecha, no lo pegue todo a la página que no se puede leer. Hala, te suspendo la redacción". Y Gutiérrez miraba con odio a su profesora de lengua y pensaba, "verás, verás, un día seré editor de una importante multinacional y se acabarán los márgenes... verás si se puede leer... si no leen así no leerán... ja ja ja".
El margen... tan desprestigiado, pero tan necesario para una lectura más calma, más clara y agradable. Para llenarlos de reflexiones que produce la lectura, con dibujitos que no son más que correlatos del profundo aburrimiento, para dejar respirar a la líneas y no tener que abrir un libro doscientos cincuenta grados para leer el principio de la frase.
Y esta recuperación del margen demustra un cariño al libro como objeto que las grandes editoriales han ido perdiendo. Y algunas de las pequeñas. Os propongo que vayáis a cualquier librería y pilléis el fantástico libro de Yuri Hererra que ha publicado la editorial Periférica Señales que precederán al fin del mundo y lo abráis en cualquier página. ¡Qué maravilla! Las líneas respiran, las palabras ocupan el papel, pero permiten espacios de libertad al lector. Coged ahora una edición de un libro de bolsillo de Anagrama y tenéis un 60% de posibilidades de encontrarlo todo apretujado, con mala tipografía, con líneas pegadas y dolor de cabeza. O el ejemplo más demencial, la joven editorial Ambar y su colección de bolsilo. Una orgía de líneas que ocupan la página de extremo a extremo que obligan a abrir y casi romper el libro para poder leer.
Realmente cada vez estoy más convencido que a las grandes editoriales cada vez les preocupa menos el libro. Malas encuadernaciones, capítulos que desaparecen, hojas que caen, errores tipográficos, faltas de ortografías o pésimas traducciones. Y, por tanto, cada vez sienten menos respeto por el lector al que se considera como ese ser que se lo traga todo. Lo más gracioso es que luego estos grandes grupos se quejan de la disminución de ventas y prestigio . Es que lo quieren todo.
La editorial pequeña viene a ocupar este espacio de respeto hacia el libro como objeto y hacia el lector. Te puede gustar más o menos su línea editorial, los libros que publican, si piensas que es pose o verdadera convicción, etc, pero no se niega un buen trabajo (hay excepciones, que no todas las pequeñas trabajan bien... no nos pongamos papistas, ni todas las grandes lo hacen todo mal que también hay que decirlo aunque sea en un parétensis) hasta que crezcan, se acomoden, quieran más dinero y se inicie una decadencia que coincidirá con el nacimiento de nuevas pequeñas edioriales.
Como dijo aquel, es el circo de la vida.
3 comentarios:
Tú lo has dicho, es el circo de la vida. Gracias por mencionarnos en el post.
José Pons Bertran
Melusina
Qué ironía... mi editorial favorita de los últimos tiempos es "Minúscula". En chiquitito pero bien espaciado...
Todo esto no es más que el síntoma de lo que somos a ojos de muchos: consumidores. Y como los consumidores no somos personas, ¿qué más da cómo se traduzca, encuaderne...? Si al fin y al cabo sólo somos números de la VISA.
Lástima "Jorge mil matices..." que en tu post del 7 de octubre olvidases algunos nombres de otras pequeñas editoriales (pues no están todas las que son,,,) Claro que no se pueden citar todas, pero ¿por qué casi siempre citáis las mismas tú y los demás...?
Te pasamos la pag. web de MALDOROR ediciones por si quieres conocerla.
www.maldororediciones.eu
Por MALDOROR ediciones
Jorge Segovia
Director literario
nota bene: Por cierto, ¿para qué año los "ilustres" blogueros de este país y sus colegas de los suplementos literarios (igual de ilustres) piensan hacer crítica de los libros o autores publicados (inéditos en este país de cucaña ) como novedades en formato digital...?
¿¡De qué hablamos...?
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