Buenas a todos. Esto será una breve reflexión sobre la naturaleza de este vuestro blog. Reconozco que estos últimos tiempos este blog ha sufrido una especie de paranoia en la que se ha despistado, ha ido dando golpes de ciego y ha iniciado un montón de cosas que luego no ha sabido, podido o querido acabar. Podría aducir un montón de motivos que serían más o menos creíbles (desde pereza, sueño o trabajo hasta invasiones, misiones secretas u reoperaciones mentales de sexo), pero sería caer en la justificación y ya nos justificamos demasiado en nuestro día a día. He estado varios días sin actualizar reflexionando (no mucho, no vayáis a creer) en este tema y he llegado a algunas conclusiones:
1. Últimamente ha habido una trayectoria errática fruto de tener la cabeza en demasiados sitios.
2. He perdido el nivel de autoexigencia que tenía antes cuando me sentaba delante del ordenador. Y eso no puede ser. Aunque mis entradas son en su inmensa mayoría "tontás", eran "tontás" muy trabajadas y pensadas.
3. He perdido, pero muy poco, el sentido lúdico del blog y entre las brumas aparecían las orejas a ese terrible monstruo que era el compromiso y la obligatoriedad de la actualización. Vamos, que he caído en la misma trampa de la que siempre he querido huir. Malo. Mejor que me haya dado cuenta ahora.
4. Por momentos no me divertía escribir el blog. Malo, muy malo.
Así que volveremos al principio. Volveremos a los inicios de este blog donde las actualizaciones salían solas, donde todo era más fácil y donde me lo pasaba teta. Y, quizá, pondré un ojo más atento a la actualidad.
Como por ejemplo, lo siguiente.
Ayer martes lei como viene siendo habitual la columna de opinión que en el Periódico de Catalunya (periódico que para mí cayó en desgracia el día que dedicó dos páginas de su sección de cultura a informar que a Javier Bardem no le gusta el mar) tiene la periodista catalana Najat el Hachmi sobre el nuevo plan de actuación del Ministerio de Cultura. Lei atentamente. Me informé por mi cuenta. Y reflexioné yo solito.
El Ministerio español de Igualdad (sí, tenemos uno de esos) con la ministra Bibiana Aído a la cabeza, ha presentado un plan para vetar (no se utiliza esta palabra, pero creo que es la intención) en los colegios los cuentos infantiles clásicos (léase Blancanieves, Cenicienta, Bella durmiente) por sexistas, machistas y relegar a las mujeres a planos pasivos. Buscar cuentos no sexistas donde no haya distinción de roles o readaptar los cuentos clásicos para eliminar esa carga sexista de sus historias.
A ver... por donde empiezo para herir las menos susceptibilidades posibles.
1. Considerar que es en los cuentos infantiles donde está el origen y la raíz del sexismo y del machismo que nos rodea creo que es hacer una lectura muy simplista de un problema grave.
2. Vetar tiene un significado parecido a censurar. Ya sé que vetar ciertos cuentos por una posible carga sexista que pueda molestar se hará por nuestro bien (los censores siempre actúan por nuestro bien para evitar que ideas pecaminosas lleguen a mancillar nuestros cerebros debiles sin capacidad para pensar por ellos mismos), pero abrirá la puerta a nuevas recomendaciones sobre lecturas en el colegio. Quizá próximamente se deban vetar a los tres cerditos porque una parte de la población considera que el cerdo es un animal impuro o reformular la historia de Caperucita porque los lobos no son malos, sino parte de nuestro ecosistema. Seguramente la ministra Bibiana fue de las que se rieron de esos americanos que prohibieron en sus bibliotecas Las aventuras de Huckelberry Finn por contenidos racista. Pues lo que propone el ministerio es igual. Una estupidez y un atentado a la cultura.
3. Se cae en una contradicción, como muy bien apunta Najat. Dejar de explicar cuentos donde un principe restaca a una muchacha y la lleva a vivir una vida de lujo y posibilidades infinitas en los colegios choca directamente con la realidad de la sociedad española. Me explico. Hace unos años nuestro principe azul particular (que tiene el nombre de los peores reyes que ha habido en la historia de españa, con permiso de los fernandos) se enamoró de una pobre chica plebeya, la subió a los altares y la convirtió en princesa. Naturalmente, esta nueva princesa con nueva nariz, pómulos y un par de cosas más ha sido objeto de vasallaje, dobladuras de cintura por parte de los últimos gobiernos y los medios de comunicación convirtiéndola en un ejemplo. ¿Por qué Leticia sí y Blancanieves no?
4. ¿De verdad los mensajes sexistas que desprenden los cuentos calan tanto? Quiero decir... una niña de tres años dice después de ver una película que quiere ser princesa. Cuando ve la siguiente quiere ser Totoro. Y cuando vie la siguiente quiere ser pirata. Esa niña crece, estudia, socializa y se convierte en escritora, científica, piloto de rallys o lo que quiera ser. Hasta ministra. Esto me recuerda cuando en TV3 empezaron a emitir Bola de drac y empezaron a oírse voces de que esos dibujos harían de los niños seres violentos y bestias que irían por la calle provocando destrozos. Bueno, mi generación es tan violenta como cualquier otra.
5. Sí, algunos cuentos infantiles son sexistas o las mujeres tienen papeles pasivos. En esto estoy completamente de acuerdo. De igual forma, en las obras de teatro de Shakespeare hay personajes femeninos pasivos que esperan ser rescatados u obras de un profundo sexismo (pienso en La fierecilla domada, por ejemplo). O, en otro ejemplo, en Otelo se habla continuamente de un moro/negro (depende de la traducción) violento que acaba matando a su mujer. ¿Debemos reescribir estas obras para que no influyan en los jóvenes? ¿Reescribir el sesenta por ciento de la obra de Calderón de la Barca?
6. ¿Por qué llegan siempre a los medios este tipo de trabajos desde el ministerio? ¿Dónde están las denuncias a empresas que discriminan y donde las mujeres cobran menos? ¿Dónde están las multas a empresas que no renuevan contratos a mujeres embarazadas o que no las contratan?
7. ¿Por qué se atacan a los cuentos infantiles y en la televisión pública se emiten series donde las mujeres son o putas o santas y donde están suspirando por la aparición de un hombre fuerte, valeroso y viril que las rescate?
8. ¿Por qué me parece que todo lo que se hace contra el sexismo se quedan en campañas de imagen, frases de famosos y símbolos?
9. ¿Por qué se da enfasis al trabajo en el colegio y no se dice nada de un trabajo social y familiar? Supongo que porque los profesores ya están para eso.
10. ...
Tengo más preguntas que hacerme, pero lo dejo aquí que en poco empiezo a trabajar. Como siempre no se si me he explicado bien... lo que tenía en mente se ha quedado en poco con lo que he escrito, pero es lo que tiene la inmediatez. Nos vemos por aquí.
Ah, y supongo que ya matizaré alguna de las cosas que he escrito aquí.
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