domingo, 31 de agosto de 2008

Sobre nacimientos y milagros

Bueno, pues ya soy tío.

Mi hermana Marta ha tenido hoy a la 13:00 horas a su primer hijo. Se llama Joel, ha pesado tres kilos y no sé cuantos gramos y según mi madre, y por tanto abuela y cuya información y opiniones están exentas de cualquier rasgo de objetividad, "es mu bonico".

El parto ha sido ligeramente complicado. Un retraso de quince días y al final se decidió provocarlo. Después de mentir a toda la familia diciendo que se haría mañana lunes para poder hacerlo hoy con calma y sin futuras abuelas histéricas corriendo por los pasillos, se fueron mi cuñado Jordi y mi hermana Marta para el hospital. Pero después de horas de intentarlo, mi hermana no dilataba y el niño sufría intentando salir por un lugar en el que no cabía. Cesárea. Al momento de decidirlo mi cuñado llama a su madre y a mi madre. Las abuelas presas de nervios se precipitan al hospital. Medía hora llama mi madre a casa. Joel ha nacido. Madre y niño están bien. Y para el hospital.

Mi hermana Marta, cansada. Mi cuñado contento, pero agotado. Las abuelas exultantes e iniciando la lucha por sacarle parecidos a una criatura que no lleva ni dos horas en este mundo. Mi padre en plan abuelo orgulloso y pensando en el huerto que le va a construir. Mi hermana Montse feliz de ser tía y haciendo planes para inculcarle su amor por el Espanyol. Yo estoy tranquilo, ya habrá tiempo de manipular al niño, mejor dejar a la nueva familia en paz. Eso sí, mañana pienso pasar por el hospital y regalarle un libro. El privilegio del primer libro de su vida es mío.

Y ya está. El resto de lo que ha pasado este día pertenece a las aburridas anécdotas familiares con las que torturarán a los desconocidos las abuelas. Sé que ahora tendría que poner una foto del recién nacido (por los nervios de todo el mundo he sido el único que ha llevado cámara y ha hecho unas cuántas fotos por lo que en los próximos días me convertiré en alguien muy perseguido), pero me resisto a que aparezca antes por Internet que por su propia casa.

Así que he decidido dejar aquí una canción del mago Aldebert que habla de la llegada de un recién nacido



y una foto de Rachel Weisz que, como el nacimiento de un niño, también es un milagro de la naturaleza.

6 comentarios:

Choupas dijo...

¡Felicidades por el nacimiento de tu sobrino!
Que los vientos le sean favorables en el devenir de su vida.

Con respecto a la señorita Weisz opino exactamente igual. Buen gusto tienes colega.

Jordi Vivancos dijo...

Desde luego hay que ver la excusa guarra que te has sacado de la chistera para meter una foto de Rachel Weisz... ¿Pero es que acaso hacen falta excusas para que asome esa diosa que ha decidido pasearse por la tierra entre los pobres mortales?

Por cierto: mucho me temo que con un padre y una tía como los que tiene Joel, el pobre acabará siendo un fanático del Barça, y hasta puede que se una a los "Boixos Nois".

Jorge dijo...

Choupas: gracias por los buenos augurios y los deseos. Aunque gran parte de su camino le corresponderá a él, yo haré todo lo posible para que los vientos soplen en su dirección.

Jordi: ¿No podrías desear sencillamente que no le guste el futbol, cabrón?

Choupas y Jordi: De Rachel Weisz añadir poco... es una diosa... y sí, en cuestión de mujeres tengo muy buen gusto.

Annabel dijo...

Me has hecho sonreir con tu última frase... curiosa asociación de ideas.

Ale, ahora a ejercer de tío. Felicidades.

Amanda dijo...

hombre felicidades!!!!

Yo hace unas semanas he conocido a mi primo nuevo... un encanto.

He esado muuuuy ocupada, y he querido enseñarte un libro que me ha regalado un amigo de sevilla, te encantará!!!!!
ya verás... te subiré unas páginas... o te las envío por e mail.

Un abrazo y enhorabuena por todo!!!!

Un beso muy grande!!!!!!!!

Jorge dijo...

Annabel: y yo contento de hacerte sonreír y de verte por aquí. Que no perdamos el contacto, aunque sea desde el silencio.

Amanda: ¡¿Qué libro, qué libro?! Manda, manda, manda...