Otras es por la promesa de una escena ("he oído que matan a un tipo con una zanahoria" o "Clive Owen y Monica Bellucci están ahí dale que te pego en pelotas y empiezan a entrar malos y sin sacarla el Owen se dedica a matar a gente así sin sentimiento mientras la Bellucci se viene toda") como ocurrió con esa divertida parodia de los manierismos del cine de acción contemporaneo que es Shoot me up. O aquella bazofia de DOA donde sale una muchacha que se carga a unos cuantos malos mientras se pone un sostén (y eso siempre es divertido sobre todo si luego me paso toda una tarde intentándolo en casa). O, como reza la publicidad de Machete, aparece un momento en que el prota mata a un tipo abriéndole la barriga y luego utiliza su intestino para huir por la ventana.
Todo esto viene al caso de estos días ha aparecido en mi vida una de esas películas que tengo que ver por su estética descuidad, su fea fotografía, por unas interpretaciones risibles, por un argumento demencial, desnudos "gratuitos" (las comillas están porque nunca he entendido esa expresión de desnudos gratuitos o demasiados efectos especiales), pero con un título maravilloso lleno de sutilidades y que da lo que promete:
Monjas desnudas con pistolas grandes
(pinchando sobre la imagen lleva de la mano al maravilloso trailer)
Promete, ¿verdad? Necestio verla y espero verla muy pronto y pasármelo bien con esta historia de monjas vengativas rebentando cabezas.
Y, por cierto, la actriz protagonista es una española que se está labrando una interesante carrera en la serie B que roza la Z de Estados Unidos, Asun Ortega. Lo digo porque hay más gente trabajando en la meca del cine que los que desde los medios nos han vendido como buenos y oscarizados """""actores""""".
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