miércoles, 1 de agosto de 2012

La nueva

Entre otros motivos (el calor, el trabajo, la pereza) del silencio de estos días es que la familia ha crecido en un miembro y hemos tenido que estar pendientes de su correcta aclimatación al piso. Es gata y se llama Arya (sí, como la niña de Juego de tronos) y ya ha demostrado sus dotes ninja saltando al patio del vecino (caída de unos tres metros y medio) y quedándose allí en una fiesta de pijamas. Sigilo ha llevado con su habitual elegancia la presencia de un raterillo de la calle en sus dominios.

Y aquí la prueba gráfica. Sigilo es la blanca, Arya es la pequeña del fondo mezcla de muchas razas.

Imagen cedida del archivo personal del cenutrio de mi amigo Jordi.

3 comentarios:

Mara Oliver dijo...

Ohhhhhhhh, espero que Sigilo la acepte bien y Aria se haga un huequito en su corazoncito gatuno muy pronto, a mí ya me ha cautivado
¡qué guapísimaaaaaaaaaaas, podió!
besotes!!!

Jorge dijo...

Después de unos días de gruñidos y bufidos ya está más que aceptada. Arya ya forma parte de la familia y es el bicho, el trasto, el robacarteras, el golfillo de cara tiznada y exijo mi tercio de la comida que estas preparando.

Mara Oliver dijo...

Vale, por lo de bicho, trasto y robacarteras me quedaba la duda de que fuese chico, es que mi memoria de pez da para boquear y poco más, jejeje ;)
besotes!!!

(ruido de fondo subliminal: amazonas follardas, amazonas follardas...)
;)