... y llega el día de Sant Jordi con sus paradas, sus rosas, sus libros, sus gentes y su librero atractivo con gafas perdiendo la cabeza y bailando merengue a las siete de la tarde. No se lo pierdan porque es un espectáculo.
La verdad es que no me puedo permitir ser un exagerado. Está siendo una entrada de Sant Jordi inusualmente tranquila, por lo menos aquí en Igualada. Supongo que por el tema de la manida crisis que la gente se queda en casa para aprovechar el día de Sant Jordi para lanzarse a la calle a la busca y captura del libro que al mediodía TV3 ha anunciado como el más vendido de la jornada. Ya sé que no todo el mundo hace eso, pero en gran parte de los casos, sí.
Así que de momento en la librería se respira apatia y tranquilidad. Las grandes carretadas de libros ya han llegado, están etiquetados y muchos ya reposan en las cajas que iran a la parada. Ahora entrenemos el tiempo diseñando la parada, buscando la gente que trabaje esos días unas horas, mirando el cielo para que no llueva y pensando en cómo aguantar el día. Recozco que por esto de la narcolepsia y el cansacio que siempre llevo encima estoy un poco asustado.
Pero bueno, eso el viernes ya se verá. Naturalmente habrá crónica de ese día. Y esta vez sí estará completa.
Supongo que es por esto que tengo el cerebro medio embotado y escribo tan poco... y supongo que hay también una parte de... no sé... de sensación de camino que se acaba donde estos matices que escribo deben renovarse o morir. Tengo la sensación de que voy dando palos de ciego y que empiezo a repetirme... como si este blog hubiera ya dado todo lo que tiene de bueno.
No sé... que pase Sant Jordi y veremos en qué acaba todo.
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2 comentarios:
El viernes hará un año que leí tu blog por primera vez... ¡¡Qué rápido pasa el tiempo!!
Gracias por todo!!
:)
Aunque si eso, los sentimentalismos el viernes, ¿vale?
eso, eso. tu espera a Jueves-Viernes por la mañana. y ya me contaras, ya.
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