domingo, 5 de septiembre de 2010

Un poco de autobombo

Ya sé que hablar de autobombo en un blog es un pleonasmo (lo digo bien, ¿no?), ya que éste es un instrumento dedicado pura y exclusivamente al ego y a la creencia de que lo que explicamos, escribimos y "pensamos" es interesante, fundamental, definitivo e importante. Y no lo es. Quizá es lo genial de todo. Pero bueno, dejemos esta disquiciones que no conducen a ninguna parte y que sólo pretenden presentarme como alguien que piensa (que no) y vamos al autobombo.

1) Allá por el año 2008 abrí este vuestro humilde blog. Y empecé a pasearme por otros blogs hasta que llegué a uno que llevaba por nombre El Cabaretito. Me gustó lo que vi, así lo dije en algún comentario y en poco tiempo pude llemar amiga a la persona que lo editaba. Esta persona, que responde al nombre de Amanda me dijo un día que le gustaba lo que escribía y me pidió si le podía enviar algo. Le envié un cuento, le gustó, pero era largo, envíame más, le envíe dos cuentos breve y ella me dijo que los publicaría en la revista que editaba: Esta revista se llama Blasfemia. Pasó el tiempo y nos pasó cosas (algunas buenas, otras malas, otras que ni fú ni fá) y al final se publicó la revista. Y en esa revista entre todo lo bueno que se puede encontrar, hay dos cuentos míos. Bueno, llamarlos cuentos es pasarse. Se trata de dos tontás que creo que pueden divertir al personal.

Pinchando en la imagen se va a la revista y a un resumen de contenidos.
Tiene una pinta estupenda.


La revista es mexicana (tierra con la que me siento unido por muchas razones variadas que ya comentaré un día... o no), es cultural, moderna y apuesta por los jóvenes talentos (gracias Amanda por considerarme un joven con talento) y desconozco si se puede encontrar ya en la península. Los mexicanos ya podéis agenciaros un ejemplar para disfrute de mi prosa y regocijaros en un buen trabajo editorial.

Ah, y Amanda, hablamos pronto, ¿ok?

2) Tengo cuenta en el facebook. No es que me sirva de mucho, pero me ha servido al menos para alguna cosa positiva. Conocer gente estupenda suelta por el mundo a la que debo una visita. Una de esas personas se llama Natalia, es librera y gracias a ella mi voz se oyo por las españas en radio3, he descubierto un par de libros estupendos y me permitió una versión igualadina de su grupo de Libreros que se vuelven velociraptors, grupos donde dos libreros que andan sueltos sin bozal por el mundo recomendando lo que les sale de los ovarios/huevos, luchando contra lo que consideramos pseudoliteratura (se podría discutir mucho, pero no lo haremos), apoyando a las editoriales pequeños, descubriendo joyas y defendiendo siempre la curiosidad como motor que debe mover al lector.


Los respectivos emblemas de las páginas.

Buscadnos por facebook los que tengáis cuenta con las palabras: libreros que se convierten en velociraptors. Relajaros, tened sentido del humor y atentos a las estupendas recomendaciones literararias que hacemos. Lo genial es que somos muy diferentes, pero muy complementarios. Y, por encima de todo, amamos la literatura, los libros y, según que días, nuestros trabajos.

Y si alguien quiere añadirme como amigo, pues nada. Así nos conocemos.

1 comentario:

Jo Grass dijo...

Siempre me gustaron los velociraptors. Buscaré la página en el "feisbuc"para degustar esas recomendaciones.
También podías regalarnos alguna de esas "tontás"estupendas, para los que estamos a este lado del charco!