Llevo unos días de incertidumbre bloguera. Reconozco que no sé muy bien hacía donde conducir esta bitácora que hace quinientas veinteseis entradas abrí por aburrimiento. Creo que el monstruos se me ha escapado de las manos y dudo entre volverlo a domar o pegarle un tiro. Me exige un tiempo que paso dormido o preocupado por esa novela que me ronda por la cabeza desde hace diez años y que se niega a salir más allá de su primera página. ¿Falta de tiempo? Y el sueño y que quieras que no uno acaba afectado por este ambiente de "vamos a morir" que se respira día sí, día también en las calles de la ciudad. Un desanimo y un "total pa qué" que lleva a pensar que "total pa ná, pero al menos tiene gracia".
Así que andaba yo con el espíritu revuelto, el bolsillo vacío y los ánimos por los suelos (después de que mi plan de inundar internet de porno se acabara tras una frase de A. que más o menos venía a decir "yo te apoyo en todos tus planes, pero ni se te ocurra que quiero ver Misfits") cuando decidí emprender uno de esos viajes espirituales que tan de moda se pusieron en la novela de los años cuarenta a raíz del éxito de El filo de la navaja para encontrarme a mí mismo y sentido al blog.
Así que xino-xano y, siguiendo los consejos de mi madre, llevando bajo los pantalones los calzoncillos limpios por si me pasa algo (y para impedir que en la autopsia o en el saqueo de mi cadáver puedan decir menudo guarro que lleva los calzones cagados se merecía el hacha en la cabeza), me fui a ver a mi maestro espiritual, el sabio guerrero budista y sacerdote de Khali, el padre Borracho-de-Mierda que tanta ayuda y sabios consejos me dio en mi extraña aun por explicar etapa en Manila. Así que salí de casa a voz de "A., que me voy de viaje iniciatico", a lo que recibí un "Vale, trae pan y leche a la vuelta" y me fui para Buthan. Caminando que llego antes que si dependo del transporte público. Y por la calle iba yo tó contento viajando iniciaticamente y me encontraba gente que me decía, "¿Ande vas?", y yo les decía "Na, de viaje iniciatico para encontrarme a mí mismo y encontrar sentido al blog de los huevos?", y ellos "¿Pero tú que te crees que eres el siddharta de los cojones o Bono?" y yo, "Pues no, que siempre me ha parecido un rollo y no llevo reloj". "¡Cómo te gusta llamar la atención!", y yo, "Y los huevos fritos y las lentejas y la butifarra así hecha con las puntas negritas y crujientes como el bacon que le gustaba al agente Cooper que estaba diciendo me gusta el bacon muy hecho, que cruja, y entonces entraba la Audrey Horne y a mí se me ponía la misma cara de tonto que al agente del FBI".
Y así todo el camino.
Total, que después de muchas peripecias y aventuras e incidentes y anécdotas y situaciones a cada cual más divertida, sorprendente y admirable, que llegué a casa de Borracho-de-Mierda, en el cubículo de placer trántrico y aristotélico que se ha montado entre una lavandería lituana y una casa de fornicio cúbico. Llamé a su puerta, esperé tres segundos, volvía a llamar y volví a esperar encerrándome en un bucle de seis horas que solo se rompio cuando Borracho-de-Mierda abrio la puerta diciendo que ya, joder, que ya, que estaba entre meditando y cascándomela.
- Hola Borracho-de-Mierda.
- ¡Tú!
- Vengo a buscar sentido a mi vida y a mi blog.
- ¡Y tienes lo santos huevos volver a presentar esa cara de gilipollas miope después de lo que le hiciste a mi cabra de competición!
- No he venido a hablar de Cascabel.
- Desde aquella noche en la leñera que no ha vuelto a ser la misma.
- No paso nada...
- ¡Nada! Desde entonces que no ha vuelto a jugar bien al Scrabble y solo escribe la palabra osteoporosis.
- Si hace trampas es cosa suya.
- ¡Cómo has podido volver! ¡Y sin traer nada!
- He traído una botella de vino. Y no te pienso pagar la mitad aunque te la pimples casi toda.
- Pues entonces pasa.
Y pasé. Nos servimos el vino y evitamos hablar de Cascabel que se quedó en su cuarto escuchando música gotica disfrazada de tirolesa.
- ¿Así que buscas el sentido de tu vida y del blog? No eres el primero que viene preguntando eso.
- ¿Otros han preguntado por mi sentido?
- No, han preguntado por el suyo. Pero sí que han soñado con el tuyo.
- Uala, ¿cómo has hecho un enlace desde mi recuerdo?
- Cosas de la cábala. Bueno... tu sentido... el sentido de tu vida, del universo, la vida, de tu blog y de todo es el sentido que quieras darle tú.
- ¿Qué?
- Que escribas en tu blog lo que te salga de lo huevos y tu vida, pues mira a un lado y a otro porque si no te atropella un autobús de turistas.
- ¿Y ya está? Me pego este viaje para que me digas algo que ya me sé.
- Sip. Es lo que tienen los viajes iniciaticos, que uno se pega a andar cuatrocientas páginas para entender que el sentido de su vida es lo que ya le había dicho su abuela ciega y palmípeda que sobaba el culo de su joven amante.
- Pues vaya puta mierda.
- Es lo que hay.
- Pues nada.
- Pues eso.
- Si acaso voy tirando.
- Ves, ves...
- Nos llamamos.
- Eso.
- Nada.
- Adios.
Y volvía a casa sin sacar nada en claro, pero cansado. Que es lo que tiene caminar cinco mil kilómetros sin pararse un momento a tomar un cortado. Seguiría escribiendo hasta encontrarlo un sentido a todo esto. Lo que no sabía entonces, y en principio no sé ahora, es que no lejos de allí se fraguaba mi destino. Porque alguien conspiraba contra mí. Alguien feo de cojones que podría aclarar de una vez por todas el misterio de mi nacimiento y mi origen.
Pero eso ya se explicará... supongo que antes de que se acabe el año.
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5 comentarios:
Sí querido, ¿pero has traído el pan y leche?
Pues de viaje iniciático no sé yo... pero de hartón de caminar, un ratolargo, campeón!!
Que se te sigue en tus andanzas blogueras? Por mi parte, seguro. Que debe afectarte el coñazo del "cojonesquesueñoquetengoayquemetraspongo"? Pues, seguro también.
Que poco tiempo para meter lo que te da vueltas en tu cabeza enfermiza y mutada a base de películas de Esteso/Pajares, cine del de antes y revistas con mujeres que te miran con esos ojillos de "uy, que me se ha caío er susteng"? Que también.
No será (lo digo porqué a mi me pasa) que, aunque digamos que no nos afecta el hecho de no tener comentarios en nuestras entradas, nos desanimemos al ver que "naide" dice nada?
Saludos, pajillas y que vaya bien mañana con los zombies
Al menos hay un matiz más.
Te dejo un abrazo.
Alicia
Hola, es la primera vez que paso por aqui y después de lerte me ha interesado tu blog, espero no sea la ultima vez que te lea porque pienso regresar, si no te molesta.
Saludos.
A., sí, deje la leche en la nevera y el pan encima del mármol. ¿Ya se ha acabado?
Chistorra, la verdad es que no es por los comentarios. De verdad. Es por falta de enfoque... necesito reencontrar este blog en su punto de mira correcto. Y el sueño y la sobredosis de cine de destape no ayuda.
Alcia María, y siempre son bienvenidos.
Yessi, mi blog es ty blog y todo el mundo tiene la puerta abierta. Gracias por pasarte.
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