Adquisición musical de la semana: el disco Navega de Mayra Andrade. La forma de adquirirlo la de siempre, por intuición y en Posa'l disc.
Leí una referencia en un periódico. Hablaban de un disco publicado en el 2006 por una cantante de Cabo Verde que corría el riesgo de pasar desapercibido y que era imprescindible para los amantes de las voces templadas, los ritmos jazzísticos y afros. Sin dudarlo, aproveché mi día libre para acercarme a Posa'l disc y pedirle al bueno de Jordi que me lo trajera.
Pasa una semana y hoy he ido a buscarlo. He ido a un bar a tomarme un café con leche y a poder mirar con calma el disco (soy un fetichista de los discos, me encanta el formato, el libreto interior, las fotos... En este caso el disco es de cartón, el libreto sencillo y escueto con una imagen preciosa de unas manos sosteniendo un collar, las letras están en tres idiomas, kriolu, francés y inglés). En la portada, la foto de una muchacha preciosa que promete un viaje íntimo a una música y a un país que desconozco completamente. Porque de Cabo Verde sé muy pocas cosas (por no decir ninguna). Se que es un conjunto de islas en África, cerca de Senegal, que estuvo bajo colonización portuguesa y que es destino turístico. Y poco más. Reconozco mi ignorancia en su literatura, arte y música; ignorancia que me propongo subsanar.
Y lo primero, escuchar el disco de Mayra Andrade. No me da apuro reconocer que me he enamorado. No solo de su escandalosa belleza, sino de su voz, de las letras, de los ritmos jazzísticos, afros y brasileños del disco. De su mezcla, bendita mezcla, de músicas de diferentes continentes, de estar acompañada por músicos caboverdianos, europeos, brasileños, de instrumentos de diferentes procedencias, de los ritmos, de la voz cálida, hermosa, fresca, expresiva, rítmica. Navega es un disco sencillo, casi acústico en algunas canciones. Un disco que habla de amores, de compromiso político y social, de recuerdos y de la mar. Un pequeña joya que demuestra que la mezcla y confusión de diferentes culturas, de diferentes músicas y tradiciones, de diferentes orígenes (la misma Mayra nació en Cuba, creció en Angola, Cabo Verde, Alemania, ahora vive en París) es lo que hace grande el arte y la música.
Un disco para escuchar con tranquilidad, si puede ser bailando suavemente en brazos de una linda muchacha.
The blue sword
Hace 13 horas
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