viernes, 22 de abril de 2011

Entre otras cosas esta semana...

He leído dos novelas de Terry Pratchett. Ésta y ésta. Adoro su sutil reflexión/disección de los mecanismos del poder y su crítica/sátira/burla de los gobiernos. Al margen de todos los chistes de índole sexual, claro, que son de un agradecido...

Tomarme como algo personal la promoción de Knockemstiff como uno de los mejores libros del 2011 y seguramente del 2012. En serio, quien no lo haya leído no sabe lo que se está perdiendo. Literatura de altísimo nivel.

Dar vueltas a la idea de mudarnos y ver EL piso. A. ya está decorándolo mentalmente. Yo, también. Próximamente expondré mis ideas.

Explicar no sé cuantas veces que no puedo hacer descuento de Sant Jordi antes de tiempo. Tragarme que en otras tiendas sí que lo hacen. Replicar que si quieren llamamos a esas tiendas y les recordamos que no pueden hacerlo. Decirme que si acaso lo dejan para otra ocasión.

Preparar el albarán de Sant Jordi. Llevamos a la parada cerca de cuatro mil libros. Sí, cuatro mil libros. Eso son muchas cajas, mucho peso y mucha cultura. Y todo para negar todas las evidencias de que mañana 23 de abril lloverá. Y mucho. Y yo viviré dos Sant Jordis bajo la lluvia. Y la historia volverá a repetirse.

Fotografía de la Plaça de Cal Font el año pasado. Al fondo las paradas de Sant Jordi. En primer término los igualadinos que pase lo que pase, tienen que comprar un libro. Llueva, truene o los extraterrestres hayan regresado buscando venganza.

Leer la muy agradable novela Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea de Annabel Pitcher. No deja de ser lo de siempre, la historia de una desgracia familiar desde el punto de vista de un niño de diez años y como consiguen salvarse. El argumento no presenta ni un solo punto original o diferente, pero la novela la redime un negro sentido del humor, una buena construcción de los personajes, un estilo dinámico y un par de escenas de violencia escolar que me devolvieron a la crudeza de mis días en el colegio. Ya sabemos todos lo guay que es ser diferente, pero como jode esta diferencia en el colegio.

La recomendaré a pesar de que lo que te piden en la librería cada día es más lo mismo, lease:

1. Algo que se parezca al Larsson.
2. Algo que se parezca al Follet.
3. Algo que sea una mezcla entre Larsson y Follet.
4. Algo que enganche como Larsson o Follet.
5. Y variaciones sobre el mismo tema.

Contestar no sé cuantas veces cuál creo que será el libro más vendido de Sant Jordi como si esto importara. Quiero decir, lo importante es el libro y la lectura, ¿no? ¿Por qué la coacción continua de lo más...? La identificación de que lo que más se vende es lo mejor que hacen los medios. No importa qué es lo que más se vende.  

Confirmar mi desconfianza de esta moda de lo optimista y lo buenrollista. Me inquieta mucho estos gurús de la felicidad que están demonizando la tristeza, la melancolía, el pesimismo... Por suerte, mi cinismo me defiende.

Comprobar por enésima vez lo mucho que me toca los huevos el fútbol, los partidos de fútbol, los hinchas, los petardos y los gritos hasta las tantas de la noche. ¿Por qué, importándome una mierda el jueguecito de la pelotita, me lo tengo que tragar sí o sí?

Esperar que mañana no llueva.

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