viernes, 9 de enero de 2009

Ayer

Me levanto tarde. Día libre. Pipí y ducha. Salgo a desayunar. Leer tranquilo el periódico mientras me tomo un café con leche y una magdalena con pequeñas virutas de chocolate. Compruebo por enésima vez que la sección de contactos casi gana a la de cultura. Fumo un par de cigarrillos. Escribo cuatro notas en la libreta y una frase que puede ser el inicio de algo y que creo que oí en una canción.

Era una noche convencional.

Vuelvo a casa. Como. Un rato delante del ordenador para actualizar el blog con una imagen (me siento de un vago espantoso) que creo que dice muchas cosas. Paseo por los blogs habituales.

A las dos y media salgo de casa. A las dos y cincuenta entro en el Café de Silvano. Alicia ya me espera. Tiene la misma manía que yo, o llegar puntuales hasta la exasperación o unos minutos antes. Hablamos de Harry Potter, de osos polares, de amigos que se van, de lo escrito o dibujado cuando éramos adolescentes. En cuatro encuentros nos hemos hecho grandes amigos. A las cinco menos cuarto salimos. Ella para ir a buscar a su hijo, yo a sucumbir a los encantos de comprar por comprar cuando no puedo permitírmelo. Detrás dejamos muchas palabras, dos cortados con la leche fría y dos cafés con leche. El próximo día me toca a mí pagar.


Posa'l disc. Tienda de dvd's y discos de referencia. Encargo de Scaramouche (George Sidney, 1952). Acabo comprando, claro. Dos clásicazos. Fitzcarraldo (Werner Herzog, 1982) y Novecento (Bernardo Bertolucci, 1976), pero la versión larga de cinco horas y pico. Ambas películas serán un viaje alucinante.

Compra de dos libros. Poderosa de Sérgio Kléin (Bromera, 2008) para ponerme al día de literatura juvenil y Todos los cuentos de Cristina Fernádez Cubas (Tusquets editores, 2008) autora de la que no he leído nada pero que desde siempre me ha intrigado. Leer dos frases por encima en la librería me convence que será una de esas autores importantes en mi vida.

Nunca las temí ni nada hicieron ellas por amedrentarme.
Ahora, cuando golpeaba la puerta por tercera vez...

Sin saber que rumbo tomar en mi paseo me decido por el cine. Di que sí (Yes Man, Peyton Reed, 2008), una más que agradable comedia romántica con Jim Carrey y la adorable Zooey Deschanel. Soy el único espectador de la sala. Me relajo y disfruto. Me dejo llevar por una comedia llena de los consabidos tópicos, por un Jim Carrey que relajado funciona como cómico, pero exagerado llega a cargar (aunque esto último solo pasa una vez en la película). Si me tengo que quedar con tres escenas sería la seducción de la casi septagenaria Fionnula Flanagan al protagonista, la fiesta Harry Potter y el concierto que Zooey Deschanel da con su grupo de música (que muchacha más hermosa... esos ojos azules inmensos y esa perenne actitud de "todo esto no va conmigo").


Salgo del cine contento. Voy para casa. Ceno ligero (últimamente todo parece que me sienta mal por las noches y luego sueño con lo que sueño). Un rato delante del ordenador. Me quedo largo rato mirando la portada del libro de Cristina Fernández Cubas.

A Case for Moving On, de Mark Keller

La maleta, la mirada, la ventana. ¿Qué historia encierra este cuadro? Se admiten apuestas.

A la cama. Me quedo hasta la una y media de la mañana leyendo y acabando Poderosa. Muy divertida. Una buena novela juvenil a partir de trece años. Entretenida, llena de humor, nada de la tan sobada compasión o dramatismo que suele ponerse en las historias de adolescentes, un ritmo tranquilo y lento, pausado, una protagonista simpática, agradablemente predecible.

Me quito las gafas. Apago la luz. Me duermo.

Ha sido un buen día.

6 comentarios:

Cesc Sales dijo...

Y lo que te ries con ella??

Annabel dijo...

Un día completo y muy cultural. Los míos suelen ser bastante más ordinarios y desequilibrados.
En cuanto a la maleta está llena de cartas de amor, la chica mira por la ventana sin ver porque está recordando a alguien que ya no está.

Libélula dijo...

¡Qué buen día Jorge!

Yo también disfruto mucho de comprar cuando el dinero no alcanza. Me da una especie de adrenalina ponerme a prueba y ver si llego o no a fin de mes...

Besos enormes, Libélula.

Anónimo dijo...

Fitzcaraldo !!!!

No veas el "coñazo" que me dio mi madre cuando viajé a Brasil y supo que iria a Manaus ....!!:
Que si allí rodaron parte de Fitzcaraldo, que ni se te ocurra no ir al teatro de la opera de manaus , etc, etc, total, que a la que llegué a Manaus lo primero que hice fué ir al teatro de la opera i.....Magnífico !!!
suerte que hace un tiempo se me ocurrió ver la peli ....
Genial !!

Bellota dijo...

Tengo pensado hoy hacer mi primera incursión fuera de mi guarida. Con el único propósito de ir a comprar libros, aunque como la gran mayoría de todos nosotros, el saldo de la tarjeta no acompañe.
Porque hay que ver como es el momento no-se-si-me-aceptarán-la-tarjeta...

Jorge dijo...

Cesc: eso es lo mejor...

Annabel: no se porqué, pero me fijo mucho en la figura masculina que avanza por la calle... e intuyo que la maleta es la de él.

Lali: En cuanto vea Fitzcarraldo hablaré de ella. Siempre he oído el mítico rodaje y la relación entre Herzog y Kinski (actor con el que tengo una relación de adversión/atracción muy fuerte). Y algún día iré a la ópera de Manaus.

Libelula/Bellota: las imprudencias se pagan, pero es cojonudo comprar cuando no puedes hacerlo. Y Bellota, que el la primera incursión postfiesta fin de año con el mundo vaya bien y compras con sabiduría y sin prudencia.