martes, 23 de septiembre de 2008

Amélie-Les-Crayons

El noviembre pasado estuve en París por asuntos de trabajo (había una feria del libro infantil y juvenil y para allá nos fuimos un grupo de libreros para ver qué hacen nuestros vecinos del norte). Aunque la intención primera era ver libros infantiles y hablar con libreros para conocer sus problemáticas, el verdadero motivo de mi viaje era otro... quería música. Así que la última tarde de nuestro viaje, me metí en una tienda y salí con varios discos bajo el brazo y una cuenta corriente que me pedía a gritos que la sacrificara porque semejante sangría en tan poco tiempo era demasiado para ella (hay que tener en cuenta que yo acababa de volver de vacaciones y me había encontrado cara a cara con la factura del teléfono...).

Entre los discos que me compré se encontraban los imprescindibles Aldébert y Vincent Delerm, Zazie y Olivia Ruiz. Más o menos conocía a todos estos cantantes y sabía qué podía esperar de ellos. Cuando ya me iba me encontré con un cd que no había cogido en las manos. ¿Cómo había llegado hasta allí? Amélie-Les-Crayos, leí. Le porte plume. Si allí había aparecido sería por algún motivo.

Y la tortura del regreso a casa en tren con discos en las manos que no puedes escuchar, sólo imaginar qué músicas y letras habrán allí dentro. En la portada el dibujo de una chica rodeada de limones da una imagen ingenua, un poco naïf, colorista y de sueño. En la contraportada una preciosa muchacha de ojos grandes y labios entreabiertos que algo me dice que ya conozco. Las canciones no son muy largas (3.40 minutos la más larga) y llevan por título Después o La flacucha o El errante. Traduciendo alguna de las letras me encuentro con:

La flacucha tiene un corazón más grande que ella
que nadie acepta cobijar bajo su ala
La flacucha nunca se consuela
de amar demasiado.

Llegar a casa y poner el cd. Suena una guitarra, una voz dulce, pequeña, tranquila. Campanillas. Es un cuento. Una niña con gafas y desgarbada que camina por la ciudad y que acaba lanzándose de un acantilado volando con el viento. Una canción sobre las líneas de las manos que tienen las madres y que los hijos no sabemos leer. El horror de la primera cana. ¿Qué me pongo antes de salir de casa? O encontrar una piedrecita en el camino y guardarla solo porque nos gusta.

Tiene algo de melancolia, algo de tristeza. Algo de sueños que se van y de palabras no dichas que nunca nacerán. Tiene algo de la alegría del verano y la mañana de reyes. Tiene algo de juegos inocentes y juegos de médicos con una amiga. Es ingenuo y pícaro, tiene lo cotidiano lleno de magia y sorpresa, y lo fantástico entre las manos. Música con el sabor de lápices prendidos en el pelo de una desconocida y de muchas cosas por soñar.



Por petición popular dejo una traducción casera de la canción del vídeo. He hecho lo que he podido.

TU PEQUEÑA LLAMA de Amélie-Les-Crayons

Hay algo de la vida
en tus ojos que ríen.
Hay esa pequeña llama que grita
que arde y que ríe.
Sólo una mirada para comprender
que es en tus ojos
donde me siento la mejor.
Sólo una sonrisa para decirte
que te necesito.
Quédate y mírame.

Hay algo de felicidad
que vibra en tu voz.
La respuesta de mi corazón
es que se siente libre.

Libre de ser yo cuando
me aprietas entre los brazos;
libre de vivir un amor que me enseña todos los días
cuando estoy lejos, a pensar en ti,
en tu pequeña llama, en tus ojos.
Y me siento mejor.

...y me siento dos.

Hay algo universal
en nuestra historia.
Una pequeña centella
para algo más que una noche.

¿Me quieres dar la mano?
por todo el tiempo que nos parezca bien?
¿Quieres compartir mi camino?
Yo digo sí, para compartir el tuyo.

7 comentarios:

Cloe dijo...

Ayy me encantó la canción que pusiste, si el disco es todo asi lo quiero.
Y que rica la chica, super guapa.

Besos!

Cesc Sales dijo...

Totalmente deacuerdo..........
Jorge, e lo pido!!!!!

Apali

Jorge dijo...

Cloe: Todos los discos son una preciosidad. Esta canción aparece en el primer disco: "Le chant des coquelicots" (que son cinco temas) y en el segundo "et pourquoi les crayons". Es todo muy naïf, falsamente ingenuo. Ya puedes poner a trabajar el ordenador o me lo pides, ya lo sabes.

Cesc: Tranqui, te lo grabo.

Jorge dijo...

Y sí, ella es preciosa.

FlOpaZ dijo...

Voy a ver si llego a escuchar esas canciones. Si lo recomienda un escorpiano lo tendre en cuenta =)
Beso.

Anónimo dijo...

Una delícia: em perdo gairebé tota la lletra, però amb el que tu tradueixes i el que jo intueixo... en tinc prou... per saber que m'agrada.

-Anna- dijo...

Hola!! tenía un tiempo largo sin pasar por acá, me disculpo!

Este post me llamó la atención, tiene muchas cosas que me encantan. En primer lugar, París! qué envidia, daría cualquier cosa por volver a pisar París, de verdad es una belleza de lugar...
Después, bueno, la música en francés tiene una cosa hipnótica sobre mí, y encima ese acordeón y el nombre amelie que me recuerdan a mi película favorita (amèlie por supuesto y su excelente banda sonora a cargo de Yann Tiersen).
Por otro lado, entiendo completamente esa sensación de tener algo nuevo y querer estrujarle hasta la última gota en un segundo. Me pasó hace un par de días, salí a pagar unas cosas y terminé en la librería, acto seguido, terminé en la vereda con tres libros y no veía la hora de llegar a casa para ponerle mis manos y mis ojos encima...llámesele ansiedad, curiosidad, o como sea, pero es una sensación re linda.

De verdad un placer pasar por acá, voy a ver si consigo este disco, la canción del video me gustó mucho, así que valdrá la pena conseguirlo.

Un abrazo Jorge...por cierto, te agrego a mis blogs, no sé por qué no te tenía, así vengo más seguido :)