viernes, 2 de enero de 2009

Primera compra del año

Aunque me había hecho la promesa de reducir drásticamente la compra de libros (tengo muchos no leídos, las estanterías de casa claman por su sacrificio y me gasto mucho dinero), hoy no he podido resistir más una antigua tentación y lo he comprado. Desde el primer día que trabajé en la tienda hace ya cosa de tres años y medio e incluso antes, cuando iba por allí como simple curioso y fiel cliente que sabía que un día u otro el libro se vendría conmigo de bares y a casa. Desconozco por qué ha tardado tanto... El libro es la Breve guía de lugares imaginarios, de Alberto Manguel y Gianni Guadalupi, Alianza editorial, 2000.


Y, naturalmente, como buen aficionado a las novelas de aventura, fantasía y mundo imaginados en las dos horas que lleva conmigo se ha convertido en uno de los libros indispensables para mi supervivencia.

Un lector incauto, al abrir al azar el libro pensaría que se encuentra delante de un diccionario. Aparece todo ordenado por orden alfabético, algunas entradas te conducen a otras, etc. Craso error, querido amigo. Porque no se trata de un diccionario. Este libro no es más que una muy útil guía de viaje a los lugares imaginados por los escritores.

Me explico. Si alguien está planificando un viaje imaginario a Zenda, el país creado por Anthony Hope a finales del siglo XIX, consultando la guía de Manguel y Guadalupi descubre que

Zenda no es demasiado interesante. Sólo merece la pena visita la oficina de telégrafos, la estación de ferrocarril, deonde se detiene el tren que llega desde Dresde, y también el cementario, donde reposa el cuerpo carbonizado del rey Rudolf V.

O que si planea un viaje a Capillaria, reino de gigantescas mujeres rubias, "los hombres no deben revelar su sexo; de lo contrario, podrían exponerse a un castigo y verse en las disyuntiva de ser devorados por las oihas o de hacer trabajos forzados en compañía de los bullpops."

Para visitar la Ciudad Esmeralda del reino de Oz se recomienda llevar gafas con los cristales verdes. De esta manera uno puede contemplar en todo su esplendor su fantástica arquitectura.

Consejos para moverse por las ciudades invisibles de las que nos hablo Calvino, historia de Narnia, de Laputa, instrucciones para una visita enriquecedora por cualquiera de los países de las hadas, Hogwarts y su plan de estudios o el país subterráneo de Protocosmos.

En un viaje a la Tierra Media, siempre recomiendan prescindir de Mordor. Aunque Saurón ya no está por allí, el clima es bastante desaconsejable e insalubre.

Y, claro, no solo se habla de lugares que más o menos todos conocemos, si no que nos proponen viajes a países, ciudades y libros que desonocíamos. Como la isla de Fanattia, el castillo de Corbin, las Montañas deliciosas, o la ciudad Arroz con Bacalao, etc.

Una visita a la ciudad de Arkham corre a cuenta y riesgo del viajero. Aunque su facultad de ciencias ocultas es una de las más interesantes del mundo, el alto número de viajeros que han perdido la cordura en sus calles desaconjesa el viaje.

Aunque repasando las entradas de la guía, uno acaba preguntándose si esos lugares de los que se habla son realmente imaginarios. Porque si yo hecho atrás la vista recuerdo haber estado más de una vez en la Tierra Media, en el País de Nunca Jamás, en Lilliput. Recuerdo muy bien el olor de la selva y del mar cuando en compañía del admirado y temido John Silver "El largo" buscábamos el tesoro maldito del viejo capitán Flint. Estar perdido en la biblioteca de La Abadia (también conocida como Abadia de la Rosa) y pensar cómo es posible que estuviera encerrado en un cuento de Borges cuando faltaba tanto para que éste naciera. Haber explorado el centro de la tierra o el castillo de Chariot.

Mapa de la ya desaparecida Abadia donde se encontraba una de las mejores bibliotecas de Europa y donde se rumorea se cometieron atroces crimenes para salvar al mundo de la risa.

Quizá todo se reduce a creer con convicción y naturalidad que es posible la convivencia de varios mundos en un mismo mundo, de que a veces lo imaginado es más real que lo que dicen que es "real", que sabemos que dentro de algunas montañas aún duermen dragones custodiando sus tesoros, que por los bosques corren duendes, que un día Avalón surgirá de entre la niebla y que Moria volverá a recuperar todo su esplendor.

1 comentario:

Jordi Vivancos dijo...

Iba a preguntarte si aparecía en la guía el reino de Aqualata, pero luego he caído en la cuenta de que la guía está dedicada a lugares imaginarios, y el reino de Aqualata es tan real como lo es la inflación.

Siento haber importunado con un amago de pregunta absurda.